Los partidos del gobierno de centroizquierda dieron a conocer hoy un proyecto de ley para dar vida a una nueva política de cooperación de Italia con los países en desarrollo, que actualmente se encuentra reducida al mínimo.
Donato Di Santo, del Partido Democrático de Izquierda (PDS), el mayor de la coalición de gobierno, quien dirigió el grupo de trabajo que elaboró el proyecto en contacto con parlamentarios, dijo que la reforma debería invertir la tendencia decreciente de los esfuerzos financieros de Italia hacia los países pobres.
El monto de la cooperación alcanza a sólo 300 millones de dólares anuales, mientras que en 1991 llegaba a 2.300 millones de dólares. En relación al Producto Nacional Bruto (PNB), Italia ocupa el puesto número 21 de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Italia otorgó en 1995 el 0,15 por ciento del PNB, la mitad que el promedio de los países de la OCDE.
La política de cooperación, a la que el proyecto considera parte integrante de la política exterior de Italia, tiene como fin la lucha contra la pobreza en los países en desarrollo, su integración en la economía internacional y la integración en las sociedades nacionales de los sectores sociales marginados.
Precisa que no pueden ser destinatarios de la cooperación los gobiernos responsables de graves violaciones de los derechos humanos o de las libertades democráticas, ni aquellos países cuyos presupuestos militares sean considerados excesivos respecto de los destinados a las políticas sociales.
Los recursos otorgados por Italia no podrán ser utilizados directa o indirectamente para financiar actividades de carácter militar o de policía.
El proyecto fue presentado en una conferencia realizada en Roma en la que intervinieron los presidentes de las Comisiones de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Achille Occhetto, y del Senado, Giangiacomo Migone.
La gestión operativa de la cooperación será confiada a la Agencia para la Cooperación Internacional, "un ente de derecho público con autonomía patrimonial y de gestión" que deberá suministrar al Ministerio de Relaciones Exteriores los elementos necesarios para formular un programa trienal.
La iniciativa se propone mejorar las relaciones comerciales, solucionar el problema de la deuda externa de los países pobres y la creación y sostén de las instituciones económicas y políticas necesarias para el desarrollo.
El proyecto de ley precisa que la cooperación no responde a una política asistencialista, sino que se basa en el diálogo político entre donante y receptor en un cuadro de interés recíproco.
El primer esfuerzo para la ayuda multilateral debe ser asumido dentro de la Unión Europea (UE) para definir una política común hacia los países más pobres del mundo, en primer lugar los de Africa.
Sostiene que se debe superar rápidamente la actual parálisis de la cooperación y la drástica reducción de los recursos destinados a la Ayuda pública al desarrollo (APD).
De esta manera, "Italia podrá hacer frente adecuadamente a su papel internacional, a los numerosos desafíos que representan las nuevas dimensiones de las relaciones entre el Norte y el Sur del mundo".
Plantea que la cooperación debe ser descentralizada, con la participación de organizaciones no gubernamentales (ONG), pequeñas y medianas empresas, universidades, organismos de comercio, municipios, sindicatos y asociaciones de inmigrantes. (FIN/IPS/jp/ag/ip/97
