/AMBIENTE/PANAMA: Pobladores y ecologistas se oponen a "minería sucia"

Pobladores de Cerro Quema, en la región central de Panamá, unieron sus fuerzas con ecologistas y grupos humanitarios contra una mina a cielo abierto que amenaza su entorno natural.

A fines de junio el ministro de Comercio e Industrias, Raúl Arango, ordenó la suspensión de los trabajos en la mina de oro Cerro Quema, en la provincia de Los Santos, debido a la contaminación de los ríos de la zona, la erosión de los suelos y la tala indiscriminada cometida por la compañía minera.

La medida fue adoptada luego de varias protestas y bloqueos de carreteras realizados por los habitantes de varios pueblos cercanos a Cerro Quema, agrupados en el Comité Santeño contra la Minería.

Inspectores del gobierno indicaron que la compañía minera "violó acuerdos estipulados en el contrato" de construcción de las trampas de sedimentación, lo cual provocó el escurrimiento de sedimentos contaminantes hacia las fuentes de agua de consumo de la población.

Asimismo, los responsables de la compañía Cerro Quema, subsidiaria del consorcio Cambell Resourses de Canadá, utilizaron derivados de petróleo para quemar los pastos, arbustos y malezas existentes en el área montañosa donde se construyó la mina a cielo abierto.

Una posible reapertura de la mina para dentro de tres meses, anunciada esta semana por el viceministro de Industria y Comercio José Troyano, ambientó nuevas protestas de los pobladores, que destacaron su voluntad de luchar hasta que la mina sea cerrada.

El vocero del Comité Santeño contra la Minería, Alcibiades Pinzón, afirmó que los habitantes del área van a enfrentar "contra viento y marea" la reapertura de la mina de Cerro Quema porque detrás de ese proyecto se han planificado otros similares que podrían ser aún más dañinos.

El Comité Santeño contra la Minería se unió en junio pasado a 20 grupos de pobladores, sindicatos, comités de derechos humanos, grupos indígenas y otras organizaciones de la sociedad civil que se oponen a la "minería sucia" y propugnan la defensa de la vida y el medio ambiente.

Pinzón explicó que la región donde se encuentra Cerro Quema y otros sitios con potencial minero existentes en Los Santos "son ecológicamente muy frágiles", debido a la deforestación indiscriminada ocurrida en esa zona en los últimos 40 años.

La provincia de Los Santos sólo conserva cinco por ciento de la cubierta boscosa que poseía a finales de los años 1940, la cual abarcaba cerca de 40 por ciento de su superficie total, de 3.803 kilómetros cuadrados.

En el valle de Tonosí, hacia donde bajan los ríos que nacen en Cerro Quema, y otras montañas y cerros donde se ha descubierto potencial minero "más de 200 millones de dólares invertidos en el sector agrícola se verían afectados por la erosión y la sedimentación de los ríos", dijo Pinzón.

Según proyecciones de la compañía propietaria de la mina, Cerro Quema tiene un potencial para siete años de explotación por una valor cercano a los 34 millones de dólares.

Pinzón afirmó que "no se justitica" poner en peligro el sector agropecuario de la región para "dar paso a un proyecto de muerte como Cerro Quema".

Desde el punto de vista ecológico la mina de cielo abierto de Cerro Quema y otras que se planea explotar "son potencialmente peligrosas", indicó el biólogo y activista del Comité de Defensa Ambiental de Panamá David Galvez.

Explicó que la técnicas aplicadas en Cerro Quema, basadas en el desmonte de rocas a cielo abierto y la separación del metal en tinas de lixiviación mediante el uso de compuestos de cianuro, "son una forma de explotación de bajo costo muy peligrosa para el medio ambiente".

En Canadá y otros países donde existen leyes que protegen el ambiente "a las compañías mineras les seria muy difícil usar esas técnicas", añadió.

Mir Rodríguez, directivo del Comité de Defensa Ambiental, aseguró que el uso del cianuro presenta riesgos como el "drenaje ácido", como consecuencia del desprendimiento de ácidos de las rocas trituradas.

Esas sustancias escurren hacia los cauces de los ríos empujadas por la lluvia. En Europa se han descubierto casos de minas baiertas por los romanos hace más de 2.000 años "que todavía están generando ácido", destacó.

Rodríguez también consideró "un hecho grave" la eliminación de la capa vegetal de los cerros con derivados de petróleo que realizó la compañía minera en Cerro Quema, debido al valor residual de los hidrocarburos.

Grupos indígenas y ecologistas denunciaron también que las minas de oro El Remance y Santa Rosa, localizadas en la occidental provincia de Veraguas, contaminan los ríos y quebradas con compuestos de cianuro y otros químicos usados para procesar el metal.

En 1996, ambas minas exportaron oro y plata por 3,6 millones de dólares, de los cuales sólo 70.500 fueron a las arcas del Estado en concepto de regalías.

Troyano adelantó que la compañía minera Cerro Quema se comprometió a tomar medidas "para mitigar los efectos negativos contra el medio ambiente", entre ellas la siembra de 40.000 árboles y el uso de cubiertas plásticas en las tinas de sedimentación para evitar derrames.

Señaló que los próximos pasos del gobierno y la compañía son "convencer a los santeños y decirles las ventajas de la explotación minera para que los moradores se sientan con la seguridad de que los daños que se puedan causar van a ser mitigados". (FIN/IPS/sh/dg/en-if/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe