BRASIL: Gobierno suspende exención arancelaria para máquinas

El gobierno de Brasil suspendió hoy la exención arancelaria que favorecía la importación de más de 3.500 productos del sector de bienes de capital, pasando a gravarlos en un promedio de 17 por ciento.

La medida, que responde al preocupante aumento del déficit comercial brasileño, que sumó 4.710 millones de dólares en el primer semestre de este año, no debería provocar problemas en el Mercado Común del Sur, ya que no afecta a los socios.

Los productos del sector tienen que converger hacia un arancel externo común (AEC) de 14 por ciento, pero en el año 2000.

El problema en relación al bloque tiene relación con el mantenimiento de exenciones a 137 componentes de equipos de telecomunicaciones e informática, cuya producción en el país el gobierno pretende estimular ante la gran demanda desatada por la privatización de los servicios de telefonía celular.

Esas excepciones se limitan a exigencias de "política industrial y sectorial", justificó Alvares.

Las exenciones para componentes de telecomunicaciones e informática deben ser negociadas en el Mercosur.

Brasil piensa compensar a sus socios en ese plano adelantando la aplicación del AEC, que en algunos casos, como el de informática, sólo será plenamente efectivo a partir de 2006.

Las máquinas y equipos afectados no son producidos Brasil..

La reducción de las importaciones que ocasionará la decisión de este viernes será muy limitada, de sólo 2,9 por ciento, estimó Frederico Alvares, secretario de la Comisión de Comercio Externo, órgano interministerial de coordinación.

La decisión tomada este viernes apunta más bien a "corregir distorsiones, pues ya no es necesario un régimen de tal complejidad operacional y de tan pequeños beneficios", sostuvo el funcionario.

El objetivo del gobierno es atraer inversiones para la producción local de bienes cuya importación aumentará explosivamente, ya que se habla de instalar más de 20 millones de teléfonos fijos y móviles en el país en seis años.

Hasta ahora la importación de las partes era sometida a más gravámenes que los aparatos y equipos de telefonía, promoviendo la importación del producto final.

La exención de todos los bienes de capital sin producción interna se adoptó para estimular la modernización tecnológica de la industria brasileña.

Pero las importaciones de esos bienes crecieron de forma preocupante, superando ya la producción interna y llegando a constituir la mayor parte del déficit comercial del país.

En el primer semestre de este año las importaciones de bienes de capital ascendieron a 7.496 millones de dólares, 38,2 por ciento más que en los seis primeros meses de 1996. Entre 1993 y 1996 pasaron de 5.200 a 12.700 millones de dólares anuales.

Los fabricantes nacionales de máquinas enfrentan por su lado la peor crisis de su historia. Los empresarios del sector consideran que la competitividad del producto importado se debe en gran parte a la financiación a largo plazo y a los elevados intereses cobrados en Brasil. (FIN/IPS/mo/dg/if/97

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