COREA: Optimismo ante colaboración del Norte en negociaciones

Pese al oscuro panorama político de Corea del Norte, Pyongyang demuestra un firme compromiso para mantener en marcha las negociaciones de paz que se reanudaron hoy en esta ciudad, según analistas del antiguo conflicto entre las dos Coreas.

Las conversaciones, en curso en la Universidad de Columbia, reunieron a diplomáticos de Corea del Norte y del Sur, Estados Unidos y China. Pocos esperan grandes resultados del esfuerzo de los negociadores más allá de acuerdos sobre encuentros futuros de más alto nivel.

Sin embargo, la actitud positiva de Pyongyang hasta el momento ha animado a muchos observadores que se habían desengañado con la parálisis de 44 años desde el fin de la guerra de Corea.

Ambas Coreas no dejaron de negociar pese a la hambruna reinante en el Norte, un escándalo de corrupción en el Sur, la aún inexplicada incursión en 1996 de un submarino del Norte en aguas del Sur y la deserción este año del más importante ideólogo de Pyongyang.

Más importante, argumentaron analistas en un reciente panel patrocinado aquí por el Centro para la Guerra, la Paz y los Medios, el régimen de Pyongyang ha evitado cuidadosamente el fracaso de las conversaciones Norte-Sur.

"Todo el tiempo, Corea del Norte se aseguró de que los insucesos y errores no interfirieran con el proceso", destacó K.A. Namkung, director del Programa de Resolución de Conflictos del Consejo Atlántico.

"Esto no representa el último aliento de un régimen debilitado, sino la realización de una estrategia lanzada hace muchos años", agregó.

Namkung sostuvo que el antiguo líder norcoreano, el fallecido Kim il-Sung, deseó por mucho tiempo hacer las paces con Estados Unidos, que apoyó a sus oponentes en Seúl durante la guerra de Corea (1950-1953) y desde entonces mantiene tropas en el Sur.

Aunque el hijo de Kim, Kim-Jong-il, no ha hecho públicas sus intenciones, el gobierno parece igualmente comprometido a construir un puente hacia Washington.

Leon Sigal, autor del próximo libro "Desarmando extranjeros: Diplomacia nuclear con Corea del Norte", argumentó que el Norte ha cooperado tanto para lograr conversaciones cuatripartitas que las actuales negociaciones podrían haberse realizado hace seis meses.

La principal razón de la demora, dijo, fue que Estados Unidos y Corea del Sur interrumpieron brevemente la cooperación con el Norte el pasado invierno por un programa para cerrar reactores nucleares -que según Washington podrían usarse como armas- en la ciudad norteña de Yongbyon.

La demora también se debió a la sospecha de que el incidente del submarino fuera un intento fallido de Pyongyang de espiar al Sur.

"Los norcoreanos continuaron cooperando aún en ese período", resaltó Sigal, quien señaló que Pyongyang siguió permitiendo la inspección del nivel de plutonio de sus plantas por la Agencia Internacional de Energía Atómica.

Funcionarios de la Organización para el Desarrollo Energético de la Península de Corea (KEDO) -la organización internacional establecida para reemplazar los actuales reactores nucleares del Norte por reactores de agua liviana- concuerdan con esa opinión.

Stephen Bosworth, director ejecutivo de KEDO y ex embajador estadounidense, señaló que Pyongyang ayudó a su organización a impulsar su objetivo de proveerle reactores nucleares de agua liviana para el 2003.

KEDO comenzará a trabajar en el Norte en las próximas semanas, empleando a varios cientos de trabajadores surcoreanos y algunos cientos del Norte. El proyecto "es una especie de prototipo para el comienzo de la integración económica del Norte y el Sur", opinó Sigal.

La mayoría de los analistas consideran que esa posibilidad está muy alejada. El régimen comunista del Norte y el Sur respaldado por Washington recién comenzó a negociar desprendiéndose de su tradicional y amarga retórica de la guerra fría.

Más importante, la grave crisis alimentaria del Norte empeoró tras una sequía en las últimas semanas, complicando más la posición de Pyongyang.

Funcionarios de la ONU estimaron que la sequía ya costó a Corea del Norte 70 por ciento de su producción de maíz de este año, empeorando la grave desnutrición que padece gran parte de la población como consecuencia de las inundaciones de los últimos dos años, que arruinaron las cosechas.

Aunque Washington niega cualquier conexión entre la participación de Corea del Norte en las negociaciones de paz y la ayuda alimentaria, algunos diplomáticos confirmaron en privado que la cuestión de los alimentos fue uno de los principales puntos impulsados por Pyongyang en todas las reuniones preliminares.

Estados Unidos ya otorgó a Pyongyang unos 60 millones de dólares en ayuda alimentaria desde 1995, pero solicitó un control más riguroso para garantizar que los alimentos se destinen a los grupos más necesitados. (FIN/IPS/tra-en/fah/aa/ml/ip/97

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