AFRICA: Soplan alentadores vientos de democracia, según Nyerere

Los últimos cambios de gobierno en Eritrea, Etiopía, Uganda, Ruanda y el antiguo Zaire alientan la esperanza de un aflojamiento de los conflictos y la pobreza en Africa, según el ex presidente de Tanzania Julius Nyerere.

"Estos estados tienen líderes competentes que no recurrirán al saqueo", dijo Nyerere, quien gobernó su país entre 1963 y 1985, en una conferencia que brindó en la Escuela de Economía de Londres.

El ex mandatario se refería a Isiah Affwerki, de Eritrea, Meles Zenawi, de Etiopía, Yoweri Museveni, de Uganda, Paul Kagame, vicepresidente de Ruanda, y Laurent-Desiré Kabila, de la antigua Zaire, que lograron desembarazarse de las duras dictaduras que imperaron durante la guerra fría.

La última víctima de estos líderes fue Mobutu Sese Seko, quien gobernó durante 32 años Zaire, rebautizado República Democrática de Congo por el régimen de Kabila que lo derrocó el mes pasado.

"Los Mobutus de Africa siguen su destino. Ahora que la guerra fría ha concluido, es tiempo de que se vayan", sostuvo Nyerere.

La mayoría de los dictadores africanos al estilo de Mobutu cometieron abusos y se embolsaron los recursos de sus países al amparo de las potencias entonces imperantes, Estados Unidos y la hoy disuelta Unión Soviética, según el ex presidente tanzanio.

Mobutu fue un incondicional aliado de Washington. Su papel en el conflicto en Angola le ganó la inquina del gobierno en Luanda, que a la postre terminó siendo un respaldo clave en la rebelión que lideró Kabila.

"Una nueva alianza se registra desde Eritrea, en el mar Rojo, hasta Angola, en el océano Atlántico", dijo en la misma conferencia, celebrada el fin de semana, Keith Hart, del Centro de Estudios Africanos de la universidad británica de Cambridge.

La estabilidad en este grupo de países, sumada al impulso democratizador del foro de Cooperación para el Desarrollo de Africa Austral (SADC) enncabezado por Sudáfrica, podría ser beneficiosa para la economía de un continente que reúne apenas 0,7 por ciento del producto mundial.

La figura clave en este proceso es Museveni, cuyo objetivo, al parecer, es cambiar el rostro político de Africa oriental y central, agregó Anai Kelueljan, editor del Boletín del Sur de Sudán que se publica en Londres.

En esta alianza también es crucial el coronel John Garang, líder del Ejército para la Liberación del Sur de Sudán, que ha combatido desde mayo de 1983 a los sucesivos gobiernos de ese país, incluso el actual, de corte fundamentalista islámico.

Garang, contemporáneo de Museveni en la universidad de Dar Es Salaam en los años 70, cuando Nyerere gobernaba Tanzania, comparte la filosofía de la nueva camada de líderes africanos. En ese país se refugiaron a la sazón numerosos socialistas radicales africanos.

Nyerere cree que el impulso registrado en Eritrea, Etiopía, Uganda, Zaire y la República Democrática de Congo provocaron una ola democratizadora que obligará a los regímenes militares de Burundi, Nigeria, Sierra Leona y Sudán a iniciar procesos de apertura.

Pero, sin contar a Burundi y Sierra Leona, una insurgencia avasallante como la comandada por Kabila, que dominó a Zaire en siete meses, no ocurrirá, al parecer, en Sudán y en Nigeria. "La crisis en Sudán es demasiado compleja", sostuvo Kelueljang.

Hassan Al Turabi, prestigioso líder religioso en Sudán, alertó que el país podría desestabilizar a sus vecinos a través del envío de cientos de miles de eritreanos, etíopes y ugandeses disidentes a sus respectivos países para generar inquietud.

Al igual que Sudán, Nigeria, gobernada por el general Sani Abacha desde el golpe de estado que protagonizó en 1993, figura entre los países claves para asegurar cambios globales en Africa, según los expertos que participaron en la conferencia en Londres.

"La estabilidad en Nigeria es importante para la paz en toda Africa occidental", en especial en Liberia, afirmó Nyerere.

Abuja encabeza una fuerza regional de mantenimiento de la paz en Liberia, también a cargo de la supervisión de elecciones, y está comprometida, además, en las gestiones para revertir el sangriento golpe militar que derrocó al gobierno democrático en Sierra Leona.

Nyerere confía en que Abacha se quite el uniforme militar y se vista de civil, como ya lo hizo el teniente aviador Jerry Rawlings en Ghana, si fuera electo por la ciudadanía de su país en las elecciones generales previstas para 1998.

Pero el ex presidente de Tanzania afirmó que la alianza que lidera Museveni y corta de forma de este a oeste el territorio africano será, con más factibilidad, lo que al fin imponga la estabilidad democrática en todo el continente.

Además, al sur de esa zona se encuentra el SADC, que lideran Nelson Mandela, de Sudáfrica, y Robert Mugabe, de Zimbabwe, quienes han afirmado que no tolerarán ningún régimen militar en esa región.

El SADC es la potencia económica del continente, al influjo de la sólida Sudáfrica. "Algunas de las crisis desaparecerán cuando comiencen a constituirse bloques regionales en Africa", opinó Hart.

Nyerere dijo que confía en que la Comunidad de Africa Oriental (EAC), que integran Kenia, Uganda y Tanzania y que podría incorporar en breve a Ruanda y Burundi, se fusione al fin con el SADC en un sólido bloque económico y político.

La Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental también crece y podría fusionarse con el SADC. (FIN/IPS/tra- en/mn/rj/mj/ip/97

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