Los dos principales partidos de oposición de Argentina, ahora aliados, se presentaron hoy como alternativa al gobierno del presidente Carlos Menem para mantener la estabilidad económica y promover el empleo, la independencia de la justicia y la transparencia administrativa.
En un clima de entusiasmo y optimismo, los dirigentes de la Unión Cívica Radical y el Frente País Solidario (Frepaso, que este domingo se aliaron para competir con el oficialismo, comenzaron a definir una agenda programática común para trabajar en el Congreso, además de ir juntos a las elecciones de octubre.
El ex presidente (1983-89) Raúl Alfonsín presidirá la comisión bipartidaria que vigilará el cumplimiento de los pactos con miras también a las presidenciales de 1999, cuando se presentarán con una fórumla integrada por un dirigente de cada partido de la coalición elegidos en internas abiertas un año antes.
El gobierno intentó descalificar a la nueva "Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación" destacando que se trata de una unión electoral sin propuestas programáticas.
Pero en versiones extraoficiales admiten su preocupación por una eventual derrota.
Menem perdió popularidad vertiginosamente desde su reelección en 1995. Desde septiembre de 1996 mantiene una imagen positiva apenas entre 12 por ciento de los consultados por la encuestadora Graciela Romer. En casi un año, no logró recuperar iniciativa en dos temas controvertidos: el desempleo y la corrupción.
Justamente, esos dos temas son -por lejos- los que más preocupan a la población, según la misma encuestadora.
La desocupación afecta a 16 por ciento de la población activa y el organismo Transparencia Internacional colocó a Argentina en el puesto número 11 en la lista de países más vulnerables a la corrupción.
La alianza, que según los encuestadores podría alcanzar el triunfo en los comicios del 26 de octubre, fue bien recibida por los empresarios, aunque con sorpresa.
Si bien se había intentado una coalición en diversas oportunidades, recién el viernes último se supo que había avances, concretados en la madrugada del domingo.
Dirigentes de las cámaras empresarias aseguran que la nueva alianza no afectará la estabilidad ni las inversiones externas, y en cambio su discurso sintoniza con los reclamos de transparencia y justicia independiente de organismos internacionales de crédito como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Nadie va a poner en riesgo la estabilidad", remarcó este lunes la senadora Graciela Fernández Meijide, primera candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires del Frepaso, que ahora estará secundada por Federico Storani, un diputado radical, en la nómina.
"Esta es una alianza para los que quieren un Estado que promueva el empleo, el trabajo, la justicia, la educación y la salud, una alianza para la gente asqueada de la corrupción", dijo la candidata, que además convocó a participar a organismos no gubernamentales, sindicatos, empresarios e iglesias.
"Hay que escuchar a las iglesias, que están sustituyendo al Estado en su responsabilidad social, y darle un espacio al tercer sector para que su voz ayude a modificar la realidad", remarcó.
El periodista económico Marcelo Bonelli advirtió que la alianza va a reivindicar una política impositiva más redistributiva como la del laborismo inglés, reclamará más apoyo a las pequeñas y medianas empresas en el Congreso y promoverá la creación de empleos y el aumento del presupuesto educativo.
El ex ministro de Economía Domingo Cavallo, que se presenta como candidato a diputado por su propio partido, dijo que el acuerdo "es muy positivo porque ayuda a clarificar el panorama político".
Para Cavallo, el gobierno quedó a la derecha, la alianza en la izquierda y él en el centro.
La propuesta de unión causó fuerte impacto en la población que llamó a las radios y a la televisión para celebrar la decisión. "Hoy es un día feliz para mí. Esta alianza demuestra que los políticos están madurando y que hay una luz en el fondo del túnel", expresó una oyente de Radio Mitre.
La alianza fue anunciada en las tapas de los matutinos del domingo con fotos que mostraban a un elenco de dirigentes de la oposición relajados y sonrientes, aunque agotados, brindando sentados alrededor de una mesa.
Esa misma noche fueron juntos a un programa de televisión donde, a diferencia de la tradicional mesa de políticos discutiendo, se asistió a un dilogo emocionado, feliz, que trasuntaba casi un triunfo anticipado.
El jefe comunal de Buenos Aires, Fernando de la Rúa, destacó la "base moral común de los protagonistas de ambos lados de esta alianza, y del mismo sentido ético". Se trata de dirigentes con muy buena imagen en la opinión pública que deciden unirse.
El presidente de la Unión Cívica Radical, Rodolfo Terragno, que secundará al frepasista Carlos Alvarez en la lista de diputados por la capital, sostuvo que la alianza "es el hecho político más importante de la década porque demuestra que hay una alternativa con capacidad de sustituir al oficialismo".
Las encuestas indican que si se suman las intenciones de votos de los dos partidos de la alianza, hay firme posibilidad de triunfo nacional. Los dirigentes de ambos partidos están negociando la concreción de listas comunes en cada una de las provincias.
En la de Buenos Aires, primer distrito del país en número de votantes, había 41 por ciento de respaldos a la candidata oficialista, la esposa del gobernador Eduardo Duhalde y 34 para Fernández.
Pero ahora, la frepasista arrastrará las intenciones de voto para Alfonsín (18 por ciento), que se retiró de la contienda.
El gobernador Duhalde, el más firme candidato a suceder a Menem por el oficialismo, admitió que sus chances se reducirán si su esposa Hilda no le gana a Fernández.
Los analistas observan que en política no siempre el resultado de una alianza se traduce en la suma de los votos de cada uno. Pero los dirigentes aliancistas descreen que algunos de los que iban a votar a sus partidos cambien ahora por un voto al oficialismo.
La dirigente del radicalismo Marta Oyhanarte, presidenta de la Fundación Poder Ciudadano, sostuvo que "los más ortodoxos votarán en blanco, pero muchos de los que tenían dudas votarán por esta alianza que recibirá un aluvin de votos", pronosticó.
En el Congreso, actualmente el oficialismo tiene mayoría, una correlación de fuerzas que podría modificarse con un triunfo de la alianza en octubre. El partido peronista tiene hoy 126 diputados, el radicalismo 68 y el Frepaso 22. (FIN/IPS/mv/dg/ip/97)