Los países en desarrollo aumentaron sus arsenales 10 por ciento en 1996 y Estados Unidos continúa siendo su principal proveedor, según un informe del Servicio de Investigación del Congreso (CRS) estadounidense.
La venta de armas al mundo en desarrollo, que había declinado en los anteriores cuatro años, aumentó de 17.300 millones de dólares en 1995 a 19.400 millones en 1996, sostuvo el independiente CRS.
Estados Unidos fue por lejos el principal proveedor en 1996. Empresas estadounidenses vendieron armas por 7.300 millones de dólares a países pobres, o 37,6 por ciento de todas las armas transferidas al mundo en desarrollo durante ese año, dice el informe.
En cambio, en 1995 Washington sólo tenía 25 por ciento del mercado, con ventas por 4.100 millones de dólares.
El informe, elaborado por el experto Richard Grimmett y publicado en la última Convención sobre Transferencia de Armas a los Países en Desarrollo, sostiene que por sexto año consecutivo Washington fue el principal vendedor de armas a las naciones pobres, confirmando su lugar como el mayor proveedor del mundo.
Estados Unidos vendió el doble de armas a los países en desarrollo que Gran Bretaña, su principal competidor en 1996, y más del cuádruple que Francia y Rusia.
India adquirió armas por un valor de 2.500 millones de dólares, lo que la convierte en la principal compradora del mundo en desarrollo en 1996. La siguen Egipto, que adquirió 2.400 millones de dólares en nuevas armas, y Arabia Saudita, con 1.900 millones de dólares.
Entre 1989 y 1997, Riyad compró armas por 47.000 millones de dólares, confirmando su lugar como principal consumidor de armas del mundo en desarrollo. Ese total es tres veces mayor que el de Taiwan, que le sigue, y cuatro veces superior que el de Egipto, el tercer mayor receptor.
Washington recibió más de 70 por ciento de los pedidos de Arabia Saudita durante ese período y prácticamente todos los de Egipto, de acuerdo con CRS.
El estudio de 86 páginas, basado en información clasificada y pública sobre transferencia de armas, destaca que el incremento de la compra no fue exclusivo del mundo en desarrollo.
Las ventas mundiales de armas ascendieron a 31.800 millones en 1996, el primer incremento registrado desde 1992, cuando se acordaron ventas por 42.000 millones de dólares.
De todos modos, el total de 1996 se situó muy por debajo del de los años de la guerra fría o del período inmediatamente posterior a la guerra del Golfo, cuando muchos países de esa región se embarcaron en programas de rearme rápido.
La competencia por la venta de armas, especialmente al mundo en desarrollo, parece intensificarse entre los principales proveedores, señala el informe.
Pero probablemente la expansión de las ventas será contenida por los limitados recursos de la vasta mayoría de las naciones pobres, agrega.
Por otra parte, el informe predice que los fabricantes occidentales competirán duramente por nuevas oportunidades de venta ante la expansión hacia el este de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Otro factor a explotar es el interés de los gobiernos de Medio Oriente, Asia y América Latina por reemplazar antiguos equipos militares por arsenales modernos.
Las empresas estadounidenses de la industria aeroespacial recientemente lograron el levantamiento de una prohibición de 19 años a la venta de aviones de combate a América Latina cuando la administración del presidente Bill Clinton decidió revisar tales ventas "caso por caso".
La medida, enérgicamente condenada por los partidarios del desarme argumentando que producirá una carrera armamentista que los gobiernos latinoamericanos no pueden permitirse, dejará a las compañías Lockheed Martin y McDonnell Douglas Corporation competir por un contrato para proveer a Chile 24 aviones por 500 millones de dólares.
Así mismo, se prevé que Brasil comprará al menos 70 nuevos aviones de guerra el próximo año, por un valor cercano a 2.000 millones de dólares.
El informe, publicado antes del levantamiento del embargo, advierte que la medida sólo fortalecerá la posición ya dominante de Estados Unidos en el mercado mundial de armas.
En el período 1989-96, Washington fue el principal proveedor de armas a los países en desarrollo, con más de 80.000 millones de dólares en contratos, o 40 por ciento del mercado mundial.
Sus competidores más cercanos, Rusia y la antigua Unión Soviética, vendieron armas por 44.000 millones de dólares en el mismo período, pero la mitad de ese total fue vendido en los primeros dos años.
El informe predice que Washington continuará siendo el principal proveedor de armas del mundo en el futuro cercano, mientras Francia, que ocupó el primer lugar en 1994, Rusia y Gran Bretaña figurarán, con diferente orden, entre los cinco principales proveedores. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/ml/ip/97