El contrapunto entre las posiciones de la Unión Europea y Estados Unidos en relación al Mercosur quedó nuevamente en evidencia durante una reunión promovida por el Foro Económico Mundial en esta ciudad de Brasil.
La III Cumbre Económica del Mercosur, inaugurada por el presidente de Argentina, Carlos Menem, y clausurada por el de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, movilizó a unos 400 empresarios de varios países y numerosos representantes gubernamentales.
Menem y Cardoso dejaron claro que ningún problema puede ser tan grande que perjudique las relaciones entre los socios del Mercosur, el pacto subregional que integran también Paraguay y Uruguay, y al que están asociados Bolivia y Chile.
Durante los tres días de reunión, decenas de políticos y empresarios delinearon un cuadro optimista del futuro del bloque.
Menem aseguró que "no existe horizonte de integración en la región sin el Mercosur" y Cardoso afirmó que es "una prioridad anterior al ALCA (Asociación de Libre Comercio de las Américas)".
La firme posición de los dos mayores socios del bloque subregional obligó a cambiar de estrategia al gobierno de Estados Unidos y su representante, Thomas McLarty, llegó a Brasil con un discurso muy diferentes al de los últimos tiempos.
"El Mercosur es una realidad importante de América Latina y no debe ser desmembrado para la formación del ALCA", afirmó McLarty.
La voluntad de acercamiento de la Union Europea al Mercosur fue ratificada por el vicepresidente de la Comisión Europea, el español Manuel Marín.
Marín recordó que la creación de una zona de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea fue acordada en Madrid en diciembre de 1995 , y aseguró que el bloque sudamericano "entrará al próximo siglo como uno de los actores centrales de la geopolítica mundial".
Jesús Seade, subdirector general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), señaló por su parte que el Mercosur debe buscar eficiencia como bloque.
Se registró una coincidencia general en que esta es la hora de la integración en infraestructura.
"La integración sólo podrá avanzar si hay compromisos con la unión física entre los países", apuntó el ministro brasileño de Planeamiento, Antonio Kandir, y añadió que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y social cuenta con 18.900 millones de dólares para proyectos de transporte y energía.
Dentro de ese paquete, Kandir destacó la llamada autopista del Mercosur, en fase de proyectación a través de la integración de rutas brasileñas, uruguayas y argentinas, las hidrovías Tiete- Paraná y Paraná-Paraguay, y los proyectos de unión energética.
"Ya estamos utilizando energía eléctrica argentina y los gasoductos entre Bolivia y Brasil y entre Argentina y Uruguay van a cubrir un gran desfasaje en la energía de utilización industrial", afirmó el ministro.
"A corto plazo nuestro mayor desafío es garantizar los recursos para esas inversiones", dijo Kandir.
Del lado chileno las opiniones son similares. Alvaro García, ministro de Economía, sostuvo que en la mayoría de los países de América Latina las situaciones políticas son más sólidas que en períodos anteriores, con déficits públicos menores, inclusive con países con superávit.
"Eso crea condiciones para el aporte seguro de capitales tanto en inversiones de proyectos directos como en los grandes procesos de privatización existentes", dijo García.
Para el ministro chileno el Mercosur vuelve a los países de la región más fuertes económicamente y eso es una gran ventaja sobre los países asiáticos. Las grandes compañías internacionales por su parte avalan que el Mercosur ya es un éxito y necesita pensar los pasos siguientes.
"Como será el desarrollo del Mercosur en el próximo siglo" fue la pregunta presentada por Fred Steingraber, jefe de la delegación de empresarios al encuentro.
Manifestó que la preocupación de las empresas con respecto a la región pueden ser resumidas en cuatro problemas básicos: bajo ritmo de crecimiento económico, disminución de las exportaciones, mala distribución de la renta y dificultad de que la región se vuelva mercado para productos y servicios de alto valor agregado.
"Además, faltan mecanismos eficientes para resolver controversias tarifarias", concluyó el vicedirector de la OMC, Jesús Seade.
El tema de las privatizaciones de empresas públicas ocupó también lugar de destaque en las discusiones.
En América Latina se desarrollaron 50 por ciento de los programas de privatización del mundo entre 1988 y 1995, con un producido de 130.000 millones de dólares. De ese total, 25 por ciento fue de países miembros del Mercosur.
Ese liderazgo fue obtenido a través de la venta de 750 compañías estatales y deberá ser mantenido en los proximos años gracias al programa brasileño, que en los próximos años deberá movilizar 80.000 millones de dólares, según el presidente del Banco Francés y Brasileño, Sergio de Freitas.
El brasileño es uno de los programas más grandes a nivel mundial.
En el este europeo, por ejemplo, las ventas de empresas públicas deberán dejar 57.000 millones de dólares y los gobiernos de la región están actuando intensivamente en la defensa de los programas, según afirmó Ernest Moritz Lipp, miembro del Consejo Administrativo del Dresdner Bank de Alemania.
El ministro de Comercio Exterior de Italia, Antonio Fantozzi, sugirió durante el encuentro que Brasil tome el ejemplo de su país, donde hubo una amplia distribución de las acciones de las empresas estatales privatizadas.
"Eso eleva el nivel de concientización popular sobre la necesidad de la economía de mercado", dijo el ministro.
A pesar de las críticas de los últimos años por la demora en actuar en sectores prioritarios como energía y petróleo, los números muestran que el proceso brasileño de privatización es mayor de lo que se ha hecho en casi todo el mundo.
En el área de energía eléctrica, por ejemplo, el gobierno del Estado de Sao Paulo, el mayor de Brasil, ya anunció que las compañías estatales de esa área estarán todas vendidas en menos de dos años.
Según el Secretario de Energía del Estado, David Zylberstajn, deberán ser recaudados solamente en esa etapa 11.000 millones de dólares, de los cuales 10 por ciento deberán ser utilizados en programas sociales. (FIN/IPS/awm/ag-jc/if/97