El golpe militar que derrocó el domingo al presidente Ahmed Tejan Kabba pone en peligro el proceso de paz en Sierra Leona a menos de siete meses de la firma del acuerdo entre el gobierno y el rebelde Frente Revolucionario Unido (RUF), advirtieron observadores.
Balaceras esporádicas y saqueos continuaban este lunes en Freetown, la capital, mientras varios edificios de la capital, incluyendo al del tesoro nacional, eran presa de las llamas.
Tejan Kabbah, quien ocupó la presidencia 14 meses tras su victoria en elecciones democráticas, huyó hacia la vecina Guinea. Su derrocamiento fue condenado por la Organización de Naciones Unidas, la Comunidad Británica de Naciones y la Organización de Unidad Africana.
Oficiales de menor jerarquía del ejército, quienes organizaron el golpe, declararon el domingo que el gobierno civil había sido reemplazado por un Consejo Revolucionario de las Fuerzas Armadas (AFRC).
"Dada la situación política existente, decidimos derrocar al gobierno por temor a que el país se desintegre en medio del conflicto entre facciones", dijo el autoproclamado jefe de Estado, comandante Johnny Paul Koroma, a través de la radio estatal.
El golpe, similar a la operación en la que el capitán Valentine Strasser derrocó en abril de 1992 al entonces presidente Joseph Momoh, comenzó el domingo de manaña, cuando los habitantes de Freetown despertaron con un estruendo de bombas y disparos con armas de alto calibre.
Los soldados invadieron la prisión de máxima seguridad de Freetown y pusieron en libertad a más de 500 prisioneros, entre ellos unos 40 oficiales del ejército presos por delitos como conspiración para derrocar al gobierno.
El AFRC también tomó el estatal Servicio de Radiodifusión y Televisión de Sierra Leona (SLBS) y ordenó la clausura de todas las radios privadas.
Soldados y miles de jóvenes desempleados saquearon la capital. Antes de la noche del domingo, decenas de casas, tiendas y otros negocios habían sido desvalijados, al igual que depósitos pertenecientes a agencias de ayuda, cuyos vehículos fueron requisados por los militares.
"La magnitud del saqueo fue increíble. Vi a hombres, mujeres y niños esquivar a las balas para sacar lo que podían de los depósitos", dijo Isha Thomas, una habitante de Freetown.
Se informó que el golpe habría provocado la muerte de cuatro personas aunque el funcionario estatal John Gbassie declaró a IPS que vio al menos 10 cadáveres.
El jefe del AFRC, Koroma, señaló que el gobierno fue derrocado porque no pudo "consolidar los avances obtenidos por los mediadores de la paz".
El gobierno también fue criticado por fomentar una política de carácter étnico, indiferencia ante la situación de los oficiales militares de menor jerarquía e incapacidad de los comandantes para comunicar los problemas de los soldados a las autoridades.
Los soldados estaban desconformes con el supuesto favoritismo ejercido por el gobierno con las unidades de defensa civil y grupos militares integrados por los cazadores tradicionales conocidos como kamajors.
Como la mayor parte del gobierno, la mayoría de los kamajors proceden del grupo étnico mende, del sur del país, mientras que el líder del AFRC es del grupo rival temne, del norte.
Desde enero, los enfrentamientos entre kamajors y las fuerzas militares habrían provocado cientos de muertos en ambos bandos. Las relaciones entre los dos grupos siempre fueron tensas, aunque fueron aliados en la guerra contra el rebelde Frente Revolucionario Unido (URF).
Una de las primeras medidas adoptadas por los golpistas fue disolver el grupo de kamajors que operaba en la lucha contra la guerrilla. "Somos el ejército nacional. Tenemos el derecho constitucional de defender al país. No habrá más kamajors", dijo el cabo Gborie, vocero del AFRC.
"Este es un gran paso atrás. Poco después de un año de gobierno civil, los soldados están de vuelta. Creo que el pueblo va a tener grandes problemas", declaró un diplomático occidental a IPS.
El golpe tuvo lugar luego del fracaso a comienzos del año de un acuerdo de paz firmado en noviembre de 1996 entre Tejan Kabbah y el líder del RUF, Foday Sankoh, ex cabo del ejército.
El AFRC convocó a Sankoh, quien se encuentra en Nigeria desde marzo, a que vuelva al país y ocupe el cargo que desee en el gobierno.
El gobierno de facto también expresó que le gustaría contar con la participación del capitán Solomon Musa, ex vicepresidente del Consejo Nacional Patriótico Gobernante (NPRC), que gobernó el país entre abril de 1992 y marzo de 1996, cuando Tejan Kabbah asumió el poder luego de ganar las elecciones presidenciales.
Musa huyó de Sierra Leona tras enemistarse con Strasser.
Las primeras medidas de la nueva junta sorprendieron a los analistas. "¿Se trata de un truco para reinstaurar el NPRC o es un golpe con la bendición del RUF?", preguntó Tom Sesay, experto militar.
Mientras tanto, la población espera que el gobierno designe un nuevo jefe de Estado. El AFRC se refirió al líder de la oposición John Karefa Smart, que procede del norte, como Sankoh, como una persona respetable con la que se podría tratar.
Sin embargo, Karefa Smart condenó el golpe de Estado.
"No veo cómo el pueblo puede aceptar esta aberración antidemocrática. Después de todo, votó por el gobierno y si ya no lo quería, podría haberlo cambiado mediante el voto en el año 2001", dijo Mike Sesay, analista político.
Por ahora, esa opción ya no existe. (FIN/IPS/tra-en/lf/kb/aq- mj/ip/97