Las cárceles de India y Pakistán albergan desde hace años a cientos de ciudadanos de uno y otro país, en su mayoría procesados por delitos menores, cuya liberación depende de la decisión política de sus gobiernos.
Los gobiernos no se ponen de acuerdo sobre el número exacto de detenidos de la nación vecina que mantienen en prisión y el sufrimiento de los prisioneros no está documentado.
Ambas partes permiten solo en forma parcial las visitas consulares a los presos, aunque ese derecho está incluido en las normas nacionales e internacionales.
Muchos de los prisioneros son pescadores pobres que cruzan sin proponérselo las fronteras marítimas en sus botes tradicionales, motorizados pero sin equipos de navegación.
El 15 de julio, Pakistán puso en libertad a 193 pescadores indios. El día siguiente India liberó a 194 pescadores paquistaníes, detenidos desde hace más de tres años.
La liberación fue resultado de la intención de los nuevos gobiernos en Nueva Delhi e Islamabad en ambos países de retomar un proceso de afianzamiento de sus relaciones.
Tanto el nuevo primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, como su par indio, Inder Kumar Gujral, declararon su compromiso a hallar soluciones a las ácidas disputas que dividen al subcontinente indio.
El silencio oficial de tres años entre los dos vecinos terminó en marzo, cuando delegaciones encabezadas por los cancilleres de cada país se reunieron en Nueva Delhi, un mes después de la elección de Sharif como primer ministro de Pakistán.
Aunque en conversaciones se trató el problema de los prisioneros, se aplazó la discusión de los detalles de su liberación hasta la segunda ronda de negociaciones entre los cancilleres, celebrada en Islamabad en junio.
Pero los dos países no se pusieron de acuerdo en la ocasión sobre la formación de un Grupo de Trabajo Conjunto que tratara el asunto, aunque los primeros ministros habían declarado en la cumbre de líderes del sur de Asia, celebrada en Maldivas en mayo, que los civiles detenidos serían puestos en libertad.
Hasta el canciller de Pakistán, Gohar Ayub Khan, declaró en mayo en Washington que la liberación de los prisioneros no podía aplazarse hasta la resolución de otros problemas porque "si siguen en la cárcel hasta que se solucione el tema de Cachemira, se convertirán en abuelos".
Autoridades de las dos naciones reconocen que el intercambio de prisioneros del mes pasado fue un paso para aumentar la confianza mutua. Con anterioridad, recuperó la libertad un grupo de niños indios encarcelados junto a sus familiares en Pakistán.
Grandes diferencias dividen a India y Pakistán desde la independencia de ambas del colonialismo británico 1947. Desde entonces hubo tres guerras, la última en 1971.
Durante las últimas dos décadas, los dos países mantuvieron enfrentamientos armados por el dominio del desértico glaciar Siachin.
Pero la principal disputa entre los dos radica en el control de Cachemira, el estado septentrional de India de población en su mayoría musulmana, dividido en una guerra entre India y Pakistán en 1948.
El fracaso de las negociaciones entre los dos países en 1993 se debió a la falta de acuerdo sobre Cachemira.
La interrupción de las conversaciones significó que los prisioneros extranjeros permanecieran en la cárcel.
Pocos habrían cometido delitos graves. En realidad, fueron procesados por irregularidades como la violación del lapso de permanencia de sus visas o la falta de presentación ante la policía, según activistas de derechos humanos.
En 1996, el primer ministro Gujral, entonces canciller de India, declaró que 1.249 de sus compatriotas estaban encarcelados en Pakistán, incluyendo los pescadores, de los cuales dos murieron en prisión.
El gobierno de Pakistán admite que mantiene a 327 indios en las cárceles del país, pero su número varía ya que ambas partes siguen realizando nueva detenciones, en especial de pescadores, sin liberar a los que ya estaban presos.
Pakistán reconoce la presencia de 169 de sus ciudadanos en prisiones de India. Las autoridades paquistaníes señalan que la Alta Comisión Paquistaní en Nueva Delhi tiene acceso consular a los prisioneros.
Sin embargo, la Sociedad Cooperativa de Pescadores de Pakistán estima que se encuentran 253 pescadores paquistaníes en las cárceles de India, de los cuales 193 ya fueron liberados.
"O India solo retiene a 169 paquistaníes o el gobierno de Islamabad no sabe cuántos de sus ciudadanos están desaparecidos", dijo un activista de derechos humanos de la capital de Pakistán.
En mayo, el ministro de Justicia de India, Ramakant Khalap, declaró ante la Cámara Alta del parlamento que 54 efectivos militares, desaparecidos en acción en las guerras de 1965 y 1971 con Pakistán, se encuentran detenidos en ese país.
Islamabad niega que mantenga prisioneros de guerra en custodia, una afirmación que no puede verificarse porque las autoridades de India sólo pueden ver a sus ciudadanos en dos prisiones de Pakistán, en Rawalpindi y Multan.
Los funcionarios paquistaníes pueden visitar a los presos compatriotas solo en la prisión india de Jaipur.
Grupos de ciudadanos de ambos bandos exigen una mayor transparencia en las relaciones bilaterales, lo que podría disminuir las tensiones entre los países pero llevará tiempo y perseverancia. (FIN/IPS/tra-en/aj/an/aq-mj/hd ip/97