INDIA: Conflictos étnicos en el nordeste podrían agravarse

El gobierno de India envía mensajes contradictorios a los 35 millones de personas que residen en el nordeste del país, fronterizo con Bangladesh, Birmania y China, mientras el secesionismo crece a causa del descontento étnico.

Por una parte, Nueva Delhi ofreció negociaciones de alto nivel en Ginebra a la principal organización de la etnia naga, el Consejo Nacional Socialista de Nagaland para acabar con una rebelión que ya lleva 50 años.

Pero, por otro lado, la "mano dura" del gobierno afloró en Assam, el estado más grande del nordeste, donde nombró gobernador al ex general S. K. Sinha, un "halcón" del ejército. Esta decisión promete aun más tensión en una zona donde los ánimos no están calmos.

La designación es respuesta a los atentados con bomba y los tiroteos que provocaron 40 muertes en un mes. Además, el conocido activista social Sanjoy Ghose fue secuestrado y es posible que haya sido asesinado por el secesionista Frente Unido de Liberación de Asom (ULFA).

El gobierno no pudo rescatar a Ghose a pesar de la presencia de un gran contingente del ejército en la zona y de los contactos que estableció con el ULFA a través de altos diplomáticos.

Sinha fue candidato a diputado por el partido derechista hindú Bharatiya Janata, que se ha caracterizado por sus posiciones hostiles hacia la población del nordeste, donde no predomina la religión hindú.

Al mismo tiempo, el policía K. P. S. Gill fue designado asesor de seguridad de Sinha. Gill es conocido por su actuación en la represión contra la guerrilla en Punjab, que lo convirtió en un héroe para los partidarios de la "mano dura" pero le granjeó acusaciones de organizaciones de derechos humanos.

Distintos grupos étnicos de Assam reclaman desde 1979 la creación de territorios con autonomía especial. Entre esas poblaciones figuran los bodos, tribus de las praderas, grupos raleados como los mishings y los rabhas, los karbis, que habitan las zonas montañosas, y los bengalíes.

También hay tensión étnica en los estados de Manipur, Meghalaya, Tripura. En Mizoram acabaron las rebeliones luego de tres decenios. Los únicos estados del nordeste donde reina una relativa calma son los de Arunachal Pradesh y Sikkim, anexado por India en 1976.

El nordeste de India se ubica en la periferia del país, tanto en lo geográfico como en lo social. El sistema de castas nunca penetró con plenitud, ni tampoco la estructura de predominio masculino del resto del país. Existe, incluso, una considrable sociedad matriarcal en Meghalaya.

Gran Bretaña no incursionó en la zona en la época colonial, si bien alentaba la tarea de los misioneros. Y, aunque estas sociedades tribales sufren grandes carencias económicas, en algunos estados hay altos porcentajes de alfabetización.

Nueva Delhi goza de escasa credibilidad en el nordeste, en primer lugar porque ha ofrecido armas a distintos grupos militantes para que se hostigaran unos a otros. En segundo término, la población considera que los gobiernos regionales son parásitos y corruptos.

Además, las autoridades han recurrido a una represión extrema para controlar la militancia. Las fuerzas de seguridad han sido llevadas ante la justicia por no distinguir entre militantes de línea dura y civiles, lo que lleva agua al molino de los grupos rebeldes.

La zaga del nordeste en materia de desarrollo respecto del resto del país ha sido estimada en 6.000 millones de dólares. La zona recibe menos de 0,5 por ciento de la inversión nacional, a pesar de que psee grandes recursos naturales, entre ellos bosques primitivos. (FIN/IPS/tra-en/pb/an/mj/ip/97

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