El Banco Mundial admitió hoy que la brecha entre ricos y pobres se agudiza en el este de Asia, tras años de haber exaltado el "milagro" de la región como primer ejemplo de que el crecimiento puede obtenerse con igualdad.
Aunque el crecimiento económico en casi toda la región "generó considerables beneficios para los pobres", produjo un fenómeno de concentración de este crecimiento, en particular en regiones dentro de los países, e inadecuada inversión en educación.
La disparidad resultante está más marcada en China, Hong Kong y Tailandia, según un informe del Banco Mundial divulgado este martes.
Autoridades del Banco también advirtieron que la reciente turbulencia en los mercados financieros de la región enlentecería el crecimiento económico y elevaría los niveles de pobreza, tras una fuerte caída durante los últimos 30 años.
La reciente caída del baht, moneda de Tailandia, se atribuyó a préstamos excesivos e irresponsables concedidos por instituciones financieras y firmas de valores que generaron una cuantiosa "deuda mala", la cual debió ser licuada con masivas transfusiones de dinero público.
Sin embargo, el Banco Mundial no hizo predicciones porque los gobiernos en Tailandia, Malasia y otros países aún adaptan sus políticas en respuesta al desajuste financiero.
"La desigualdad volvió a ser un tema de la agenda", dijo Michael Walton, coautor del informe, titulado "¿Milagro de todos? Revisión de la Pobreza y la Desigualdad en el Este de Asia".
Walton, ex economista jefe para el Este de Asia de la institución financiera, señaló que la mayor concentración de riqueza en la cima de la pirámide social se refleja en el "creciente número de multimillonarios en la región".
Aunque Tailandia y China experimentan el mayor problema con la creciente desigualdad, en toda la región hay "preocupación de que ciertos grupos están siendo ignorados", según Walton.
El experto dijo que incluso en Malasia, uno de los pocos países donde el crecimiento económico fue acompañado por una significativa reducción de la desigualdad, la situación "comienza a revertirse".
Aunque los economistas han utilizado la actuación de la región como evidencia de que los países pueden obtener simultáneamente altos índices de crecimiento y reducir las diferencias, nuevos datos indican que recientemente se produjo "un aumento significativo de la desigualdad".
El acceso a la educación es un factor crítico para explicar quién es pobre y quién no en Asia, destacó Gautam Kaji, director ejecutivo de operaciones del Banco Mundial.
Para mejorar el acceso a la educación, dijo Kaji, países de bajos ingresos como Vietnam y Laos necesitan invertir más en educación primaria, mientras los países de ingresos medios, incluyendo Tailandia y Malasia, deben gastar más en educación secundaria.
Las políticas del gobierno que concentran el desarrollo en regiones urbanas también contribuyeron a la creciente disparidad, según Walton, quien destacó que la China rural continental, el noreste de Tailandia y las islas del este de Indonesia no se beneficiaron del rápido crecimiento de esos países porque los gobiernos no las tuvieron en cuenta.
La desigualdad también está exacerbada en algunos países como Vietnam, por políticas que discriminan contra grupos étnicos, destacó el experto.
A pesar del problema de la creciente disparidad, el informe celebró el extendido crecimiento económico en toda la región.
Con excepción de Mongolia y Filipinas, "no hay un cuestionamiento de que el crecimiento económico en la región, ya impresionante entre 1965-80, continuó a ritmo marcado y se expandió más geográficamente desde 1980", aseveró el informe.
Walton dijo que el signo más destacado del crecimiento, que entre 1990 y 1995 varió entre 10,8 por ciento en China a 3,7 por ciento en Mongolia, fue "una disminución de la pobreza que posiblemente no tenga precedentes en la historia humana".
Según el informe, el número de personas que vive bajo la línea de la pobreza, definida por un dólar diario por habitante, cayó de 716,8 millones en 1975 a 345,7 millones en 1995. China lideró el fenómeno, con una reducción de casi 300 millones, aunque aún tiene más de 269 millones que viven en la pobreza.
Filipinas y Papúa Nueva Guinea son los únicos países donde se elevó el número total de pobres, aumentando 2,2 millones en Filipinas a partir de 1975 y 500.000 en Papúa Nueva Guinea durante la última década.
El índice más alto de pobreza se presenta en Mongolia, donde 81,4 por ciento de la gente vive con menos de un dólar diario, seguido de Vietnam, (42,2 por ciento) y Laos (41,4 por ciento). Los índices más bajos son de Malasia y Tailanda, donde menos de uno por ciento de sus poblaciones vive en la pobreza.
Kaji advirtió que la reciente "turbulencia del mercado financiero" en Tailandia, Malasia y otros sitios en la región podría afectar la tendencia de reducción de la pobreza. "En algunos casos, la pobreza podría aumentar a medida que disminuye el crecimiento", destacó.
Aunque una reducción del crecimiento económico "tiene claras implicaciones de pobreza", Kaji subrayó que es demasiado pronto para predecir que el crecimiento se reducirá como resultado del reciente torbellino financiero.
El desempleo aumenta en Tailandia y los expertos prevén crecimiento nulo o negativo para 1997, a pesar de que el gobierno pronostica un aumento de entre tres y cuatro por ciento del producto interno bruto (PIB). (FIN/IPS/tra-en/pz/mk/lp/dv-if/97