/AMBIENTE/CARIBE: La vida en el ojo de la tormenta

Expertos de gobiernos y la población del Caribe, en medio de la estación de huracanes, se preparan para una época agitada, alertados por las previsiones de meteorólogos.

El período de menor actividad de huracanes podría estar registrando un cambio básico en los patrones mundiales y de circulación de largo plazo, afirmó William Gray, de la Universidad de Colorado, Estados Unidos.

"Creo que estamos entrando en una etapa típica del período de mediados de los años '40 hasta fines de los '60, cuando teníamos una cantidad de grandes huracanes que entraban a tierra", estimó.

Gray aseguró que la región puede prepararse para 11 tormentas esta estación, siete de las cuales evolucionarán a huracanes. El año pasado, 13 tormentas se formaron en la región, nueve de las cuales se transformaron en huracanes. En 1995 las cifras fueron 19 y 11, respectivamente.

La estación de tormentas se extiende entre el 1 de junio y el 30 de noviembre.

Se aguarda que estos huracanes se ubiquen en las categorías entre tres y cinco. Un huracán de categoría tres presenta vientos de entre unos 179 y 209 kilómetros por hora, la categoría cuatro, entre unos 211 y 249 kilómetros por hora, y la categoría cinco, más de 249.

Pero la región no es tan extraña a huracanes de tal intensidad. En 1979, el huracán David arrasó con la cosecha de banano y citrus de Dominica.

En 1988, el huracán Gilbert afectó los principales sectores económicos de Jamaica. Cuando el huracán, con sus vientos de 296 kilómetros por hora llegó a la costa de México, había alcanzado la categoría cinco.

En ese punto, los meteorólogos dijeron que "Gilbert" había alcanzado la distinción de ser el huracán más poderoso registrado este siglo.

En 1989 el huracán Hugo causó destrozos en varios países del Caribe, dejando a miles sin hogares y miles de millones de dólares de pérdidas. En 1995, el huracán Luis arrasó Antigua, Anquilla, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía, San Martín y Guadalupe.

Las autoridades de previsión de desastres esperan que ningún huracán alcance las islas. Mientras, la Organzación para la Agricultura y la Alimentación (FAO) continúa con los esfuerzos iniciados en 1988 por asistir la recuperación del sector agrícola.

El organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene ahora la previsión de desastres como uno de sus puntos prioritarios en la región, destacó David Bowen, representante en Jamaica.

La FAO dispuso más de 396.000 dólares para países en el este del Caribe, para asistirlos en sus programas de recuperación y en la preparación para estos desastres.

Entre los países que se benefician del programa figuran Dominica, Grenada, Barbados, Antigua y Barbuda, Santa Lucía, San Cristóbal y Nevis, San Vicente y Granadinas y Trinidad y Tobago.

Bowen señaló que asistencia similar podría extenderse pronto a países en en norte del Caribe. (FIN/IPS/tra-en/cm-ml/cb/lp/en/97

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