La Comunidad del Caribe (Caricom) comenzó a golpear a las puertas de la comunidad internacional con el fin de lograr ayuda para Haití, su 15 miembro, incorporado a comienzos de este mes durante la cumbre en Jamaica.
Al solicitar la integración, Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, con un producto interno bruto (PIB) por habitante de unos 250 dólares anuales, no solicitó ningún tratamiento especial.
Pero la realidad de tener un país con escasos recursos naturales, una población de siete millones, -mayor que el total de los otros 14 miembros juntos, de 5,5 millones-, comenzó a confrontar a los líderes regionales.
El resultado fue que la secretaría de Caricom, con sede en Guyana, solicitó asistencia exterior para Haití, entre otros organismos, al Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El secretario general de Caricom, Edwin Carrington, utilizó la oportunidad de la revisión anual del programa de cooperación entre Caricom y el PNUD para solicitar ayuda a la organización y otros organismos internacionales.
La idea es mantener presentes, ante los ojos de la comunidad internacional, los problemas políticos y económicos que enfrenta Haití mientras se integra a la agrupación.
Las autoridades también destacan la necesidad de asistencia para la propia secretaría de Caricom, ya que con la adición de Haití, deberán contratarse traductores y otros profesionales.
Haití, que comparte la isla La Española con República Dominicana, deberá hacer ajustes significativos de sus sistemas legales y de aduaneros a medida que avanza con el resto de la región hacia la economía de mercado único, prevista para dentro de dos años.
Es en esta área que Caricom pretende que el PNUD financie varios estudios técnicos y consultores que serán necesarios en los próximos meses.
Suriname estaba en una situación similar cuando se integró a Caricom. Debió hacer varios ajustes importantes, incluyendo cambios a sus leyes, para adaptarse sus leyes a un sistema dominado por la tradición británica.
Ahora este país ofreció voluntariamente participar en los comités que ayuden a Haití en la transición y compartir detalles sobre logros y fracasos en el proceso.
"Nadie sabe con certeza cuánto durará este período de transición", dijo el portavoz de Caricom Leonard Robertson. "Pero como dijo Carrington, se hará dentro de lo humanamente posible", agregó.
Durante casi 20 años Caricom restringió la integración a la agrupación regional a ex colonias de Gran Bretaña.
Pero esta perspectiva comenzó a cambiar a fines de esta década, cuando gobiernos de la región nombraron la Comisión de Indias Occidentales, cuyos miembros viajaron por todo el Caribe solicitando puntos de vista sobre el futuro de la región ante la cercanía del próximo milenio.
Muchos propusieron la ampliación y profundización de Caricom, y los líderes regionales comenzaron a dar respuesta a la demanda.
En primer lugar, Caricom abrió sus puertas a Suriname en su cumbre anual de 1995, convirtiéndolo en el primer país no angloparlante que ingresó al grupo.
Una vez dado este paso, los analistas indicaron que sería sólo cuestión de tiempo antes de que fueran admitidas otras islas con diferente pasado colonial. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/lp/ip/97