Una plaga de ratas azota la ciudad rusa de Vladivostok, en la costa del Pacífico, afectando hospitales y escuelas y diseminando enfermedades mientras la clase política discute quien habrá de pagar por su exterminación.
La población roedora tuvo un aumento estimado de 40 por ciento debido a una huelga de varias semanas de los recolectores de residuos que dejó las calles llenas de basura, así como a la reducción del presupuesto municipal para la exterminación de las ratas.
La plaga ha llegado a hogares, escuelas y hospitales, y las autoridades y trabajadores de la salud advierten que cuando bajen las temperaturas con el otoño, las ratas se trasladarán hacia el interior de los edificios desde los arbustos, pilas de basura y cloacas donde pasan el verano.
"Las ratas ya atacaron niños y varios padres pudieron ver a los roedores" en las salas infantiles del Hospital de Clínicas de la ciudad, afirmó Valentina Voronok, vicedirectora de la estación epidemiológica de Vladivostok.
Voronok agregó que están aumentando los casos de fiebre hemorrágica con síndrome renal, enfermedad asociada con las ratas. En el primer semestre del año, hubo 23 casos y siete personas contrajeron la enfermedad en las últimas seis semanas.
La incidencia de enfermedades provocadas por las ratas, similares a la escarlatina, se duplicó, sostuvo Ekaterina Zaitseva, médica en jefe del Comité Estatal de Supervisión Sanitaria Epidémica de la Estación de Desinfección Municipal.
Pero los expertos descartan la posibilidad de la aparición de la peste bubónica, la enfermedad que causó la "peste negra" en Europa durante la Edad Media. En la primavera boreal, las autoridades denunciaron la detección del mal en ratas negras de barcos originarios de China y el sudeste de Asia.
Sin embargo, Gennady Murnachyov, director del laboratorio epidemiológico de la ciudad, afirma que no se encontraron ratas portadoras de enfermedades en el puerto o zonas aledañas.
De haber habido una peste, las ratas negras habrían muerto en grandes cantidades, lo que no ocurrió, aseguró el zoólogo Georgy Trofimchuk.
Vladivostok cuenta con los medios para controlar infecciones que exigen cuarentenas, como el cólera y la fiebre amarilla, pero las autoridades se mantienen alertas frente al riesgo de la peste bubónica.
"Tenemos todas las condiciones necesarias para que se disemine", sostuvo Zaitseva.
Un problema más inmediato es el de las mordeduras de los roedores, que se están convirtiendo en algo habitual.
En los primeros seis meses del año 12 personas fueron tratadas por mordeduras, sostuvo Voronok. En julio, otras seis recibieron tratamiento por la misma razón.
Pero las ratas no transmiten enfermedades sólo por mordeduras, sino también a través de las heces. Las personas infectadas pueden transmitir la peste bubónica por vía aérea.
El control de los roedores es responsabilidad del Comité Estatal contratado por la ciudad. Zaitseva explicó que se necesitan al menos 300.000 dólares para eliminar a las ratas de las escuelas, hospitales y viviendas municipales.
Pero el municipio sólo aportó unos 20.000 dólares luego de que Tatiana Vershkova, principal médica de sanidad de la ciudad, enviara una carta de protesta por la falta de fondos. El tratamiento eliminará a las ratas de los edificios durante dos meses.
Los fondos servirán para la exterminación en algunos de los sitios más infectados de ratas, incluyendo cinco salas de maternidad, 30 escuelas y guarderías, nueve hospitales y clínicas, decenas de edificios de apartamentos y el laboratorio epidemiológico de la ciudad.
El intendente Victor Cherepkov afirma que la financiación no es responsabilidad del municipio sino del gobierno federal. Mientras se debate la cuestión, el problema se agrava.
A lo largo de sus vidas, dos ratas pueden producir hasta 1.000 vástagos, afirma Vershkova. "Este año, Vladivostok experimentó un crecimiento de 200 por ciento en enfermedades provocadas por roedores, comparado con 1996".
"Considerando la biología reproductora de los roedores, la implementación sistemática de medidas contra las ratas es esencial para reducir su cantidad y las enfermedades", previno Vershkova. (FIN/IPS/tra-en/jmp/ai/rj/aq-ml/en-he/97