CUBA: Tres nuevos atentados contra industria turística

Tres explosiones en otros tantos lujosos hoteles de la capital de Cuba que ocurrieron hoy al mediodía constituyen otro eslabón en una cadena de atentados contra la industria turística en la isla del Caribe.

Los explosivos estallaron en los vestíbulos de los hoteles Copacabana, Chatau Miramar y Tritón, todos situados en el barrio residencial de Miramar, entre las 12.00 y las 13.00 horas de Cuba (16.00 y 17.00 GMT).

Como en los casos precedentes, los atentados dejaron escasos daños materiales, pero al menos una persona resultó herida en el hotel Copacabana.

Una empleada del hotel y testigo de los hechos dijo, sin embargo, que la persona podía haber muerto y aseguró que se trataba de un turista italiano.

Los primeros rumores sobre atentados a la industria turística cubana corrieron en abril cuando trascendió que una explosión había destruido el baño de la discoteca del hotel Meliá Cohiba, uno de los tres de más categoría en la isla.

Versiones de prensa procedentes de Estados Unidos aseguraron que por esos días se registró otro intento más en ese mismo hotel y dos en el balneario de Varadero, principal polo turístico de Cuba, a 140 kilómetros de La Habana.

Todo pareció confirmarse el 12 de julio al mediodía, cuando dos explosiones con una diferencia de diez minutos en los vestíbulos de los hoteles Capri y Nacional, en la zona más céntrica de La Habana.

Los atentados tuvieron un nuevo capítulo al amanecer del 4 de agosto en el hotel Meliá Cohiba y el día 22 ocurrió una explosión en hotel Sol Palmeras de Varadero, atribuida por la gerencia a la instalación a la "sobrecarga de un transformador".

El Ministerio del Interior de Cuba afirmó el 12 de julio que tenía pruebas de que tanto los materiales como las personas involucradas en las explosiones de ese día procedían de Estados Unidos.

El viceministro de Turismo, Eduardo Rodríguez de la Vega, dijo el 21 de julio que los autores de los atentados tenían vínculos con grupos de exiliados cubanos en Miami en contubernio con organizaciones muy cercanas al gobierno de Bill Clinton.

Rodríguez descartó el daño que podría traerle ese tipo de atentados a la esfera turística y aseguró que hasta el momento los vuelos a la isla se mantenían llenos y los turoperadores no reportaban afectaciones.

Representantes de varios grupos de oposición clandestinos condenaron los atentados contra los hoteles Capri y Nacional y descartaron que sus responsables pudieran estar vinculados a algunos de los movimientos disidentes conocidos.

Hasta el momento, los atentados se caracterizan por provocar escasos daños materiales y, según analistas locales, la finalidad de sus autores es provocar un efecto sicológico contra el dinamismo de la industria del ocio en Cuba.

El turismo es la principal fuente de ingresos para la economía cubana que enfrenta una fuerte crisis depresiva desde 1990.

Cuba atrajó más de un millón de turistas en 1996. En los primeros meses de este año habían llegado a la isla 579.000 visitantes. Estimaciones oficiales apuntan a un crecimiento de 18,5 por ciento en la cantidad de viajeros con relación a 1995. (FIN/IPS/da/mj/ip/97/97

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