El gobierno de Montserrat, amenazado por la erupción del volcán Mont Soufriere, sostiene que la evacuación de residentes de la isla caribeña "no es precipitada".
"La gente se va con cierta resistencia", dijo Herman Sergeant, jefe del departamento de Información de Montserrat, y agregó que uno de los motivos es que las personas que aún no serán evacuadas vivirán en el norte de la isla.
El secretario permanente del ministro jefe dijo que "hay mucha tristeza. Familias y amistades se rompen, la gente pierde el sentido de la esperanza, y observa cómo desaparecen los ahorros de toda su vida".
No obstante, la mayoría de los que piensan dejar la isla habla sobre la posibilidad de retornar, destacó.
Muchas más personas optaríaN por quedarse en la isla si hubiera viviendas, afirmó Rose Willock, directora ejecutiva de la estatal Radio Montserrat.
Willock, quien hace dos semanas fue nombrada por la red de televisión estadounidense ABC la "Persona de la Semana", acusó a los medios internacionales de desahuciar a Montserrat con informaciones sensacionalistas, desequilibradas e inexactas.
"Los medios internacionales parecen pensar que Montserrat debería desaparecer, y les gustaría que sucediera para poder tener noticias de portada y vender más diarios. Pero Montserrat no va a desaparecer", sostuvo.
Willock dijo que hay viviendas vacías para alquiler que podrían utilizarse en el norte del país, mientras subrayó el papel de muchos que trasladan oficinas de gobierno, bancos y negocios.
La periodista, quien se cuenta entre los evacuados de Salem, al norte, intenta encontrar una nueva sede para Radio Montserrat, después que el gobierno decidiera que la permanencia en el antiguo sitio no es segura.
Tras la erupción del 25 de junio, en la que murieron 10 personas (al menos nueve están desaparecidas), las 5.500 personas que quedaron en Montserrat intentaron reconstruir sus comunidades en el norte de la isla, la llamada "zona de seguridad". El tercio sur de la isla fue abandonado y se prohibe pasar por él.
Los últimos "bastiones" en la sección norte de esa área fueron desalojados, se demarcó una zona central de contención y la ciudad de Salem, convertida en nuevo centro comercial tras la evacuación de la capital, Plymouth, hace un año, fue designada nueva capital.
A comienzos de este mes, cuando se aguardaba un nuevo paquete de ayuda internacional, el Mont Soufriere volvió a entrar en erupción, con mayor intensidad que en junio, aunque esta vez no hubo muertos. El 4 de agosto, los edificios restantes en Plymouth fueron tragados por los incendios.
Los riesgos aumentaron en la zona central, y los habitantes de la zona fueron trasladados más al norte.
El 11 de agosto, una declaración del Observatorio de Montserrat advirtió sobre "potenciales explosiones" que podrían ocurrir de un momento a otro, y ser "más intensas y largas que las ya experimentadas".
Tras dos años de erupciones intermitentes, el Monte Soufriere podría haber atravesado sólo un tercio de su proceso hacia la conclusión de la fase eruptiva.
El fin de semana la zona central fue declarada insegura y Salem, la nueva capital, fue abandonada. Otras 300 personas se instalaron en los refugios ya atestados del norte. Otros se prepararon para partir, en general hacia Antigua, planteando la cuestión de la viabilidad de la colonia.
Fuentes del gobierno y del sector privado estiman que unas 3.00 personas necesitan permanecer en la isla para que esta sea viable. No hay estimaciones sobre la población actual, pero el consenso indica que se estaría cerca de esa cifra.
Mientras, se despliegan planes de contingencia. La fragata británica "HMS Liverpool" permanece a una distancia de 24 horas de navegación de Montserrat, con la misión de organizar una posible evacuación. (FIN/IPS/tra-en/ps/cb/lp/ip/97