El Fondo de las Naciones Unidas para Actividades de Población (FNUAP) volverá a reunirse para evaluar los éxitos y fracasos del plan de acción adoptado en 1994 en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo.
La reunión se realizará en 1999, cinco años después de la conferencia de El Cairo, cuando los gobiernos del mundo confirmaron como derecho humano básico la decisión personal sobre la opción reproductiva.
Una propuesta del FNUAP para la conferencia de revisión a celebrarse en Nueva York deberá ser aprobada durante la actual sesión de la Asamblea General, que finaliza en diciembre.
Nafis Sadik, directora ejecutiva del FNUAP, dijo que un ejercicio de evaluación del período 1994-99 "brindará lecciones y propuestas valiosas para la acción futura", y dará una oportunidad para que los países aprendan del éxito de muchas naciones al implementar las metas de El Cairo.
"El Cairo será especialmente recordado por colocar en el contexto apropiado una innegable verdad", dijo Sadik, y destacó que la conferencia de 1994 subrayó las necesidades individuales en lugar de las cifras demográficas, y la necesidad de potenciar a mujeres y parejas a ejercer la libre opción al decidir si tener hijos y cuándo tenerlos.
Una de las decisiones importantes que emergieron en El Cairo fue el derecho de la mujer a tomar decisiones sexuales y reproductivas, junto al derecho de acceder a atención de la salud de reproductiva de calidad, incluyendo la salud reproductiva.
Según admitió la comunidad internacional en El Cairo, los factores demográficos juegan un papel vital en el desarrollo, y por lo tanto deben incluirse en toda planificación para el desarrollo, destacó Sadik.
El ejercicio de evaluación se centrará en la forma de responder a las necesidades incumplidas de los países, las restricciones que enfrentan para alcanzar las metas de El Cairo, y los cambios y mejoras necesarias en la estrategia de implementación para alcanzar los objetivos planteados.
El FNUAP planifica centrarse en cinco temas importantes: la salud de los adolescentes, la importancia de la población en el desarrollo socioeconómico, la escasez de recursos, los casos exitosos y la necesidad de un mayor compromiso político de los líderes mundiales.
Sadik dijo que uno de los problemas que enfrenta es lograr compromisos reales de líderes políticos que respaldan pero no necesariamente admiten en público el derecho de las jóvenes a la educación y el problema de la violencia contra las niñas. Estos temas "son aceptados y comprendidos pero no bien articulados", destacó.
Después de El Cairo, hubo varias "historias de éxito" que el FNUAP quiere aplicar en otras partes del mundo en desarrollo. Sudáfrica, por ejemplo, adoptó una política de población que procura garantizar el derecho de toda mujer y hombre a la salud reproductiva mediante la entrega de la información y los servicios necesarios.
La nueva constitución sudafricana garantiza explícitamente los derechos de la gente a tomar decisiones sobre su reproducción y el control de su cuerpo, y a la atención de la salud.
En Perú, el presidente Alberto Fujimori declaró que las mujeres deben tener el poder de tomar decisiones en todos los temas involucrados en su salud, y prometió la atención de la salud reproductiva como prioridad de su gobierno.
El actual Plan de Desarrollo Nacional de México dedica un capítulo entero al "desafío de la población" e incluye estrategias sobre "población, familia y mujer".
En toda América Latina, los grupos de mujeres sienten una nueva fortaleza y libertad de expresar su opinión de que la salud reproductiva es su derecho, y los líderes políticos sienten una nueva libertad para responder a sus demandas, dijo Sadik.
En India hubo un aumento de la participiación de la mujer en los gobiernos locales, y el gobierno también estimula la participación de las ONG en los órganos de decisión.
El FNUAP también identificó a Corea del Sur, Malasia y Tailandia como tres países que invirtieron consistentemente en el desarrollo humano, cosechando los beneficios de la inversión en la salud y la educación de la mujer, mientras otras naciones que no hicieron estas inversiones "quedaron muy rezagadas".
A pesar de los éxitos, una de las mayores restricciones se plantea en los recursos. La conferencia de El Cairo estimó que un paquete básico para programas de población y derechos reproductivos para países en desarrollo requeriría unos 17.000 millones de dólares anualmente antes del 2000, y 21.700 millones hacia el 2015.
Alrededor de dos tercios de estos costos mundiales deberán provenir de recursos internos, y alrededor de un tercio de la comunidad de donantes.
Aunque los gastos globales anuales en atención a la salud reproductiva crecieron desde 1994, ahora sólo son poco más de la mitad de los 17.000 millones de dólares requeridos para el 2000.
Si continúa la tendencia actual, el FNUAP estima que entre 1995 y el 2000 habrá al menos 120 millones de nuevos embarazos no deseados, 49 millones de abortos, cinco millones de muertes de niños y 65.000 muertes maternas. (FIN/tra-en/td/mk/lp/pr-dv/97