VENEZUELA: Comienza censo de 25.000 presos

El gobierno de Venuela inició hoy un censo de los aproximadamente 25.000 presos, buscando dotar de bases el manejo de un sistema penitenciario considerado paradigma de la violación de los derechos humanos en el país.

"Ya no habrá más presos olvidados ni desconocidos", dijo el ministro de Justicia, Hilarión Cardozo, quien aspira a obtener "información estadística confiable para clasificar a los procesados y sentenciados en establecimeintos adecuados".

Con el censo "se sabrá a ciencia cierta cuántos presos tenemos, dónde están y cuáles características tienen, porque se carece de datos concretos", señaló por su parte la directora de prisiones del despacho de Justicia, Mónica Fernández.

Esos datos esenciales han sido tan imprecisos en Venezuela, que cuando ocurren fugas, riñas, masacres y motines se ignora, a menudo durante muchas horas y a veces para siempre, cuántos presos huyeron, murieron, fueron heridos o permanecen en el pabellón donde se les ubicó dentro de la cárcel.

Cuando en 1994 dos grandes grupos de presos chocaron en la cárcel de Maracaibo, 600 kilómetros al oeste de Caracas, y se desató un incendio, murieron "unos 100", "más de 100" o "casi 150" detenidos, según distintas fuentes. La lista de vivos se conoció tres días después.

En 1995 se registró una fuga masiva en Tocuyito, 150 kilómetros al oeste de la capital, escapando "unos 20", o "más de 20" o "cerca de 30" de los reclusos. El narcotráfico organizó la evasión, según la no gubernamental organización Fundareo.

En octubre de 1996 carceleros del retén caraqueño La Planta encerraron a 56 presos en una celda de castigo y arrojaron dentro granadas lacrimógenas, desatándose un incendio en el que murieron 25 presos abrasados.

Durante horas, los familiares a las puertas de la prisión ignorabal cuál o cuáles grupos, de los casi 2.000 ubicados en La Planta, habían sido objeto del encierro y la masacre.

En febrero de 1997 fue demolido el caraqueño Retén de Catia, la cárcel más espantosa del país. Durante varios días se trasladó a presos a otras prisiones y las autoridades debieron insistir repetidamente en su certidumbre de que no había quedado ningún detenido oculto para después huír.

Según Amnistía Internacional, Americas Rigth Watch y las venezolanas Provea y Red de Apoyo por la Justicia y la Paz, el sistema carcelario es paradigma de la violación de los derechos humanos, comenzando por el de la vida, en el primer país que abolió constitucionalmente la pena de muerte, en 1863.

En el período 1966-1996 perecieron en las cárceles venezolanas 3.700 individuos y otros 21.000 fueron heridos. Por el parecido de las cifras con la actual población penitenciaria, puede afirmarse que estadísticamente ninguno de los actuales prisioneros está seguro en Venezuela.

En las cárceles del país, admitió el fiscal general (vigía legal de la Constitución) Iván Badell, "se violan todos los derechos humanos todos los días".

Cardozo dijo que para este censo, primer paso para diseñar políticas, medidas y correctivos, se dispuso instalar una computadora en cada penal. Se trata de una donación del grupo Petróleos de Venezuela, PDVSA, frecuente "bombero" institucional del Estado venezolano.

Fernández precisó que los 2.000 funcionarios y voluntarios que realizarán el censo levantarán con su trabajo un "perfil del recluso venezolano", con datos desde los elementales de nombre, edad y delito, hasta actividades que se interesa por desarrollar y estado de su proceso.

La médula del drama carcelario venezolano es el hacinamiento, y éste en primer lugar es producto de que tres de cada cuatro presos son procesados. Un juicio penal demora, entre detención y sentencia, un promedio de tres años y medio en Venezuela. (FIN/IPS/jm/dg/hd/97)

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