TURQUIA: Un segundo Israel en Medio Oriente

El gobierno de Turquía afirmó que el último ataque en el norte de Iraq fue lanzado a pedido de los kurdos iraquíes, pero los observadores sospechan que su guerra conjunta contra los kurdos turcos tiene por fin servir a un amigo común, Estados Unidos.

La analista política kurda Gultan Kisanak, residente en Estambul, sostuvo que el ataque sirve a los intereses estadounidenses de oprimir a Iraq a corto plazo y enviar un mensaje a largo plazo a otros enemigos de Washington.

El bombardeo del miércoles "no fue una operación turca", afirmó, y señaló que el objetivo consiste en reforzar la posición de Turquía como aliado incondicional de Washington y baluarte contras las ambiciones militares de Iraq, Irán y Siria.

"La presencia militar de Turquía en el norte de Iraq puede considerarse un nuevo intento de Estados Unidos de realinear fuerzas en Medio Oriente", dijo Kisanak.

La analista sospecha que Ankara pretende emular la relación entre Estados Unidos e Israel, en que se perdonan algunos pecados a cambio de ciertos favores.

"Turquía está cumpliendo su deber militar y defendiendo a Estados Unidos e Israel de sus enemigos en la región: Irán, Iraq y Siria", sostuvo Kisanak.

"Esto no es una simple operación de persecución, sino el establecimiento de un segundo Israel en Medio Oriente… con la ayuda de los kurdos iraquíes", agregó.

Las tropas turcas cruzaron en la mañana del miércoles la frontera con Iraq para atacar bases del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). El centro de la operación es la región de Sarisavaklar, al sur de la ciudad turca de Cukurca, en la provincia de Sirnak.

Bombarderos F-4 y helicópteros Super Cobra de fabricación estadounidense atacaron los campos del rebelde PKK en Sinath, Jakourj, Zap, Zeli y Jaftanine en Iraq, cerca de la frontera con Irán.

Según las autoridades, los combates continuaban este jueves en la región de Sinath, y algunas unidades del PKK habrían huido a Irán.

El ministro de Defensa de Turquía, Turhan Tayan, dijo que la operación será limitada en alcance y duración.

"A pedido de Mesoud Barzani, líder del (kurdo-iraquí) Partido Democrático del Kurdistán (KDP), que está en guerra con el PKK, las tropas turcas le ofrecieron apoyo logístico y de artillería", declaró Tayan a los periodistas.

"Esta operación es contra el PKK", afirmó posteriormente en Washington el portavoz del Departamento de Estado, Nicholas Burns. "Turquía tiene derecho a protegerse del terrorismo del PKK", añadió.

Algunos observadores sospechan que la operación fue diseñada para reforzar el argumento del ejército turco de que estos "servicios" realmente promueven la imagen del país a nivel internacional.

Por otra parte, los críticos citan los abusos del ejército en el sudeste del país, donde los guerrilleros kurdos pretenden autonomía, como el principal obstáculo para la integración de Turquía a la Unión Europea.

Saruhan Oluc, vicepresidente del socialista Partido de la Libertad y la Solidaridad, destacó que la nueva operación transfronteriza se produjo en un contexto de creciente actividad política del ejército.

Los militares no impresionaron a nadie con su reciente desafío a los esfuerzos del primer ministro Necmettin Erbakan por imponer una agenda fundamentalista islámica.

Al mismo tiempo, la fracasada cooperación militar con Israel le valió a Turquía la injuria de sus aliados islámicos, y el gobierno ya no puede defender el argumento de que sólo los soldados pueden "resolver" el problema kurdo.

Oluc especuló que el ataque quizás preanuncie reformas sociales y económicas en beneficio de los kurdos de Turquía, pues el ejército comenzó la operación, la más grande que involucre un cruce de fronteras desde los años 80, sin órdenes específicas ni mandato del parlamento.

Eso, según el dirigente socialista, es una señal de que el juego está por terminar.

"El ejército está representando la última escena de su acto de 'solución militar' a la cuestión kurda. Es probable que, después de la operación, el comando militar reclame reformas económicas y sociales en las zonas kurdas de Turquía", dijo Oluc a IPS.

El vicecanciller británico, Doug Henderson, expresó su preocupación por los civiles atrapados en el frente de batalla y recordó a Ankara que Londres "no cree que el problema en el sudeste de Turquía pueda ser solucionado apenas por medios militares".

La guerrilla del PKK y los militares turcos están en guerra desde 1984, cuando comenzó la lucha armada por la autodeterminación kurda en el sudeste.

El PKK consolidó desde entonces una red de bases militares en la frontera con Iraq, lo que le generó un conflicto con el KDP de Barzani.

Turquía recibió fuertes críticas de sus aliados en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en marzo de 1995, cuando envió 35.000 soldados y 50 tanques al norte de Iraq. Allí permanecieron dos meses para combatir al PKK, otra vez a solicitud del KDP.

En la operación de esta semana, Turquía desplegó 50.000 soldados y 250 tanques y aviones, pero recibió menos críticas que en 1995.

De todos modos, Iraq denunció el ataque, que se produjo en momentos en que el ministro de Justicia iraquí, Shebib Al Maiki, visitaba la ciudad turca de Konya, donde lo recibió su homólogo turco, Sevnet Kazan. Al Maiki sostuvo que la operación no tiene ninguna utilidad para Ankara.

Un militar sin identificar citado por la Agencia Iraquí de Noticias acusó a Turquía de quebrar su compromiso de "respetar la soberanía e integridad de Iraq" y dijo que "las tropas invasoras" provocaron serios daños en los poblados fronterizos de Zakho y Amadia.

Bagdad también comenzó a desplegar tropas al norte del paralelo 36, zona de exclusión aérea dispuesta por la Organización de las Naciones Unidas después de la guerra del Golfo (1991).

Fuerzas turcas se nuclearon en áreas fronterizas algunas semanas antes del primer ataque dentro de Iraq, en la madrugada del miércoles, y los choques entre el PKK y el ejército turco se intensificaron en el sudeste de Turquía. Mientras, la situación en el norte de Iraq era más tranquila.

La periodista finlandesa Leena Reikko, quien estuvo en esa zona hace poco, dijo a IPS que no había mayores señales de un conflicto entre el PKK y los hombres de Barzani.

"La situación parecía bastante normal y nadie mencionaba ninguna tensión entre el PKK y el KDP", afirmó. (FIN/IPS/tra-en/nm/rj/ml-mj/ip/97

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