Funcionarios clave del régimen militar de Nigeria están embarcados en una campaña electoral indisimulada a favor del presidente Sani Abacha cuando faltan 13 meses para las elecciones.
El coronel Mohammed Marwa, administrador militar del estado de Lagos, ha dedicado la semana pasada a recorrer diversos medios de comunicación para describir al general Abacha como el más experimentado servidor público de este país de Africa occidental.
La intensa actividad del funcionario fue interpretada como un mensaje a la ciudadanía con miras a los comicios del 1 de octubre de 1998.
Abacha "pasó por todos los rangos, de segundo teniente a general. Es el único comandante en jefe que ocupó por todos los niveles de comando", dijo Marwa, entrevistado por la principal estación de radio y televisión privada del país.
El funcionario afirmó que el mandatario militar tiene amplia experiencia de gobierno y "sabe a lo que se expone en una carrera política". "El es cauteloso y disciplinado. Si dice que será candidato, lo apoyaré", afirmó.
Si Marwa fue sutil, muchos otros funcionarios, en especial los militares, fueron más directos y controvertidos.
El coronel Ahmed Usman, administrador militar del estado de Oyo, dijo que renunciaría al cargo si Abacha lo designa gerente de su campaña electoral. "Estoy listo para servir al general", declaró.
El ministro de Tareas Especiales, Wada Nas, también se comprometió a apoyar una eventual campaña del mandatario.
Estas declaraciones dejan en evidencia que Abacha, o al menos sus allegados, está preparando una suave transición personal de dictador a presidente democráticamente elegido.
Las manifestaciones de respaldo se suceden en las calles de todas las ciudades y poblados nigerianos. Circulan por doquier fotografías del dictador y copias de sus discursos. Funcionarios del gobierno suelen llevar en la solapa insignias con la efigie de Abacha.
"Llevar emblemas no es nada nuevo. Después de todo, en los tiempos anteriores a la independencia muchos llevaban una con el perfil de la reina Isabel II" de Gran Bretaña, dijo el comandante de la Marina, Anthony Onyearugbulem, administrador militar del estado de Ondo.
"El general Abacha tiene derechos como cualquier ciudadano libre de este país, entre ellos el de expresar sus deseos ante el pueblo nigeriano. El general no ha dicho si será candidato, por lo que es prematuro hablar de campaña", agregó Onyearugbulemn.
Abacha dijo a comienzos de año al diario estadounidense The Washington Post que su postulación dependía de sus simpatizantes, lo que enfrió el ardor de los restantes aspirantes a la jefatura de gobierno.
Los medios están inundados de declaraciones de dirigentes que se postulan a gobernador en los 36 estados, en elecciones que también se celebrarán el año próximo, pero ninguno se ha atrevido a manifestar en público sus intenciones de ser candidato a presidente.
Aquellos que en algún momento se declararon interesados en el cargo se desdijeron luego para alabar a Abacha y la transición que le impuso al país más populoso de Africa, que tuvo tres breves períodos de democracia desde su independencia en 1960.
Joseph Garba, un ex ministro de Relaciones Exteriores que no oculta sus ambiciones políticas, ha insinuado que la cautela de los potenciales competidores de Abacha se deben a la intención de evitar una marcha atrás.
La gubernamental Comisión Nacional Electoral de Nigeria (NECON) tiene a su cargo la revisión de los antecedentes de los candidatos para corroborar que sean buenos pagadores de impuestos y carecen de impedimentos legales, una atribución que podría utilizar de forma discrecional.
Otros aspirantes a presidente pertenecen a las filas militares y temen un corte abrupto de sus carreras si desafían a Abacha. (FIN/IPS/tra-en/wm/kb/mj/ip/97


