La huelga del correo privado United Parcel Service (UPS) focalizó la atención pública sobre la situación de todos los trabajadores eventuales, el sector de mayor crecimiento de la fuerza de trabajo de Estados Unidos.
John Sweeney, líder de la principal federación sindical del país, resta importancia a los informes oficiales sobre el aumento del empleo bromeando sobre un trabajador que, frente a las "buenas noticias", respondió: "Oh sí, yo tengo tres de esos empleos".
Para Sweeney, presidente de la Federación Estadounidense de Trabajo-Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), esa broma simboliza el dilema al que se enfrentan todas las partes del mercado laboral estadounidense, puesto de relieve por la huelga de UPS, que involucra a 185.000 miembros de la Hermandad Internacional de Camioneros.
"La cuestión va mucho más allá de UPS", declaró Sweeney en entrevista con la cadena de televisión ABC, el domingo. "Los trabajadores están enojados y preocupados… La economía parece muy saludable, pero ellos no reciben su justa parte", dijo.
La huelga, que este lunes entró en su segunda semana sin perspectivas de arreglo entre los administradores y los camioneros, obtuvo amplia solidaridad por llamar la atención hacia el trabajo temporal, que constituye 18 por ciento de todos los empleos de Estados Unidos.
Aproximadamente 60 por ciento de los 300.000 empleados de UPS seleccionan o cargan paquetes y reciben 10 dólares por hora en su carácter de "trabajadores eventuales", aunque muchos trabajan 35 horas o más por semana.
El presidente de la Hermandad Internacional de Camioneros, Ron Carey, urgió a UPS a esforzarse por dar a estos trabajadores (que incluyen dos tercios de todos los miembros del sindicato) empleos de tiempo completo, que se pagan dos veces más e incluyen pensiones y otros beneficios.
La administración de UPS rechazó la propuesta de los camioneros de crear 10.000 trabajos fijos en los próximos cinco años y sólo ofrece crear 1.000 de esos empleos y permitir a los jornaleros postularse para puestos que queden vacantes por jubilaciones.
James Kelly, presidente de UPS, dijo a ABC que es posible que haya un problema nacional con los trabajadores eventuales, pero que la gigante del envío de paquetes no forma parte de ese problema.
"Los jornaleros de UPS ganan 11 dólares por hora (sic), tienen varios beneficios y 25 días de vacaciones pagos al año", argumentó.
Pese a las afirmaciones de los ejecutivos, los jornaleros que trabajan 40 horas por semana en UPS ganan menos de 16.000 dólares al año, suma inferior al ingreso máximo de una familia tipo para poder solicitar beneficios del sistema de bienestar social, destacó Steve Trossman, portavoz de los camioneros.
En cierta encuesta, agregó, dos tercios de los ex empleados de UPS encuestados citaron la falta de perspectivas de empleo fijo como la razón por la que dejaron la compañía.
Analistas de la industria sostienen que, durante años, UPS se mantuvo apartada de otras empresas que tienden a no proveer beneficio alguno a los jornaleros.
Pero el conflicto de UPS demostró cómo los empleos temporales de bajo salario se transformaron casi en una norma dentro del mercado laboral estadounidense, ya que de los 46.000 empleos que la empresa generó en los últimos cuatro años, 80 por ciento son eventuales.
La huelga, por lo tanto, se trata de un problema que "afecta los bolsillos de todas las familias trabajadoras", resaltó Sweeney en una manifestación de los camioneros, la semana pasada.
"Las familias de trabajadores son explotadas porque las empresas reemplazan los empleos de tiempo completo, con buen salario y plenos beneficios, por los empleos eventuales, sin beneficios ni seguridad", afirmó Sweeney. (FIN/IPS/tra-en/fah/aa/ml/lb/97