"Mató a mi madre, mató a mi padre y quemó mi casa, pero igual voté por él", festejaban en las calles de esta capital miles de jóvenes liberianos tras el anuncio de la victoria electoral del ex líder militar Charles Taylor.
El ex jefe militar, quien inició una guerra civil en 1989, fue formalmente declarado vencedor el jueves por la comisión electoral de Liberia. Taylor obtuvo 75,3 por ciento de los votos en los comicios del sábado 19.
El Partido Nacional Patriótico (NPP) de Taylor también obtuvo la mayoría parlamentaria, ganando 18 de los 26 escaños del Senado y 48 de las 64 bancas de la Cámara de Representantes.
Liberia, fundada en 1847 por negros esclavos norteamericanos liberados, tiene una Asamblea Nacional bicameral y una Constitución basada en la de Estados Unidos.
En su primera gran conferencia de prensa, realizada el jueves en la sede del NPP, en el suburbio de Sinkor, Taylor nombró a cinco de sus 15 ministros.
Peter Bonner Jallah fue designado ministro de Justicia; Joe Mulbah, ministro de Información; Monie Captan, ministro de Asuntos Exteriores, y Reginal Goodridge secretario de prensa de la presidencia. Todos ellos integraban el anterior gobierno interino.
El embajador de Liberia en Sudáfrica, Ernest Eastman, fue nombrado ministro de Asuntos Presidenciales.
Taylor se preparó muy bien para ser el presidente número 21 de Liberia. Según algunos informes, el ex jefe militar comenzó a enviar invitaciones para el acto de asunción del 2 de agosto incluso antes de las elecciones. Hasta el momento, 10 líderes de Africa occidental confirmaron su asistencia.
El edificio del parlamento y la sede del poder ejecutivo, construida por Israel en 1964 y gravemente dañada durante la guerra, están siendo renovados para el acontecimiento.
Aunque Taylor es acusado de haber destruido gran parte de la infraestructura del país y de utilizar los recursos minerales para financiar su propia maquinaria de guerra, muchos jóvenes liberianos lo consideraron la única persona capaz de conducir la nación.
El nuevo presidente exhortó a todos los liberianos a unirse para reconstruir Liberia, y anunció que tomará firmemente el control del país. "No seré un presidente cruel, pero tampoco seré débil", declaró.
La Comisión de Paz y Justicia de Liberia también urgió a los liberianos a dejar de lado sus diferencias para asegurar la paz en la nación de Africa occidental.
En una declaración emitida el jueves, la Comisión exhortó a los partidos y líderes políticos a practicar el mayor grado posible de tolerancia.
"Esto requiere que los líderes políticos realicen declaraciones formales exhortando a sus seguidores a respetar el derecho de los otros", sugirió.
El presidente de la Comisión, Samuel Kofi Woods, explicó que la preocupación se debe a informes de amenazas e intimidaciones contra miembros de otros partidos políticos.
"Estas amenazas, persecuciones y declaraciones intimidatorias encierran un potencial de desorden público y ponen en riesgo la paz alcanzada. Los actos de esta naturaleza son totalmente inaceptables, ya que sólo sirven para subordinar un sector de la sociedad a otro", advirtió la Comisión. (FIN/IPS/tra-en/aj/pm/ml/ip/97