La Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA) participa en conversaciones sobre políticas de cambio climático en esta ciudad para promover el uso de la energía renovable para reducir el ritmo de recalentamiento del planeta.
Delegados de unos 140 países se reunieron para definir el borrador de un acuerdo con el fin de reducir las emisiones de los llamados "gases con efecto invernadero".
La EWEA, agrupación de asociaciones, organizaciones no gubernamentales y empresas nacionales, difunde en la reunión, con el respaldo de la Unión Europea (UE), información sobre la energía eólica a unos de 600 delegados.
A diferencia de las centrales energéticas y los vehículos comunes, la energía eólica no produce dióxido de carbono, elemento clave en el recalentamiento del planeta, y tampoco dióxido de azufre u óxidos de nitrógeno, gases que contribuyen a la lluvia ácida.
La UE, que propuso que los países desarrollados reduzcan sus emisiones en 15 por ciento a los niveles de 1990 en el 2010, hizo un llamado a aumentar la proporción de necesidad de energía suplida con fuentes renovables de cuatro a ocho por ciento en el 2005.
El uso de la energía eólica también jugará un papel preponderante en el logro de estas metas y la reducción de las emisiones de dióxido de carbono, sostiene la EWEA.
Según la EWEA, la capacidad instalada de energía eólica en Europa aumentó alrededor de 40 por ciento anual en los últimos seis años. Actualmente, proyectos de energía en toda Europa producen electricidad suficiente para satisfacer las necesidades domésticas de cinco millones de personas.
A fines de 1996, se instalaron en el continente más de 3.400 megavatios de energía eólica. Pero la industria se fijó la meta de instalar 40.000 megavatios antes del 2010, para cubrir la demanda de 50 millones de personas.
Varios grandes bancos europeos, centrales energéticas y 60 empresas en todo el mundo invirtieron en la industria eólica. El sector también es productor de empleos, y mayor empleador que la industria pesquera.
Un reciente estudio de la Asociación Danesa de Fabricantes de Turbinas concluyó que la industria eólica danesa emplea a 8.500 personas y creó 4.000 puestos de trabajo fuera de Dinamarca.
El empleo total en la industria eólica en Europa se estima en un total de 20.000 puestos.
Un mapa mundial de objetivos por países de la EWEA anticipa que en el 2000 unos 3.000 megavatios serán producidos en América del Norte, 2.000 en Alemania, 1.000 en Dinamarca, 750 en España, 450 en Holanda, 300 en Italia, 240 en Grecia.
India planifica producir 3.000 megavatios en el 2000, Egipto 1.250, China 600 e Israel 200.
Una granja típica con 20 turbinas satisface las necesidades de electricidad de entre 6.500 y 10.000 viviendas y puede extenderse en un área de un kilómetro cuadrado.
No obstante, a diferencia de otras centrales energéticas, la granja eólica sólo utiliza uno por ciento del área. El terreno restante alrededor de las turbinas puede ser utilizado con otros fines, como la agricultura, o dejado como hábitat de fauna y flora silvestres.
Cuando las turbinas llegan al fin de su vida útil, pueden ser retiradas de los sitios y regresadas a su uso original.
Algunos ecologistas manifestaron su preocupación sobre el gran tamaño de las turbinas eólicas, basadas en propulsores, que pueden alcanzar docenas de metros y constituir "contaminación visual" de las áreas rurales.
No obstante, según la EWEA, mediante la planificación cuidadosa y las consultas públicas adecuadas los proyectos eólicos pueden formar una nueva y bienvenida parte del paisaje campestre.
La EWEA cita encuestas de opinión realizadas en toda Europa según las cuales la mayoría de la gente respalda la energía eólica y querría ver su uso extendido.
Además, las turbinas eólicas producen un muy bajo nivel de ruido al compararse al tráfico urbano, los trenes, aviones o actividades de construcción. (FIN/IPS/tra-en/rj/lp/en/97