ESTADOS UNIDOS: Jornaleros mexicanos votan por su sindicalización

Los inmigrantes mexicanos que participan en la recolección de fresas en el estado de California se unirán en breve al mayor sindicato de trabajadores agrícolas de Estados Unidos, según confía esa organización.

Luego de un año de intensa campaña, el Sindicato Unido de Trabajadores Agrícolas (UFW) asegura contar con el apoyo de cientos de trabajadores para convocar a un plebiscito que decida la sindicalización de 1.600 jornaleros de la compañía Coastal Berry, la mayor productora de fresas de California.

La cosecha de California representa 80 por ciento de la producción de fresas Estados Unidos y emplea a 20.000 trabajadores. La votación está prevista para antes de la temporada alta de la fresa, a mediados de septiembre.

El resultado del plebiscito habrá de trascender los campos de California hasta llegar a América Latina. Por años, los recolectores, en su mayoría inmigrante mexicanos ilegales, estuvieron sujetos a salarios bajos, despidos arbitrarios y acoso sexual.

La sindicalización les otorgará autoestima y favorecerá la organización sindical en el medio rural de México, sostienen los dirigentes del UFW.

La campaña del UFW por la sindicalización de los trabajadores de Coastal Berry fue resistida por los productores agrícolas.

Mike Miller, propietario de la compañía Del Llano, en Watsonville, California, cree que la sindicalización de los jornaleros arruinaría su negocio, y menciona el ejemplo de una granja productora de lechugas, que se vio obligada a cerrar por las reglas sindicales.

"Los obreros trabajaban con lentitud" en esa empresa agrícola "y aprovechaban toda situación que podían para no trabajar", aseguró Miller.

El presidente del UFW, Arturo Rodríguez, replicó a Miller que muchas empresas han prosperado tras firmar los convenios colectivos de trabajo.

Rodríguez confía en que los trabajadores de Coastal Berry votarán en forma abrumadora por su incorporación al sindicato, y que la compañía negociará un contrato laboral.

El UFW ya ganó en los últimos años tres votaciones en empresas productoras de fresas, pero las posteriores negociaciones contractuales no tuvieron éxito. Un agricultor destruyó su cosecha, para resistir el contrato laboral.

No obstante, "tenemos razones para pensar que los directivos de Coastal Berry aceptarán negociar de buena fe con sus trabajadores, luego de la votación", declaró Rodríguez a IPS.

Richard Timan, representante legal de Coastal Berry, confirmó que, si el sindicato gana el plebiscito, que será supervisado por funcionarios del gobierno, la compañía "negociará un contrato" colectivo.

Si bien son muchos los jornaleros agrícolas sometidos a duras condiciones de trabajo, el UFW concentró su esfuerzo en las granjas productoras de fresa cuando los obreros del sector tomaron la iniciativa de sindicalizarse.

Las estadísticas del gobierno señalan que los recolectores ganan un promedio de 8.500 dólares por año, muy por debajo de la línea de pobreza en Estados Unidos.

La gran mayoría no pueden conseguir empleo más allá de la temporada de recolección de seis meses, debido a las escasas oportunidades de trabajo para inmigrantes que sólo hablan español.

"Es difícil mantener una familia en estas condiciones" dijo una trabajadora que vive con siete familiares en una casa sobre ruedas de una habitación.

Empleada de Coastal Berry desde hace cinco años, ella y su esposo, también recolector, mantienen a sus hijos con un ingreso combinado de 16.000 dólares por año.

La obrera espera que el contrato laboral acabe con el acoso sexual que sufrió en los campos de recolección. "Algunos capataces presionan sexualmente a las mujeres", denunció.

Coastal Berry tuvo una posición neutral en la campaña previa al plebiscito sindical. Es la primera vez que una empresa agrícola toma la decisión de aguardar sin resistencia el resultado de una movilización de ese tipo.

El acuerdo alcanzado con la compañía autoriza a los representantes del UFW a ingresar en los campos de trabajo durante la hora del almuerzo para hacer proselitismo entre los trabajadores.

Antes, los sindicalistas tenían prohibida la entrada a la propiedad de la compañía y debían utilizar megáfonos para dirigirse a los trabajadores desde caminos adyacentes.

El UFW mantuvo una larga lucha para lograr esas concesiones. Durante un año organizó manifestaciones y medidas de protesta en las que participaron el actor de cine Martin Sheen, de origen hispano, y dirigentes religiosos.

Como resultado, Monsanto Corporation, anterior propietario de Coastal Berry, adoptó una actitud neutral ante la campaña para la votación, e idéntica decisión tomaron los nuevos propietarios de la compañía, que este año le dieron su nombre.

"En las últimas semanas vimos un cambio marcado en la política patronal. Los propietarios permiten a los sindicalistas realizar su campaña proselitista en un ambiente sin intimidación", destacó Rodríguez.

La actitud de Coastal Berry inquieta a las compañías vecinas, que temen la victoria del sindicato.

En julio, la Asociación de Productores Agrícolas del Oeste impugnó por supuestas irregularidades la convocatoria a la votación ante el Consejo de Relaciones Laborales Agrícolas del estado de California.

La Asociación argumentó que la convocatoria no tuvo el apoyo del número legalmente exigido de trabajadores y que el UFW, federado en la AFL-CIO, la mayor central sindical de Estados Unidos, no estaba habilitado para realizarla.

Rodríguez desestimó la denuncia. Según aseguró, el UFW cumple con las normas establecidas para convocar a una votación sindical, cuya celebración exige la firma conforme de 30 por ciento de los trabajadores involucrados. (FIN/IPS/tra-en/re/aa/aq- ff/97

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