Una mezcla de rabia, decepción y lástima se apoderó hoy en Argentina de dirigentes de fútbol, simpatizantes y allegados al futbolista Diego Maradona, luego que un análisis antidopaje diera positivo.
Mientras Maradona sigue gritando gol en los puestas de periódicos desde la portada de una revista de fútbol, sus simpatizantes caminan cabizbajos por Buenos Aires tras conocer el primer resultado de la prueba tomada el domingo.
El título de la revista promociona el deseo del astro de jugar el mundial de Francia en 1998, una expectativa que hoy parece sepultada. El domingo 24 había comenzado en Argentina el primer torneo oficial y en menos de una semana se apagó la ilusión.
Su representante, Guillermo Cóppola, el presidente del club Boca Juniors, Mauricio Macri, su médico personal, Alfredo Cae, y amigos como el futbolista Claudio Caniggia, mostraron cautela en espera de la contraprueba, aunque manifestaron ya profunda pena.
Marcelo Zelaya, un simpatizante de Boca Junior, el más popular equipo de fútbol argentino en el que juega Maradona, se declaró "angustiado, con ganas de llorar".
Esta es la tercera vez que el astro arrastra a sus seguidores a una angustia semejante.
La primera vez fue en 1991, cuando en la cúspide de su carrera jugaba en el Nápoli de Italia y la prueba detectó que había consumido cocaína. La segunda vez fue en 1994, durante el campeonato mundial de Estados Unidos. Allí se encontraron restos de efedrina en su orina.
Ahora, la herida se revuelve con el nuevo resultado, pero el dolor es más profundo porque, como admitió Macri, la suspensión por reincidencia podría ser definitiva, de uno o más años. Pero todas las alternativas huelen a final para un jugador que cumple 37 años en octubre.
Muchos, como Zelaya, se declaran incondicionales de Maradona. Pero hay quienes realmente habían creído que esta vez no volvería a caer porque se jugaba su retiro definitivo y no lo perdonan.
"Estoy indignada", protestó una oyente de Radio Mitre. "Soy de las que consideraban que no había que darle otra oportunidad porque con todas las que le dimos nos hizo quedar mal en Boca, y nos hizo perder un mundial".
Otra mujer lloró largamente y advirtió: "Pido un gran respeto por ese muchacho, por su familia, que no lo persigan porque se va a matar".
Zelaya creía que Boca "podía ofrecele a Maradona un lugar donde terminar su carrera, aunque no jugara como antes", pero una vez más el número 10 traicionó las expectativas.
"Nosotros lo hicimos un dios, y el dios se drogó, ahora no nos sirve", afirmó Zelaya.
La contraprueba será solicitada por el club y su resultado se conocerá recién entre el lunes y el miércoles próximos. Pero ninguna de las personas cercanas al futbolista niega que allí se confirmará que ingirió alguna sustancia prohibida.
Si bien aún se desconoce si consumió cocaína, sus allegados parecían este viernes aludir a una persona muerta.
"Se lo veía tan bien, nunca lo vi con tanta energía, estaba muy tranquilo porque sus chequeos médicos daban normalidad absoluta", decía sorprendido su médico.
Un simpatizante dijo sentirse igual que en 1951, cuando murió Eva Perón, la esposa del entonces presidente argentino. "Aunque parezca exagerado, hoy siento que es un día de luto, un día de congoja en todo el país".
El jugador se llamó a silencio. Cóppola, su representante y vocero, declaró que "él no dice nada. Tiene la esperanza de que se produzca un milagro" cuando se conozca la contraprueba. Pero luego aludió a síntomas de una enfermedad, la adicción a las drogas. (FIN/IPS/mv/ag/ip-cr/97