Las memorias de centenas de víctimas del sida en Cuba fueron exhibidas hoy en La Habana, en el marco de una iniciativa que ya fue llevada a cabo en otros países para recordar a quienes murieron como consecuencia de ese mal.
"¿Sólo así he de irme? ¿Como las flores que perecieron? ¿Nada quedará en mi nombre? ¿Nada de mi fama aquí en la tierra? ¿Al menos flores, al menos cantos?", se lee en dorado sobre una tela negra, con la firma Chilan Balan-México.
"Cesar Manuel Ribé Pérez (abril de 1966-diciembre de 1996). Nunca te olvidaré por nuestra comunicación y tu valentía. Tu mamá", aparece escrito junto a unos espejuelos, un pañuelo, unas pequeñas flores y un pincel.
Una novia le escribe a su novio, un hombre a su pareja homosexual, un grupo a sus amigos. "Los quiero", escribió una joven de 33 años sobre una tela que presidió las actividades por el Día Mundial de Lucha contra el Sida, el pasado diciembre.
Su firma también pudo verse este lunes entre los 40 paneles exhibidos en los jardines del Capitolio Nacional, sede del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, como parte del proyecto "Memorias".
Con "Memorias" Cuba se convierte en el país número 36 que se incorpora al proyecto "Nombres", una iniciativa que surgió en Estados Unidos en 1987 con el fin de recordar a los muertos de sida y lograr una mayor sensibilidad social hacia la enfermedad.
"Nombres" fue nominado al premio Nobel de la Paz en 1989 y en diciembre del pasado año realizó su mayor exposición internacional en Washington con la presentación de 40.000 paneles procedentes de 24 países, entre ellos Cuba.
Las inusuales corchas miden 180 centímetros de ancho por 90 de ancho y tienen como requisito estar confeccionadas en telas resistentes e incluir textos y objetos personales colocados de tal forma que no se deterioren.
Reynaldo, Daniel, Mateo, Amado, Raúl, encabezan la lista de los 445 personas que desde 1986 hasta la fecha murieron de sida en Cuba y que es repetida una y otra vez por un grupo de jóvenes que alternan ante los micrófonos.
Cuba tiene 11 millones de habitantes y se encuentra entre los países de más bajo índice de infectados por el Virus de Inmunodeficiencia Humana, transmisdor del sida, con una tasa de 19,5 seropositivos por cada millón de habitantes.
Jorge Pérez Davila, subdirector del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK), reveló el día 7 que en los últimos 11 años fueron detectados 1.681 seropositivos, de los cuales 610 desarrollaron la enfermedad.
El experto, también director de un sanatorio especializado en el tratamiento de seropositivos, habló durante una conferencia internacional sobre sexualidad y sida que sesiona en La Habana hasta este jueves.
Estimados de las autoridades sanitarias aseguran que podrían existir en Cuba entre 300 y 350 casos de portadores del VIH que no han sido detectados a pesar de las pesquisas que se realiza a embarazadas, donantes de sangre y personas que se someten a operaciones quirúrgicas.
"Lo importante no es decir que somos uno de los países con menos casos de sida en el mundo, lo importante es comprender que es una realidad en nuestro país y que sigue avanzando", dijo Martha Beltrán, estudiante universitaria de 22 años.
Expertos locales lanzaron la alarma este año por el aumento en la isla de los casos detectados de enfermedades de transmisión sexual, como sífiles y gonorrea, y de seropositivos, que sumaron 610 en el primer semestre del año.
Para los especialistas la prevención del sida en la isla tiene que salirse de los esquemas de la simple información o de estimular mecanismos de miedo ante la enfermedad como suele hacerse en los medios oficiales.
"Vivimos en un país muy machista. Sin embargo la gente puede ser sensible", dijo Beltrán y aseguró que el acercamiento al tema del sida podía contribuir a una mayor comprensión del "fenómeno homosexual".
Martha pasó casualmente este lunes por los jardines del Capitolio Nacional situados en la frontera entre los municipios de Habana Vieja y Centro Habana, dos de las áreas más pobladas de la capital de Cuba.
Como ella, miles de personas se detuvieron, leyeron y, además del recuerdo, se llevaron dos o tres condones, un lazo rojo en el pecho y folletos que intentan romper las barreras contra la práctica del sexo seguro. (FIN/IPS/da/dg/he-pr/97