Los homosexuales organizados de Ecuador se pronunciaron hoy por participar en la asamblea constituyente que se instalará en los próximos meses con el objeto de promover una nueva Carta política o reformar la vigente.
Según dirigentes de Triángulo Andino, organización nacional de homosexuales conformada hace dos semanas, su participación en la asamblea constituyente será una oportunidad para derogar el artículo 516 del código penal, que considera a la homosexualidad como un delito.
"Si en verdad existe la voluntad de dar cabida a la tolerancia y a la razón en la asamblea constituyente los homosexuales debemos tener un espacio de participación y representación", dijo a IPS Bayron Chalá, miembro de Triángulo Andino.
La iniciativa de conformar una asamblea constituyente surgió tras la destitución del presidente Abdalá Bucaram por el Congreso unicameral, en febrero.
Pero fue en la consulta popular de mayo que la asamblea constituyente se consolidó con el voto mayoritario de los ecuatorianos.
Los homosexuales "no se limitarán a buscar el reconocimiento jurídico para ellos", apuntó Chalá, para quien la experiencia de los gays en la lucha por los derechos humanos será un elemento importante que podría reflejarse en el espíritu de una nueva Constitución.
Actualmente en el parlamento se discute la fecha en que se instalará la asamblea, así como la forma en que se integrará este organismo y sus atribuciones.
"Queremos que el tema de la homosexualidad se inserte en la agenda política del país y comience a generar debate a todos los niveles", dijo a IPS Cecilia Flores, del grupo Tolerancia de Quito, que pertenece a Triángulo Andino.
Según Flores, "sólo tres países de América Latina (Ecuador, Chile y Nicaragua) mantienen penalizadas las preferencias sexuales, mientras que en otros el proceso de reconocimiento a este sector poblacional comenzó en la década de los veinte", como Perú, que en 1923 despenalizó la homosexualidad.
En las leyes ecuatorianas, según Flores, "aún no existe la división entre lo público y lo privado", pues "se pretende regir desde la sexualidad hasta la religión y la moral".
Según Flores, quien ejerce la psicología clínica, los sectores que durante siglos han discriminado a los homosexuales se están quedando sin argumentos, ya que la sociedad "ha cambiado y no cree en mitos".
Para Flores, el sida es el último gran mito inventado contra los homosexuales. "Se ha hecho creer que es una enfermedad exclusiva de gays y lesbianas y esto ha provocado una total desinformación que ha perjudicado a miles de personas que hoy están contagiadas", apuntó.
En Ecuador, "aún existen médicos que argumentan que la homosexualidad es un peligro de salud pública y tratan de ocultar que estos sectores son los que más conciencia tienen de los problemas sanitarios y los que menores índices de contagio presentan", denunció.
Estas personas, según la psicóloga, son las mismas que se oponen a la difusión del condón como instrumento de prevención del sida.
La participación política de los homosexuales "será un avance de la sociedad en su conjunto", dijo Alexis Ponce, vocero de la Asamblea Permanente para los Derechos Humanos.
"Su posición marginal en la sociedad ha convertido a gays y lesbianas en uno de los sectores más activos en la defensa de los derechos fundamentales y en el diseño de estrategias para frenar el avance del sida y de otras enfermedades de transmisión sexual", apuntó.
"No somos cinco o seis personas. Somos miles que queremos llegar al Congreso, queremos la Presidencia, queremos ser parte de las grandes decisiones del país", concluyó Chalá. (FIN/IPS/mg/dg/pr-ip-hd/97