IRAN: Moderado presidente electo no hará "segunda revolución"

Muchos creen que se trata de la segunda revolución en la República Islámica de Irán tras la de 1979, pero analistas de la región del Golfo alertan que el triunfo del candidato moderado en las elecciones presidenciales del fin de semana no es para tanto.

Mohammed Khatami, de 54 años, un ex ministro de Cultura muy popular entre los jóvenes, será, según las previsiones, más cuidadoso con las libertades personales, pero el estricto código religioso que rige en el país le dejará poco espacio, afirman los observadores.

Khatami tampoco podrá cambiar la política exterior de Irán, pero, en contraste con el actual gobierno de línea dura, él ha afirmado que no descarta una reconciliación con Estados Unidos en el futuro, e incluso con Israel, el máximo archienemigo de Teherán.

Los países del Golfo que acusan a Irán de intervenir en sus asuntos internos y de constituir una amenaza militar confían en que renacerá la amistad.

El rey Fahd, de Arabia Saudita, felicitó a Khatami por "la confianza que el pueblo iraní ha demostrado tenerle" y le deseó "éxito" luego de las elecciones.

Los periódicos de Emiratos Arabes Unidos (UAE), que tienen una disputa con Irán por tres islas estratégicas en el sur del Golfo, sostuvieron que Khatami tiene una oportunidad de oro para mejorar la imagen de su país en el extranjero.

El diario Gulf News exhortó al presidente electo a revisar la posición de su país en la disputa territorial, lo cual conduciría a "un mejoramiento en las relaciones intrarregionales".

El diario oficialista de Iraq Al-jumhuriya describió las elecciones en Irán de "serio golpe" a los conservadores que gobiernan el país desde el derrocamiento del shah Rezah Pahlevi en 1979.

Irán e Iraq no han recompuesto aún sus relaciones luego de la guerra en la que se enfrentaron durante ocho años en la década del 80.

El presidente saliente de Irán, Ali Haschemi Rafsanjani, afirmó el domingo que Irán está lista para negociar con EUA una solución a la disputa sobre las islas en el Golfo.

También se mostró proclive a mejorar las relaciones con la Unión Europea, pero dijo que los problemas con Estados Unidos persistían.

Khatami llamó el domingo a través de la radio y la televisión estatal a "diferentes fuerzas, puntos de vista, ideologías y talentos" a participar en la creación de una "más fuerte, versátil y orgullosa Irán".

El presidente electo obtuvo 11 millones de votos de los 17 millones escrutados hasta el domingo y derrotó así a su principal rival, Ali Akbar Nateq Nouri, quien era respaldado por el clero conservador y el máximo líder espiritual, el ayatollah Ali Khamenei.

La campaña de Khatami se basó en la defensa de la libertad personal, la democracia y la ley. Reconocido partidario de la libertad de prensa y de manifestación del pensamiento y de las artes, se inclina por ubicar a mujeres en altos cargos de gobierno.

Además, declaró que no obligaría a sus hijos a casarse con alguien que no quisieran. Sin embargo, lamentó durante la campaña electoral la "incapacidad" de su esposa para conducir un automóvil.

Como ministro de Cultura, prohijó el renacimiento de la música y el cine, prohibidos por la revolución, y autorizó la celebración de conciertos y recitales, así sea de artistas mujeres. Fue obligado a renunciar al cargo en 1992 por presión de los conservadores.

Khatami no contará con un aliado en el ayatollah Khamenei, a quien la constitución concede, en su calidad de líder religioso supremo, el poder de veto sobre cualquier decreto o ley.

De todos modos, Khamenei declaró que cooperaría con el ganador, al igual que el parlamento en el que predomina la derecha religiosa, al tiempo que la prensa oficialista pidió "ayuda para el próximo presidente" al reconocer que "la ciudadanía votó moderación y no conservadurismo.

De todos modos, los diplomáticos occidentales en el Golfo no esperan grandes cambios en materia diplomática, pues Khamenei tiene bajo su directo control los ministerios de Relaciones Exteriores e Inteligencia y sobre las fuerzas armadas.

El propio Khatami admitió que "este no es el momento" para mejorar las relaciones entre Teherán y Washington, si bien no descartó que eso suceda en el futuro.

Pero el actual ministro de Relaciones Exteriores, Ali Akbar Veleyati, no figurará en su gabinete, pues respaldó de forma abierta a Ali Akbar Nateq Nouri en las elecciones.

Khatami tendrá las manos bastante libres para restaurar la fortaleza económica de Irán, que sufre un alto desempleo y más de 24 por ciento de inflación, y se prevé que continuará las políticas de libre mercado dejadas de lado por Rafsanjani. (FIN/IPS/tra-en/am/mj/mj/ip/97

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