/DROGAS Y NARCOTRAFICO/ GOLFO: Los gobiernos quieren hacer humo a la industria tabacalera

Los gobiernos del Golfo aspiran a impedir que las empresas tabacaleras continúen haciendo dinero en esta rica región petrolera.

Funcionarios sanitarios del bloque regional, el Consejo de Cooperación del Golfo (GCC), ya recomendaron una prohibición a la publicidad de tabaco y productos afines. Como los gobiernos parecen dispuestos a aceptar el consejo, Joe Camel y el Hombre Marlboro podrían desaparecer en breve de la región.

El Golfo, con sus enormes ingresos por sus ventas de petróleo, es un mercado gigantesco para las empresas tabacaleras, que no sufren allí las restricciones legales que se les impone en Occidente.

Las importaciones de cigarrillos solo de Arabia Saudita, la potencia regional, se estiman en 800 millones de dólares anuales.

De todos modos, la fuerte tendencia contra el hábito de fumar tabaco que se constata en todo el mundo ha llegado al Golfo. Los gobiernos de la región reaccionaron y ya prohibieron fumar en ómnibus y en vuelos internos y regionales.

El GCC, bloque integrado por Arabia Saudita, Bahrain, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar, recomendó una serie de restricciones a la importación de cigarrillos, entre ellos la imposición de altos aranceles y la prohibición de tabaco que contenga grandes cantidades de nicotina y alquitrán.

Los ministros de Salud del GCC encomendaron al Secretariado de Salud del bloque que considere la posibilidad de prohibir los avisos de tabaco y cigarrillos en los medios de comunicación.

Pero las restricciones a la publicidad del tabaco son una mala noticia para los medios de comunicación. Esta industria invirtió alrededor de 19 millones de dólares para publicitar sus productos en el Golfo en 1996, de acuerdo con el Centro de Avisadores Panárabes con sede en Dubai.

Ramzi Raad, vicepresidente de la agencia de publicidad Intermarkets, una de las más importantes de la región, dijo que el presupuesto publicitario de la industria tabacalera en el mundo árabe se elevó de 22,9 millones de dólares en 1994 a 24,4 millones en 1995 y 28 millones en 1996.

Las empresas tabacaleras están bajo fuego en casi todas partes del mundo.

Presionadas por activistas de Estados Unidos, las firmas se comprometieron el mes pasado a imprimir alertas en los paquetes y accedieron a utilizar 360.000 millones de dólares en atención médica gratuita para quienes deseen dejar la adicción y financiar avisos publicitarios contra el vicio.

A cambio, las empresas se desembarazarán de miles de querellas judiciales pendientes iniciadas por fumadores enfermos.

Al mismo tiempo la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) regulará la presencia de nicotina en el tabaco y podría prohibirla después del 2009. Si lo hace, deberá demostrar antes que no generará con ello un mercado negro de cigarrillos que contengan el alcaloide.

En el Golfo, los gobiernos desalientan a los fumadores a través de altos aranceles, que aumentarán hasta alcanzar 100 por ciento a finales de 1999.

Algunos países, como Omán, prohibieron la importación de cigarrillos con más de 0,6 miligramos de nicotina y 10 miligramos de alquitrán. En todos los estados las autoridades desarrollan campañas contra el tabaquismo en la televisión.

Durante una campaña desarrollada a lo largo de toda una semana en Emiratos Arabes Unidos, se emitieron programas en árabe y en inglés para explicar los peligros del tabaco y demostrar a los fumadores que es posible manejar el síndrome de abstinencia.

"Los programas de educación dirigidos a los fumadores para que abandonen el vicio son más efectivos que medidas como elevar los impuestos o prohibir fumar en espacios públicos", dijo Mahmoud Fikri, subsecretario de Medicina Preventiva de Emiratos Arabes Unidos.

Fikri estimó que el tabaco ha sido la causa de 60 millones de muertes en los países industrializados desde los años 50.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que existen 1.000 millones de fumadores en todo el planeta, o sea una de cada tres personas mayores de 15 años.

Unos 800 millones de los fumadores residen en el mundo en desarrollo. La mayoría de ellos son varones. Los expertos estiman que 70 por ciento de las muertes ocasionadas por el tabaco en los próximos años se producirán en estos países. (FIN/IPS/tra- en/am/an/mj/97

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