La nueva mayoría opositora en la Cámara de Diputados de México lanzó una ofensiva contra los gastos secretos de contingencia del gobierno, cuyo monto es el segundo en importancia en el presupuesto nacional.
Clasificados en el "Ramo 23" del presupuesto federal, los recursos que el gobierno maneja de forma discrecional suman 4.600 millones de dólares, según diversos estudios.
Esos fondos son usados, entre otros destinos, para apoyar al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), devolver favores y presionar a enemigos, según cree la oposición.
La nueva mayoría de la Cámara de Diputados anunció este jueves que se introducirá transparencia en el manejo del Ramo 23 y algunos fondos secretos se eliminarán, incluso una partida que maneja directamente el presidente.
El Poder Ejecutivo debe presentar en las próximas semanas a la Cámara de Diputados el proyecto de presupuesto del Estado para 1998.
El gobierno de Ernesto Zedillo reaccionó señalando que defenderá la posibilidad de contar con recursos para enfrentar contingencias. El rubro presupuestario cuestionado "es una herramienta básica para alcanzar las metas de las finanzas públicas", afirmaron portavoces oficiales.
El Ramo 23 nunca fue cuestionado en los últimos 68 años, un periodo en que el PRI fue mayoría en la Cámara de Diputados.
Pero la oposición ha logrado el control de la cámara y promete librar una intensa batalla para terminar con todo resabio autoritario y con la falta de transparencia en el manejo del presupuesto.
"Vamos a impedir con toda decisión que continúe el abuso y el desvío de fondos de los contribuyentes", advirtió el diputado Pablo Gómez, del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) y autor del libro "Los gastos secretos del presidente. Caja negra del presupuesto nacional".
Según Sergio Aguayo, de la organización no gubernamental Alianza Cívica, el gobierno dispuso entre 1992 y 1997 de 32.000 millones de dólares con total discrecionalidad, al margen del control del parlamento.
La legislación permite al gobierno mantener en reserva el destino de la mayoría de los gastos del Ramo 23, que sólo son superados por las partidas presupuestales destinadas a la educación.
En los documentos anexos al presupuesto de 1997, aprobado el año pasado por la mayoría que entonces mantenía el PRI, se indica que los gastos del Ramos 23, denominados "transferencias" y "erogaciones especiales", tienen metas "no cuantificables".
Los recursos de contingencia se emplean con transparencia y principalmente para cubrir aumentos salariales y obligaciones no previstas en el presupuesto general, como acciones en caso de catástrofe y operativos de seguridad pública, aseguró Santigo Levy, subsecretario de Egresos de la Secretaría (Ministerio) de Hacienda.
Además, el gobierno debe contar con recursos extraordinarios para enfrentar la eventualidad del retroceso de precios internacionales de las materias primas de exportación, observó Levy.
Respecto de la partida secreta del Presidente, las autoridades responden a la demanda de la oposición para eliminarla argumentando que se redujo de 83,3 a 25,6 millones de dólares entre 1996 y 1997.
Con base en diferentes investigaciones, Alianza Cívica indicó que en los últimos 14 años, tres presidentes (Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Zedillo) gastaron 1.342 millones de dólares de sus partidas secretas exclusivas.
El grupo no gubernamental advirtió que los gastos presidenciales aumentaron en los años en que se realizaron elecciones, como en 1988, 1991 y 1994.
"La partida secreta ha adquirido un carácter simbólico, porque contradice un discurso oficial muy viejo sobre la transparencia en el manejo de los recursos públicos", señaló Aguayo, de Alianza Cívica.
Para el diputado Gómez, probablemente la partida secreta sea utilizada "para entregar dinero a cuenta de favores o premios de desempeño por actividades políticas, a campañas electorales y a la creación de un fondo personal o familiar del presidente".
Carlos Medina, coordinador en la Cámara de Diputados del conservador Partido Acción Nacional, informó que todos los partidos opositores coinciden "en la necesidad de que debe desaparecer la partida secreta que se otorga al Presidente y de la cual sólo a Dios se la entrega cuentas".
"No hay razón para que se disponga de los recursos de los mexicanos de esa forma", afirmó Medina. (FIN/IPS/dc/ff/ip/97