Autoridades y expertos de América reunidos en el Primer Congreso Hemisférico sobre Prevención de Lavado de Dinero, que concluyó este viernes en Panamá, señalaron que la cooperación internacional es la única vía para detener ese flagelo.
El Congreso, que contó con unos 500 delegados de 18 países de América, fue organizado por la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), el Financial Crimes Enforcement Network de Estados Unidos y la Asociación Bancaria Panameña (ABP).
"Siento que hemos salido con las herramientas y los conocimientos, desde los más básicos y simples, que son los documentos de apertura de una cuenta, hasta lo más sofisticado que es hacer banca a través de Internet", dijo el presidente de la ABP, Juan Antonio Niño, al clausurar la reunión.
Debido a la magnitud que ha adquirido el tráfico de drogas y el lavado de dinero, aseguró que ningún país puede comprometerse a luchar solo.
"Si no hay una coalición entre los sctores públicos y los privados la lucha no podrá tener éxito", afirmó.
Michael Sullivan, director de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad) de la Organización de Estados Americanos (OEA), dijo que la lucha contra el lavado de dinero es muy costosa para los países de la región.
Sullivan dijo a IPS que un ejemplo de esto es la cantidad de recursos que están destinando los países de la región para tratar de detener el flujo de dinero sucio hacia sus economías.
Según datos proporcionados por los organizadores del Congreso, el narcotráfico y otros negocios ilícitos canalizan unos 400.000 millones de dólares anuales hacia los bancos y otras entidades financieras con el fin de borrar las huellas de su procedencia.
El funcionario de la OEA subrayó que Estados Unidos es el país que más recursos destina a la lucha contra el narcotráfico, pero al mismo tiempo es el "que más problemas tiene en materia de lavado de dinero y consumo de drogas".
Washington ha invertido más de 25.000 millones de dólares en los últimos 15 años para combatir el consumo y el tráfico de drogas, y el lavado de dinero, pero sigue teniendo cerca de 30 millones de adictos y una masa de dinero procedente de ese negocio ilícito superior a 200.000 millones de dólares anuales.
Como vía para combatir el lavado de dinero, Sullivan recomendó la unificación de normas bancarias, la elaboración de programas de adiestramiento a funcionarios, la instrumentación de mecanismos jurídicos nacionales y formas de cooperación entre todos los gobiernos.
Además del dinero de las drogas, existen otros ilícitos, como el robo organizado de automóviles, la prostitución, el tráfico de armas y delitos de "cuello blanco" que también blanquean sus ganancias en los bancos, dijo a IPS el Procurador Fiscal de la Federación de México, Ismael Gómez Gordillo.
El funcionario mexicano indicó que en algunos sectores "existe la falsa imagen de que la economía se beneficia con recursos de cualquier naturaleza".
"El efecto positivo que pudieran llegar a tener es un espejismo que se acaba muy pronto. Cada vez hay más convicción que solamente con recursos lícitos se puede generar una economía sana, y así lo entendemos la mayoría de los paises" de América, puntualizó.
Gómez Gordillo subrayó que por esa razón los países deben evitar que los sistemas financieros, particularmente los bancarios, se utilicen "por parte de estos delincuentes porque minan la confianza que deben tener las naciones en estas instituciones".
Nan Donalds, de la Fuerza de Trabajo Financiero Contra el Lavado de Dinero (FATF), constituida en 1989 por el Grupo de los Siete (G-7), aseguró que la primera medida para acabar con el tráfico de drogas "es destruir las redes internacionales de lavado de dinero".
La experta señaló que pese a que la TATF no posee investigadores ni personal para detener a quienes realizan lavado de dinero, en ocho años de existencia ha logrado que se constituya una red de Unidades de Análisis Financiero para investigar esta actividad, que ya abarca a 26 países.
En América Latina, las Unidades de Análisis Financiero están operando en México, Chile, Aruba y Panamá.
El lavado de dinero "no conoce fronteras, y por ello es necesario que se tomen medidas de cooperación entre paises para detenerlo y evitar su acción criminal", dijo Donalds.
El Fiscal de Drogas de la Procuraduría General de Panamá, Rosendo Miranda precisó que el lavado de dinero es un delito internacional donde intervienen grupos criminales de varios países y que "sin la cooperación internacional los esfuerzos individuales en cada país son inútiles".
La creación de organismos que investiguen la evolución de esas organizaciones criminales, el reforzamiento de controles financieros y la especialización de policias, jueces y fiscales, fueron recomendados por Miranda como elementos esenciales para evitar el lavado de dinero. (FIN/IPS/sh/ag/ip/97