La Asamblea Mundial de la Salud, el órgano que gobierna la Organización Mundial de la Salud (OMS), celebró este mes en Ginebra su reunión anual para discutir una estrategia para el próximo milenio, tras el fracaso parcial de su ambiciosa meta de "Salud para Todos".
La OMS adoptó su programa Salud para Todos en Alma Ata, Kazajstán, en 1978, definiendo el objetivo como una situación en la que todas las personas podrían conducir "vidas social y económicamente productivas".
La estrategia revolucionó las actitudes a largo plazo sobre la salud y contribuyó a grandes avances, pero la OMS admitió que, en los últimos 20 años, "grandes cambios políticos, sociales y económicos influyeron en su realización".
Ahora, la OMS intenta recuperar la iniciativa en materia de política internacional de salud, que desde 1993 parece radicar en el Banco Mundial.
En 1993, el Banco publicó un documento, Invirtiendo en Salud, que estableció la primacía de la efectividad y la recuperación del costo -por ejemplo, mediante el cobro a los usuarios- en la creación de políticas de salud.
Se estima que la política del Banco domina gran parte de los préstamos, la ayuda económica y las políticas gubernamentales en materia de salud.
"A medida que se acerca el nuevo milenio, queda claro que la salud para todos no se logrará para el año 2000 y que el plan deberá reexaminarse en el contexto de dramáticos cambios sociales, económicos y políticos", dice el documento "Cambios y Reformas en la OMS", recientemente distribuido por la organización.
"El fin de la guerra fría, el mayor énfasis en las reformas del mercado y la creciente carga de la deuda en algunos países presentaron nuevos desafíos para la OMS", añade.
"Estos y otros factores pueden afectar el estado de la salud y la tendencia de las enfermedades, y también poner en peligro la mejoría lograda en materia de esperanza de vida y tasas de mortalidad infantil", advierte el informe.
El documento puntualiza que el desarrollo de una nueva política basada en dos principios fundamentales, "equidad y solidaridad", constituye el sostén de los cambios del proceso de reforma.
El marco político abarca situaciones generales e individuales de salud y diversas condiciones políticas, económicas, sociales y culturales, y su propósito es el de servir como base para nuevas políticas nacionales.
La nueva política, de acuerdo con el documento de OMS, se aplica a "las nuevas realidades y desafíos del próximo siglo" y se relaciona con las tendencias que probablemente influyan en la salud más allá del año 2000.
Tales tendencias incluyen la pobreza, el envejecimiento de la población mundial, las consecuencias del consumo de tabaco y la resistencia de las bacterias a algunos antibióticos.
La iniciativa, que considerará a la salud como "parte integral del desarrollo orientado hacia el ser humano", será implementada por los estados miembros, la OMS, otras agencias de la Organización de Naciones Unidas y socios de la OMS en el proceso de salud y desarrollo, de acuerdo con el documento. (FIN/PANOS/tra-en/dds/aq-ml/he/97) —— (*) IPS pone a disposición de sus suscriptores este material por un acuerdo de distribución con la institución internacional de comunicación Panos Features, de Londres


