El acuerdo entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), alcanzado con mediación de Estados Unidos, para reanudar negociaciones el 6 de octubre, postergó la discusión sobre los asentamientos en los territorios ocupados.
Israel y la ANP acordaron este lunes discutir una serie de temas, incluyendo un aeropuerto y un puerto marítimo y la liberación de prisioneros. El 13 de octubre el mediador de Estados Unidos Dennis Ross participará en conversaciones para dar una "base sólida" al proceso de paz.
Pero aunque durante su visita este mes a la región, la secretaria de Estado estadounidense Madeleine Albright pidió "tiempo" en el proceso, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu anunció la semana pasada planes para construir 300 nuevas viviendas en el asentamiento "Efrat" en Cisjordania ocupada.
Durante la reunión de este lunes entre Albright, el canciller israelí, David Levy, y el número dos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Mahmud Abbas (también conocido como Abu Mazen), no se aprobó ningún plan para detener la actividad en los asentamientos.
Albright no pudo prometer que el trabajo en los asentamientos se incluirá, por acuerdo de ambas partes, en el "tiempo" solicitado por la secretaria de Estado.
Después de la reunión, Abbas dijo que la OLP había esperado que Israel pusiera fin a las acciones unilaterales, incluyendo la construcción de nuevos asentamientos o la ampliación de los existentes, la demolición de viviendas palestinas y la confiscación de tierras y documentos de identidad de los palestinos.
Pero el negociador palestino Nabil Shaath admitió que no será hasta la semana del 13 de octubre que ambas partes comenzarán a especificar las acciones que deberán detenerse, menos aún determinar la fecha del descongelamiento.
Como resultado, no hay garantías de que el gobierno derechista de Netanyahu permitirá un congelamiento sobre los asentamientos y otros actos que los palestinos consideran provocativos.
Pero Shaath estuvo de acuerdo en que la postergación deberá ser pronto acordada con Israel, advirtiendo que "sin ella, no puede haber proceso de paz".
Las conversaciones de octubre son las primeras nuevas discusiones entre ambas partes desde marzo, cuando el anuncio de un nuevo asentamiento israelí en el área de Jabal Abu Ghneim en Cisjordania desató un enfrentamiento entre las partes.
Dos ataques suicidas en Jerusalén, el 30 de julio y el 4 de septiembre, marcaron la caída de la confianza entre ambas partes, y provocaron un impulso de Washington a presionar a la ANP para que detuviera al Movimiento de Resistencia Islámico (Hamas).
Este mes, mientras el presidente palestino, Yasser Arafat, ordenó la detención de activistas de Hamas y el cierre de las oficinas de bienestar social del movimiento, Israel y Estados Unidos declararon un nuevo ímpetu en el proceso de paz.
Abbas se comprometió este lunes a que los palestinos "cooperarán en la lucha contra la violencia y el terror", y prometió buena fe en las negociaciones, alegando que "Estamos decididos a ir hacia adelante y no hacia atrás".
Israel respondió la semana pasada liberando 17 millones de dólares en fondos retenidos a los palestinos desde los ataques suicidas, y permitiendo que miles de palestinos crucen la frontera para trabajar en Israel.
Aún así, Israel no ha sido forzado a detener los asentamientos, ni enfrentó presiones de Estados Unidos para completar el atrasado retiro de las tropas en Cisjordania.
Ante la Asamblea General de la ONU este lunes, Levy agregó nuevas condiciones para que se reúnan los palestinos, incluyendo un "código de conducta vinculante" que incluya el rechazo de la violencia y el "cese de la incitación del llamado a la violencia y la jihad (guerra santa)".
El canciller egipcio, Amr Moussa, subrayó la tensión del proceso en un discurso ante las Naciones Unidas. "La confianza se perdió, la credibilidad fue cuestionada y el proceso de paz perdió ímpetu. Por esto, y la seria actual situación, la política del gobierno israelí debe ser responsabilizada".
Diplomáticos árabes también amenazaron con boicotear una próxima cumbre económica en Doha, la cual deberá incluir a Israel, mientras dure la postergación.
Albright urgió a los gobiernos de la región a concurrir a la cumbre de Doha, agregando que espera que los países árabes consideren las conversaciones de este lunes como un paso adelante que los estimule a reunirse con Israel.
La agenda de la semana a partir del 13 de octubre incluye discusiones sobre mejoras en la seguridad y el combate del terrorismo, nuevos retiros de tropas israelíes de Cisjordania y la aceleración de negociaciones finales de "estatuto permanente" entre ambas partes.
Albright destacó que ambas partes discutirán también "la definición y el contenido del "tiempo" de postergación sobre medidas unilaterales, demanda prioritaria de los palestinos. (FIN/IPS/tra-en/fah/lp/ip/97