INDIA: La corrupción ha constituido un gobierno paralelo

Las autoridades de India admitieron que la corrupción ha alcanzado una magnitud tal que organizaciones criminales constituyen una suerte de "gobierno paralelo", mientras la imagen del país en el exterior sufre un franco deterioro.

Dos ex primeros primeros ministros, un ex jefe de gobierno de un estado y el presidente del principal partido de la coalición de gobieron están bajo investigación en India por malversación de dinero público.

Todos los partidos políticos han sufrido acusaciones de uso impropio del presupuesto. La suma total del dinero involucrado en estas operaciones podría haber permitido al gobierno enviar a la escuela a cada uno de los niños del país, el segundo más poblado del mundo.

El primer ministro Inder Kumar Gujral admitió la semana pasada que la corrupción ha penetrado en todos los aspectos de la vida en India, y advirtió que el daño era tan profundo que el estado no podría combatirla sin ayuda.

Una organización internacional de lucha contra la corrupción, Transparencia Internacional, con sede en Berlín, ubicó a India como el octavo país con peor imagen en materia de corrupción a los ojos de los empresarios de todo el mundo.

El Ministerio del Interior de India corroboró la existencia de una generalizada corrupción en el país en un informe que entregó al parlamento.

Los datos que contiene ese documento fueron recopilados por altos funcionarios, entre ellos los jefes de las agencias de inteligencia interna y exterior.

El informe revela que organizaciones criminales con conexiones internacionales corrompieron la maquinaria estatal india a todos los niveles, y que, de hecho, se constituyeron en un gobierno paralelo.

"Las organizaciones criminales se han convertido en ley. Elaboran normas y se aseguran de que todos obedezcan", según el Ministerio del Interior.

Jueces y policías también ha sucumbido, incapaces de combatir la violencia y la corrupción que alcanzaron "proporciones caóticas".

En el estado oriental de Uttar Pradesh y en los septentrionales de Bihar y Haryana, por ejemplo, la crisis es terminal. Los delincuentes gozan a la vista de todos del mecenazgo de políticos locales y funcionarios del gobierno.

Muchos políticos corruptos comienzan sus carreras dentro de esas pandillas y, con los años, resultan elegidos para ocupar escaños parlamentarios o cargos de gobierno a nivel estatal y aun nacional. Muchos legisladores estatales y algunos nacionales han sido denunciados por actividades criminales.

"Estos elementos han obtenido considerable protección, lo que perjudica el funcionamiento de la administración y la seguridad y las propiedades de la gente común", establece el informe.

"Para sobrevivir en India hoy un individuo debe contar con influencia o dinero, o con ambas cosas", admitió un alto funcionario que reclamó reserva sobre su identidad.

El informe del gobierno sostiene que derechos básicos como vivienda, agua limpia, electricidad y teléfono son de acceso casi imposible para cualquier indio que no cuente con un padrinazgo.

En los años 70, India era calificada con indulgencia por expertos internacionales como "una anarquía que trabaja", pero hoy dejó de trabajar. Lo que le impide avanzar no es ahora la turbulencia política y la tensión sectaria, sino la corrupción y una crisis total que se cierne sobre sus instituciones.

Aun la policía y los funcionarios de seguridad reconocen que la regla de la ley no se cumple, sino la ley de la jungla, sin que el estado se haga cargo de nada. Asesinatos y secuestros son cometidos por personajes influyentes con total impunidad. (FIN/IPS/tra-en/rb/an/mj/ip/97

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