AMERICA LATINA: Betinho, la estrategia de la sencillez

El poder ciudadano perdió el ultimo fin de semana a su principal promotor en América Latina, pero las ideas del sociólogo brasileño Herbert de Souza (Betinho) ya habían trascendido al personaje para ganar la condición de sueño colectivo en la región.

Souza falleció víctima del sida, después de convivir los últimos 25 años con la muerte y con la búsqueda de una nueva manera de entender la participación ciudadana en una región afectada por la crisis del modelo socialista y por el traumatismo de la globalización económica impuesta desde fuera.

Ningún personaje público latinoamericano logró llevar tan lejos, en la teoría y en la practica, la idea de que organizaciones no partidistas, sin ánimo de lucro ni vínculos con el gobierno pueden crear y impulsar políticas públicas para resolver problemas tan amplios como el hambre y la miseria.

El movimiento ético de acción ciudadana creado por Betinho alcanzó una unanimidad nacional inédita en Brasil y mostró que desafíos complejos pueden tener soluciones sencillas.

La herencia de Souza indica que los valores cotidianos pueden resultar más eficaces que grandes y complicadas teorías en la búsqueda de alternativas para América Latina.

La campaña contra el hambre y la miseria iniciada hace cinco años es considerada una iniciativa revolucionaria, no tanto por sus métodos y objetivos, sino por el ambiente social en que se desarrolló.

El hambre y la miseria persisten en Brasil, y la movilización social lanzada por Souza tampoco utilizó métodos novedosos . Casi todo lo que se planteó y se hizo ya había sido propuesto antes centenares de veces.

Lo nuevo fue que la gente, desde el obrero desempleado hasta ejecutivos de compañías transnacionales, coincidieron en que algo podía hacerse.

Souza fue el galvanizador de esa coincidencia, porque no era funcionario del gobierno ni militante político y tampoco empresario. Era solo un hombre marcado para morir por el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), que contrajo en una transfusión de sangre.

Su independencia hizo de él un personaje respetado por todos. Logró hasta que las grandes transnacionales brasileñas firmaran un acuerdo para revelar todos los años sus gastos sociales, algo que nadie antes había alcanzado.

Su herencia es extremadamente simple. No es preciso ser líder político, ni un teórico o un dirigente empresarial para proponer fórmulas de solución de los grandes desafíos actuales en América Latina. Basta lo sencillo, lo que es casi banal, y la voluntad de ponerlo en practica.

La estrategia de la sencillez es la gran lección de ese hombre, que sintetizó en su debilidad física y su postura no convencional la posibilidad de lograr la concertación en medio del generalizado desorden e incertidumbre de América Latina. (FIN/IPS/cc/ff/hd dv/97

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