ARGENTINA: Gobierno hace promesas a 40 días de elecciones

El gobierno de Argentina, acosado por el fantasma de una posible derrota en los comicios legislativos de octubre, prometió aumentar salarios y pensiones, subsidiar la creación de empleos y financiar deudas a pequeños empresarios y trabajadores autónomos.

En apenas una semana, el gobierno del presidente Carlos Menem se lanzó a una campaña de promesas que no fueron respaldadas en el presupuesto nacional para 1998, presentado este lunes en el Congreso.

A los maestros, en ayuno de protesta desde hace más de cinco meses, Menem les aseguró que habrá aumentos de sueldo a partir de 1998, y a los jubilados, el sector social que más retrocedió en su poder adquisitivo durante su gestión, también les prometió incremento de pensiones.

Las iniciativas de mejoras salariales, anunciadas cuando faltan 40 días para los comicios legislativos, siguieron esta semana con el anuncio de un subsidio a los empresarios que empleen a jefes de familia de más de 45 años, y una moratoria a los deudores impositivos.

Rodolfo Terragno, de la opositora Alianza para el Trabajo, la Justicia y la Educación, consideró que para que se puedan efectivizar esas promesas sería necesario replantear el presupuesto, que sigue sujeto a una estructura de Estado que ya no existe.

"Por suerte, los antecedentes de Menem juegan a su favor y los inversores descreen de sus promesas", ironizó Terragno al descartar que quienes invierten sus capitales en Argentina puedan estar preocupados por un eventual desbalance en las cuentas públicas.

El presupuesto de gastos para 1998 es de poco más de 48.000 millones de dólares, con un déficit de 3.500 millones. Se trata de una previsión de gastos 2.000 millones de dólares superior a la de 1997, cuando los vencimientos de la deuda externa fueron más bajos.

En agosto, cuando nació la Alianza opositora, producto de la suma de la Unión Cívica Radical y el Frente País Solidario, el gobierno mantenía una estrategia de defender una gestión económica que logró la estabilización y el saneamiento de las cuentas públicas.

Pero a medida en que los aliancistas, embanderados en la lucha contra la corrupción y la falta de independencia de la justicia, comenzaron su campaña, el gobierno debió avanzar en una serie de promesas que, en principio, fueron rechazadas por los destinatarios.

Las diferentes encuestas señalan esta semana que la Alianza podría imponerse a nivel nacional o perder por escaso margen. Pero los anuncios oficiales fueron un búmeran que generaron más rechazo al oficialismo que adhesión.

Los jubilados organizaron este miércoles un acto frente al Congreso en el que quemaron las cartas que les envió el presidente diciéndoles que su gobierno fue el que más hizo por ellos, y prometiéndoles que tendrían un aumento en 1998.

El aumento prometido llevará las pensiones mínimas, que reciben 700.000 jubilados, de 150 a 200 dólares mensuales. La canasta básica de alimentos para una familia con dos hijos es de 1.500 dólares al mes.

Los maestros también reaccionaron con ofuscación ante las promesas oficiales de aumentar sus sueldos a lo largo de los próximos tres años y advirtieron que no levantarán el ayuno de protesta hasta no tener garant`as de que se acrecentará el presupuesto educativo. (FIN/IPS/mv/dg/if-ip/97

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