"No están solos" es la consigna que quedó grabada en la mente de los miembros de la guerrilla zapatista que visitaron la capital mexicana. Hoy regresaron a sus comunidades confiados en ese apoyo y dispuestos a planear otras acciones, pues sus demandas no fueron atendidas.
Los 1.111 representantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), quienes llegaron a la capital la tarde del día 12 en medio de apluausos y vítores de sus seguidores, volvieron a subir este jueves a los más de 50 autobuses que los transportaron, pero ahora en el silencio de la madrugada.
Durante su estancia en la ciudad, donde se reunieron con grupos sociales y participaron en el primer congreso del Frente Zapatista de Liberación Nacional, los zapatistas recibieron un "no" rotundo del gobierno a sus demandas de aprobar un proyecto de autonomía indígena y desmilitarizar sus comunidades.
"Como nosotros no vinimos a negociar sino a exigir, nos vamos a esperar a nuestras comunidades. A lo mejor (el gobierno) sintió (la marcha), a lo mejor le dio vergüenza, a lo mejor ahora ya está en juicio y va a cumplir, o a lo mejor nos ataca con aviones y bombas", dijo el zapatista Omar.
Para su compañera Karina, los constantes gritos de "no están solos" que escucharon en la capital en mitines, reuniones y marchas, demuestran que los zapatistas "tenemos ramas, tenemos dónde agarrarnos, y esto es muy bueno".
En un comunicado enviado desde el estado de Chiapas, el líder del EZLN, el subcomandante Marcos, señaló que en su visita a la capital la guerrilla "recibió un mensaje y una lección" y afirmó que el apoyo social obliga a redoblar esfuerzos por una solución pacífica al conflicto.
El próximo movimiento del EZLN, grupo que desde enero de 1994, cuando ocuparon varias carreteras y poblados en Chiapas y declararon la guerra al gobierno, no ha vuelto a disparar ni un solo tiro, será acordada en la selva con la comandancia del grupo, indicaron los zapatistas que estuvieron en ciudad de México.
En su existencia pública, la guerrilla de Chiapas ha realizado consultas públicas, reuniones internacionales, enviado a delegados a encuentros en España e Italia.
También recibió en la selva a personajes como Danielle Mitterrand, viuda del ex presidente francés François Mitterrand, el escritor Regis Debray, el cineasta estadounidense Oliver Stone y a políticos de varias partes del mundo.
Según el zapatista Juan, el viaje a la capital renovó de energía a la guerrilla para continuar en la lucha.
Juan, quien como sus compañeros cubrió todo el tiempo su rostro con pasamontañas o pañuelos, advirtió que si el gobierno no atiende sus demandas volverá a empuñar las armas.
Los visitantes, quienes se hospedaron en una campamento al oriente de la ciudad, donde fueron protegidos por decenas de simpatizantes y recibieron múltiples homenajes por parte de diversas grupos, que incluso los llevaron a bailar y a jugar un partido de fútbol.
El gobierno, en voz de su vocero al diálogo de paz en Chiapas, Pedro Coldwell, consideró positiva la presencia de los zapatistas en la capital por el clima de civilidad que la rodeó, pero reiteró la negativa a aprobar una ley sobre derechos indígenas y a desmilitarizar la selva.
El EZLN demanda al gobierno sancionar el contenido del proyecto de ley elaborado por una comisión de diputados en base a los acuerdos firmados en Chiapas en febrero de 1996 y a disminuir la presión militar en las zonas que se ubican sus tropas y bases sociales.
El diálogo de paz se mantiene suspendido desde hace un año. En ese tiempo se han multiplicado las denuncias de acoso militar en las regiones de selva y los hechos de violencia entre indígenas por asuntos políticos, religiosos y de tierras.
Coldwell invitó al EZLN a concertar una nueva redacción del proyecto de ley de derechos indígenas, pues el actual atentaría contra la unidad del país, y a entregar las armas si pretenden que el Ejército Federal disminuya su perfil en Chiapas.
La guerrilla no se doblegará, pues en su última marcha aprendió que tiene importantes niveles de respaldo en la capital, y que sus demandas de justicia y dignidad siguen vigentes, dijo la zapatista Karina.
"En la ciudad del gobierno hemos visto que el presidente vive en un palacio, lleno de grandes edificios, grandes cosas y lujos que nunca habíamos visto", mientras hay gente que es pobre y sufre. "Eso es lo que no nos conviene", manifestó.
Para Javier Elorriaga, portavoz del Frente Zapatista de Liberación Nacional, la presencia de los miembros de la guerrilla en la capital representó "un aplauso masivo contra la guerra".
El Frente reúne a los seguidores del EZLN y a todos quienes dicen alentar la participación política de la sociedad sin ambicionar cargos ni pugnar por candidaturas. (FIN/IPS/dc/dg/ip/97)