La madre del líder guerrillero Néstor Cerpa, quien dirigió el asalto a la residencia del embajador de Japón en Perú, reclamó hoy en Italia ayuda para aclarar la muerte de su hijo y de sus 13 compañeros, y denunció la grave situación de los presos políticos en su país.
Vestida de negro y acompañada por su hija Lucía, Felicita Cartolini calificó este miércoles en rueda de prensa de gravísima la situación de los derechos humanos en Perú, donde 8.000 presos políticos viven desde hace cuatro meses en total aislamiento.
Un comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru tomó el 17 de diciembre la residencia del embajador japonés en Lima, que concluyó con un asalto de las fuerzas de seguridad el 22 de abril. En la acción murieron los 14 guerrilleros, dos militares y uno de los 72 rehenes.
"Pedimos el apoyo internacional para que el gobierno peruano permita a los familiares de los detenidos políticos poder al menos verlos", dijo Lucía Cerpa, quien reclamó la solidaridad de Italia para dar a conocer las violaciones de los derechos humanos que se cometen en su país.
En la rueda de prensa estuvieron presentes parlamentarios de Refundación Comunista, "Verdes" y de Izquierda Democrática. Las dos últimas fuerzas forman parte del gobierno de centroizquierda, mientras que la primera lo apoya sin integrarlo.
La madre y la hermana de Cerpa expresaron en Italia, donde permanecerán hasta el día 26, que representaban a los familiares de los 14 guerrilleros asesinados en el asalto a la embajada y pidieron a la comunidad internacional que los ayude a aclarar lo ocurrido.
También pidieron ayuda para los presos políticos peruanos, condenados a largas penas en cárceles inhumanas por jueces encapuchados, a quienes les son negadas actualmente las visitas de familiares y representantes de organizaciones internacionales.
"Si en la embajada, a pesar de la presencia de garantes, terminó en sangre, qué les sucederá a los detenidos, a quienes es negado todo contacto con el exterior", se preguntó Lucía Cerpa.
"No queremos leer un día en los diarios que han sido asesinados en una revuelta", añadió.
Destacaron que la acción del MRTA se había realizado sin derramamiento de sangre y que con ella se pretendía obtener una negociación para liberar a los detenidos políticos, entre los que se encuentra la viuda de Cerpa, Nancy Glivonio.
Los hijos del jefe del comando guerrillero, Nestor y Juan Carlos, viven con su abuela en Nantes, Francia, desde hace nueve años.
El asalto a la embajada, recordaron, se produjo cuando se desarrollaban las negociaciones, de las cuales eran garantes el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipirani, el embajador de Canadá, Anthony Vicent, y el representante de la Cruz Roja, Michael Mining.
El gobierno peruano no ha entregado los cuerpos de los guerrilleros, ni ha revelado donde están sepultados, dando base así a la sospecha de sus familiares y las denuncias de la prensa internacional en el sentido de que se trató de una ejecución.
En un encuentro con estudiantes de la Universidad La Sapienza de Roma, el martes, cuando llegaron a Italia, la madre y la hermana de Cerpa acusaron al presidente de Perú, Alberto Fujimori, de haber "traicionado a la opinión pública internacional".
Plantearon la necesidad de que se constituya una comisión internacional de juristas para aclarar el asalto a la embajada y las ejecuciones sumarias y denunciaron también la "responsabilidad de Japón por haber permitido el ingreso del ejército peruano en su territorio". (FIN/IPS/jp/ag/ip/97
