Los países del Grupo de Río consideran que el actual desinterés de los ciudadanos latinoamericanos por la cosa pública es una amenaza para la estabilidad democrática, e impulsarán la educación, la participación democrática y un programa de capacitación de líderes emergentes de la región.
El compromiso quedó plasmado en un proyecto reservado de declaración aprobado en el encuentro ministerial realizado este fin de semana en la capital de Paraguay, que será la base del documento que los presidentes del grupo de concertación política latinoamericana aprobarán en su cumbre de agosto.
El documento, al que tuvo acceso IPS, sostiene que la educación es clave "para elevar los niveles de conciencia con los valores democráticos", y que la formación de jóvenes líderes ayudará a "afianzar los vínculos entre demócratas de la región" para contribuir al proceso de integración.
Los mandatarios reconocen en el texto -de 17 puntos, divididos en cinco apartados- la existencia de una "identidad común regional" y resuelven trabajar para una "paulatina configuración de un proyecto colectivo basado en la concertación y la integración".
El proyecto de declaración, puesto a punto por los cancilleres del grupo, que mantuvieron en esta capital su XVI reunión, advierte que los problemas económicos y sociales son "obstáculos para la plena consolidación de nuestras instituciones".
Prometen por ello que desarrollarán acciones "capaces de atender eficientemente las demandas legítimas" de la sociedad, y políticas económicas y sociales tendientes a la superación de la pobreza, el desarrollo sostenible y la integración regional.
Se comprometen también a luchar contra las violaciones de los derechos humanos, el narcotráfico, el terrorismo y la corrupción.
Los jefes de Estado del Grupo de Río asumirán el compromiso de realizar "un planteo conjunto con miras a la Cumbre Hemisférica de Chile, en marzo de 1998, y verterán los avances en la Cumbre Iberoamericana de Venezuela, en un intento por combinar resultados de los varios foros en los que participan.
La reunión ministerial, en la que participaron seis cancilleres, el ministro encargado de Perú y cuatro vicecancilleres, fue escenario de fuertes críticas a Estados Unidos.
En un comunicado emitido al fin de las deliberaciones, sostenidas en la sede del Banco Central de Paraguay, los cancilleres acusaron sin mencionarlo al país norteamericano de realizar "una flagrante violación del Derecho Internacional".
Mencionaron su preocupación por la ley Helms Burton, la evaluación sobre la vigencias de los derechos humanos, la certificación por la lucha contra el narcotráfico y los "intentos de condicionar la cooperación a las formas de votación de los países en los organismos internacionales".
Los ministros decidieron consolidar al Grupo de Río en su integración actual y no ampliarse con nuevos miembros plenos, como pidió República Dominicana.
El canciller paraguayo y secretario transitorio del Grupo, Ruben Melgarejo, lamentó la ausencia de representación a nivel de ministros de Argentina, Brasil y Uruguay, sus tres socios en el Mercosur, pero declaró su conformidad con los resultados alcanzados. (FIN/IPS/cm/jc/if-ip/97