La población de Sierra Leona acumula provisiones ante la eventualidad de una intervención de fuerzas de Africa occidental contra los militares golpistas que el domingo tomaron el poder.
El jefe del régimen militar, mayor Johnny Paul Koroma, suspendió la constitución y prohibió la actividad de los partidos políticos y toda demostración pública contra el golpe de Estado que derrocó al presidente civil Ahmed Tejan Kabbah.
Los golpistas enfrentan una fuerte oposición a escala nacional, regional e internacional.
Una campaña de resistencia civil se puso en marcha inmediatamente después del golpe. El martes estalló la protesta callejera, aunque los militares lograron evitar nuevas manifestaciones este miércoles con un amplio despliegue de fuerzas en la capital.
Koroma, de 37 años, advirtió el marte de noche por radio y televisión que impondrá "la disciplina" a todo el que se atreva a desconocer la prohibición de protestas públicas.
Pero tres días después de tomar el poder, el líder golpistas aún no ha comunicado la integración del Consejo Revolucionario de las Fuerzas Armadas, que formará el nuevo gobierno.
Mientras, los funcionarios públicos, sumados a la campaña de desobediencia civil, se rehúsan a regresar al trabajo, pese a las exhortaciones de los militares.
"No aceptaremos a este criminal como nuevo gobernante. Lucharemos con palos, piedras y manos para expulsar a estos gamberros", aseguró a IPS un miembro del movimiento de resistencia civil que pidió reserva de identidad.
También los funcionarios de alto rango desconocen laautoridad de los golpistas. Koroma convocó el martes a los secretarios de los ministerios a su cuartel general, para organizar los asuntos de gobierno, pero ninguno se presentó.
Los residentes de la capital se volcaron este miércoles a los comercios, para reunir provisiones, en la eventualidad de la intervención de la intervención de la Fuerza de Mantenimiento de la Paz de Africa Occidental (ECOMOG).
"He comprado arroz, gasolina, carbón de leña y pan, para el caso de que las tropas de ECOMOG lancen un ataque para desplazar a los jefes golpistas", explicó Zeinad Turay, una residente en Freetown.
Una nave de guerra de Estados Unidos con unos 1.200 infantes de marina a bordo apareció frente a las costas de Sierra Leona y dos barcos nigerianos llegaron a Freetown al atardecer del lunes.
El depuesto presidente Kabbah pidió ayuda a los gobernantes de Africa occidental para recuperar el poder. Soldados de Nigeria y Ghana, integrantes de la ECOMOG, permanecen acantonados en el aeropuerto internacional y cierran el paso a las fuerzas de Koroma.
El jefe golpista aseguró el martes que se propone la gradual instauración "de una democracia satisfactoria. A corto plazo anunciaremos la integración del gobierno y un calendario electoral", declaró.
Koroma fue liberado el domingo de la cárcel, donde se encontraba desde junio, procesado por traición a causa de su apoyo a otra tentativa de golpe.
El líder golpista acusó al gobierno depuesto de abandonar a los maestros, que en algunos casos no reciben paga desde hace tres meses, y se comprometió a resolver esa situación.
También señaló que Kabbah promovía un proyecto de ley de prensa que es resistido por los medios de comunicación. Pero los periodistas se oponen unánimenente al régimen de facto.
"Muchos pueden pensar que he hecho esto (tomar el poder) por interés personal. Pero esperen, y verán que lo hice en interés de la nación", aseguró. (FIN/IPS/tra-en/lf/pm/ff/ip/97