La dirigencia de Bosnia-Herzegovina recibió de Occidente el mensaje de que debe administrar mejor la ayuda exterior que ya obtuvo, antes de que se le permita recibir la totalidad de los fondos prometidos.
Una comisión para la investigación del uso de la ayuda exterior formada por el presidente de la coalición tripartita de gobierno de Bosnia-Herzegovina, Alija Izetbegovic, finalizó su primera sesión esta semana acordando enviar cartas a los 42 países que entregan fondos.
La pregunta a plantearse es si estos países creen que el uso y administración de los fondos donados fue controlado.
Pero la respuesta quizás ya fue dada entre el 23 y el 24 de julio, con una elocuente baja participación en la tercera conferencia internacional de donantes para Bosnia-Herzegovina, realizada en esta capital.
Aunque 48 países y 30 organizaciones internacionales enviaron sus representantes, la mayoría fueron funcionarios de mediano rango.
Uno de los motivos de la baja participación es un decreciente interés en Bosnia, subrayado por la creciente conciencia de que gran parte de la actividad económica del país es de dudosa legalidad.
Esto crea una situación "en la que nunca se está seguro de que la ayuda alcanzará su destino correcto", según dijo el comisario europeo de Relaciones Exteriores, Hans Van den Broek.
Las promesas no son lo mismo que las donaciones efectivas. De los 1.900 millones de dólares prometidos para 1996, unos 900 millones aún no fueron entregados, señaló Hasan Muratovic, ministro de Comercio Exterior en el Consejo de Ministros de Bosnia- Herzegovina.
Izetbegovic se vio obligado a instalar una comisión para investigar la acusación del canciller de Gran Bretaña, Robin Cook, antes de su visita a Bosnia el 29 de julio, la cual expresó preocupaciones sobre el paradero de millones de dólares de ayuda internacional enviados a Bosnia.
En Sarajevo, Cook subrayó que la comunidad internacional examinará de cerca los resultados de la comisión, pero también hizo un llamado a mayor transparencia en el futuro.
Cuántas de las últimas promesas se cumplirán dependerá de la voluntad de las partes bosnias para implementar las disposiciones del acuerdo de paz de Dayton. La Federación Musulmano-Croata y la República Sprska compartirán fondos de reconstrucción en una base 70:30.
No obstante, es poco posible que la República Sprska reciba dinero en el corto plazo.
La razón sigue siendo la misma del año pasado, cuando, entre la totalidad de los fondos de reconstrucción entregados a Bosnia, sólo dos por ciento fueron a la república porque las autoridades de Pale se negaron a cooperar con la extradicción de acusados de crímenes de guerra por el tribunal internacional y con el retorno de refugiados y desplazados, entre otras cuestiones.
"El pueblo de República Sprska se ve privado de fondos de ayuda debido a las acciones de un pequeño y corrupto grupo", dijo en Bruselas el enviado especial de Estados Unidos para la implementación del Acuerdo de Paz de Dayuto, Robert Gelbard.
Gelbrad destacó que muchos integrantes de esa elite "están acusados de crímenes de guerra y que hicieron fortunas mientras negaron a su pueblo los beneficios de la ayuda internacional".
Muchos otros participantes internacionales especificaron que las sumas prometidas están condicionadas a la extradición del líder serbio de la guerra, Radovan Karadzic.
Gelbard también subrayó que otros funcionarios de la Federación obstruyen la ejecución del Acuerdo de Dayton, diciendo que "además protegen a criminales de guerra y evitan que los refugiados vuelvan a sus países".
La conferencia de Bruselas fue originalmente planificada para marzo de 1997, y pospuesta seis veces debido al fracaso de las partes bosnias para adoptar el paquete de requisitos de leyes para la implementación, incluyendo leyues sobre privatización y reforma de la banca.
Los organizadores, la ejecutiva Comisión Europea de la Unión Europea y el Banco Mundial, decidieron seguir adelante con la reunión sólo ocho días antes de su realización, lo cual fue motivo de queja de los participantes, quienes dijeron no tener tiempo para prepararse.
Esto tambén podría explicar por qué sólo 27 países prometieron donaciones.
En lugar de los 1.400 millones de dólares propuestos como meta, los compromisos totalizaron 1.080 millones de dólares para la reconstrucción y 142 millones para agencias internacionales involucradas en la ejecución del Acuerdo de Paz de Dayton.
Entre estas agencias figuran la Fuerza de Policía Internacional, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europea, y la Oficinas del Alto Representante.
La promesa mayor, por 306 millones de dólares, provino de la Comisión Europea. Otras grandes donaciones incluyen 242 millones de dólares del gobierno de Estados Unidos, 160 millones del Banco Mundial, 130 millones de Japón, 75 de Holanda y 35 de Suiza.
Sorpresivamente, los países islámicos prometieron sólo 60 millones de dólares, dos tercios de los cuales son préstamos en efectivo, aunque esto no preocupa demasiado al gobierno musulmán de Sarajevo.
Está asumido que los países islámicos no hacen sus donaciones a través de estos canales. La mayoría prefiere contribuir con sumas sustanciales en lugar del programa de equipamiento y capacitación para el ejército de la Federación, liderado por Estados Unidos.
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(*) Ibrahim Polimac is a journalist with the Sarajevo daily Oslobodjenje. This item comes to IPS via the Institute for War and Peace Reporting in London. (END/IPS/WR/97