MEDIO ORIENTE: Albright "solidaria" en Palestina

La Secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, alternó hoy exhortaciones a actuar contra el terrorismo con expresiones de solidaridad por la frustración con el proceso de paz en su primera visita a una ciudad de autogobierno palestino.

"Vuestra frustración es comprensible", dijo Albright tras un encuentro de dos horas con el presidente palestino Yasser Arafat en la ciudad cisjordana de Ramallah, unos 16 kilómetros al norte de Jerusalén. "Se suponía que éste no sería el resultado del proceso de paz", agregó.

Albright se refería al encierro de los palestinos en sus ciudades natales de Gaza y Cisjordania tras el triple atentado suicida del pasado jueves en Jerusalén occidental y otras medidas como la demolición de viviendas palestinas ilegales en Jerusalén oriental.

Pero la secretaria de Estado no trató con menos rigor el primer tema. El miércoles, tras un encuentro de tres horas con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, destacó que Arafat debe hacer todo lo posible para controlar a su oposición militante.

El viaje de Albright a Medio Oriente, el primero desde que asumió la secretaría de Estado, coincide con un momento extremadamente sensible de las relaciones palestino-israelíes.

La gira marca el comienzo de una iniciativa de Washington para revivir el proceso de paz, afectado últimamente por dos múltiples atentados suicidas en Israel y recriminaciones mutuas que han dejado a las negociaciones al borde del colapso.

En dos días de reuniones con israelíes y palestinos, Albright destacó que se han logrado escasos avances sustanciales.

"Hasta ahora logramos un acuerdo sobre que el terrorismo es algo horrible, pero creo que no pudimos acordar cuál es el mejor método para encarrilar nuevamente el proceso de paz", manifestó.

Netanyahu advirtió que las negociaciones no podrán progresar hasta que Arafat realice un claro esfuerzo para reprimir a los radicales islámicos que, según Israel, operan desde áreas de autogobierno palestino o reciben ayuda logística desde allí.

La semana pasada, el primer ministro israelí abrogó los acuerdos preliminares de paz al anunciar que su gobierno no retiraría más tropas de Cisjordania hasta que Arafat cumpla con sus demandas.

El acuerdo interino exige tres repliegues israelíes para colocar más territorio bajo control palestino. Actualmente, los palestinos controlan seis por ciento de Cisjordania y la mayor parte de Gaza. El restante 94 por ciento de Cisjordania está bajo pleno control de Israel o de ambas partes.

El presidente palestino, por su parte, arguye que la represión de los militantes debe tener una dimensión política.

Arafat pretende que Israel se comprometa a retirar sus tropas de las áreas reclamadas, a abrir puertos marítimos y aéreos en Gaza y a establecer un "pasaje seguro" que permita a los palestinos viajar entre Gaza y Cisjordania.

Este jueves, Arafat ofreció sus condolencias por las víctimas de los atentados suicidas y enfatizó los reclamos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para que Israel cumpla con sus compromisos y mitigue las sanciones que tomó contra los palestinos luego de los ataques.

"Ofrezco mis condolencias al pueblo y al gobierno de Israel, y a las personas que cayeron víctimas de las actividades terroristas en Jerusalén. Digo basta a la violencia, es tiempo de paz", exhortó Arafat.

Pero además, "queremos que el gobierno israelí detenga sus políticas de castigo colectivo y que libere a los prisioneros palestinos".

Israel retuvo 70 millones de dólares en impuestos y otras tasas que debe a la ANP desde un atentado suicida en julio que mató a 15 israelíes, una medida que los palestinos consideran un castigo colectivo. Desde entonces, Netanyahu entregó un tercio de los fondos.

Poco antes de que Albright llegara el miércoles, Arafat detuvo a unos 35 supuestos integrantes de Hamas, la organización islámica cuya ala militante, Izzedin al-Qassam, asumió la responsabilidad por los atentados suicidas.

Hasta el momento están detenidos 110 supuestos activistas y fueron emitidas otras 200 órdenes de arresto, informaron fuentes palestinas.

En Ramallah, Albright declaró que Estados Unidos "aprobó" los pasos que dieron los palestinos para combatir el terrorismo, que le fueron explicados durante su reunión con Arafat. Pero para ser efectiva, la lucha de la ANP debe ser "integral, implacable y sostenida", exhortó la secretaria de Estado.

El combate al terrorismo "no puede llevarse a cabo sólo cuando sea conveniente. Como sabe el presidente Arafat, la lucha contra el terror es una tarea de 24 horas por día", indicó Albright.

Aunque las palabras de la secretaria de Estado mostraron una clara solidaridad hacia los palestinos, la funcionaria adoptó la posición israelí de que la lucha contra el terrorismo debe ser condición previa al avance del proceso de paz.

Así mismo, Albright no explicó con exactitud qué es lo que Washington espera de Netanyahu, una vez que Arafat cumpla con su parte de lo acordado.

Cuando la prensa le preguntó si Estados Unidos esperaba que Israel congelara la construcción de asentamientos en Cisjordania y Gaza, Albright contestó: "Es esencial que ambas partes cumplan con sus obligaciones y no realicen actos unilaterales que se adelanten a temas que serán analizados en las negociaciones sobre el estatuto final".

El lenguaje indirecto irritó a los palestinos, quienes acusaron a Washington de favorecer a Israel y adoptar una política que permite a Netanyahu olvidarse de los acuerdos interinos que su gobierno heredó de la anterior administración laborista pero nunca respaldó.

Este jueves, unos 1.500 jóvenes palestinos del pueblo de Khan Younis, en la franja de Gaza, quemaron banderas estadounidenses en protesta por el supuesto favoritismo de Washington hacia Israel. La manifestación ocurrió un día después de otra similar en el pueblo cisjordano de Nablus.

"Albright no dice nada a favor del pueblo palestino, sólo de Israel. La gente está enojada, por eso lucha. Sin las bombas, la política de Netanyahu no habría cambiado", sostuvo Suhad Khareisha, comerciante de Ramallah.

El jueves, Albright comenzó el día con una ceremonia en la tumba del extinto primer ministro israelí Yitzhak Rabin, muerto en 1995 por un extremista judío.

Tras la ceremonia, la viuda de Rabin, Leah, sorprendió a Israel al señalar que no es realista pensar en el cese del terrorismo si no se otorgan concesiones políticas a los palestinos.

Leah agregó que los israelíes fueron "terroristas" contra Gran Bretaña en 1948. "Es imposible que Arafat pueda detener el terror si no hay avances en el proceso de paz. ¿Qué es lo que esperamos?", preguntó.

"Los israelíes no dejamos de utilizar el terrorismo a pesar de los intentos en contra de todo el ejército británico. La eliminación del terror no es una tarea sencilla. No se debe a que Arafat no lo intente", añadió la viuda de Rabin. (FIN/IPS/tra-en/dho/rj/ml-aq/ip/97

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