El sur de Asia, dividido durante 50 años por guerras y conflictos religiosos y políticos, tiene ahora su mejor oportunidad para la cooperación regional, según economistas de la región.
"El gran cambio operado en la política es más conducente que antes" a la cooperación en el sur de Asia, dijo Arjun Sengupta, miembro de la Comisión de Planificación de India.
Cambios políticos en las dos principales naciones de la región, India y Paksitán, presentan buenas perspectivas para una mejora del comercio y las relaciones, indicó Sengupta.
El Estado indio es mucho menos poderoso ahora, y los partidos regionales como los que respaldan a la gobernante coalición de centroderecha Frente Unido, tienen más poder frente al antes dominante Partido del Congreso, destacó el experto.
Esto podría impulsar la cooperación porque algunos estados y regiones de India ya tienen fuertes lazos con sus vecinos, como Bengala Occidental y Assam con Bangladesh, o estados del sur con Sri Lanka.
A la vez, en Pakistán, "se está haciendo un genuino experimento con la democracia", el cual afloja la posición de la poderosa jerarquía militar india.
Mientras, el nuevo gobierno de Sheikh Hasina Wajed en Bangladesh también adoptó un tono más amistoso que sus antecesores con India.
No obstante, en última instancia, no serán las fuerzas políticas que pongan fin a la hostilidad entre los países del sur de Asia, sino la economía, sostuvo el Foro del Sur de Asia, un grupo de discusión con sede en Nueva York.
En particular, el tremendo crecimiento pronosticado para India, entre seis y siete por ciento anual para los próximos años, podría impulsar fácilmente las economías de sus vecinos, y tentar a los líderes a buscar mayor armonía económica.
Durante la reciente escasez de trigo en Pakistán, el cereal era contrabandeado abiertamente a través de la frontera con India, observó Sengupta, y añadió que el presidente paquistaní, Farooq Legahari, admitió que habría nuevas oportunidades para el comercio legal a través de la misma frontera hacia el estado indio de Rajastán.
El economista bengalí Nural Islam, presidente del Comité de Planificación para el Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas, dijo que "si no hay comercio discriminatorio con tu vecino, obviamente el comercio aumentará".
La mayoría de los gobiernos regionales, en especial el del primer ministro Inder K. Gujral, del Frente Unido, la Liga Awami de Wajed en Bangladesh y la Liga Musulmana del primer ministro Nawaz Sharif en Pakistán, están tomando medidas de libre comercio y liberalización que impulsaron oportunidades comerciales en otras regiones.
Sin embargo, políticos del sur de Asia han sido pesimistas sobre las posibilidades de la cooperación, en gran parte debido a la enemistad entre los dos más grandes países, India y Pakistán, y las diferencias de poder entre los países.
India, una nación cuya población excederá los 1.000 millones en el 2000, presentó un producto interno bruto de más de 225.000 millones de dólares, alrededor de tres veces el de todos los otros miembros de la Asociación para la Cooperación Regional del Sur de Asia (SAARC): Pakistán, Bangladesh, Nepal, Sri Lanka, Bután y Maldivas.
SAARC debe demostrar que es un organismo capaz de acercar a sus siete miembros. "En términos concretos, sería difícil señalar cuáles son los logros de SAARC", admitió Islam.
Pero incluso agrupaciones más prósperas como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), no son mucho más efectivas que SAARC, alegó Rafeeuddin Ahmed, pakistaní y administrador asociado del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El éxito de ASEAN ha sido más político que económico, y su mayor logro fue la apertura de un foro para discutir problemas regionales.
El sur de Asia, y el continente en su totalidad, carece de una fuerte organización que pueda ayudar a resolver ese tipo de disputas, de la misma forma en que lo hacen por sus respectivas regiones la Organización para la Unidad Africana o la Organización de Estados Americanos.
Con ese enfoque, el PNUD estimula a las siete naciones de SAARC a desarrollar "ciudades hermanas" que puedan compartir experiencias en el alivio de la pobreza.
Economistas del Foro del Sur de Asia reconocen que muchas tensiones aún están en camino de la cooperación total, entre ellas la no resuelta disputa indopakistaní por Cachemira, crecientes sentimientos nacionalistas y fundamentalistas, ejemplificados por el crecimiento del Partido Bhartiya Janata en India.
Al menos por ahora, según lo plantea Ahmed, los pronósticos económicos y la tendencia hacia la mundialización significa que "podemos tener una buena base para la cooperación regional". (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/lp/ip-if/97