CHILE: Cooperación, eje en visita de primer ministro de Haití

La visita que iniciará a Chile este domingo el primer ministro de Haití, Rosny Smarth, permitirá ampliar y perfeccionar las relaciones entre los dos países, que constituyen un buen ejemplo de la cooperación Sur-Sur.

Smarth, quien realizó estudios universiarios como exiliado en Chile, permanecerá en este país hasta el día 15, acompañado de una pequeña comitiva, que incluye al ministro de Cultura, Raoul Peck, y al representante ante Naciones Unidas, Pierre Lelong.

Haití y Cuba constituyen las prioridades en la labor exterior de la Agencia Internacional de Cooperación (AGCI) del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, señaló su director, Francisco Vío Grossi, un especialista en desarrollo alternativo.

Mientras los programos que la AGCI canaliza en Cuba tienden a la capacitación en áreas económicas y de comercio exterior, en Haití se apunta a fortalecer y modernizar la acción estatal en aras de consolidar la restauración democrática.

"Haití es un país prioritario para la cooperación chilena. Se trata del país más pobre del hemisferio occidental, que está en un proceso de transición a la democracia", señaló Vío Grossi.

La AGCI destina a la cooperación con Haití un presupuesto anual de 200.000 dólares, que representa una proporción importante de los fondos totales de esta agencia gubernamental, del orden de los tres millones de dólares.

Vío Grossi aclaró que los volúmenes de fondos dan a una idea parcial de la importancia de la asistencia horizontal que Chile presta en los países latinoamericanos, con especial énfasis en América Central y el Caribe.

"La cooperación chilena en gran parte se hace con trabajo no remunerado. Los costos sólo se refieren a pasaje, alojamiento y alimentación (de los expertos)", aclaró el director de la AGCI.

"Actualmente, lo que hacemos también es cooperación triangular: si países nórdicos o de la Unión Europea ponen parte de los recursos, nosotros ponemos otra parte y vamos juntos a dar cooperación", agregó.

La AGCI recibe al año unos 80 millones de dólares de asistencia internacional, de los cuales una parte se canaliza hacia terceros países latinoamericanos y caribeños a través de estos programas triangulares.

En el caso específico de Haití, Chile aplica planes de asistencia horizontal en las áreas de la salud, la modernización del Estado y el desarrollo económico, de acuerdo a necesidades definidas en común con Puerto Príncipe.

En materia de salud se trabaja en el apoyo a la gestión hospitalaria, entendiendo que se requiere mejorar la organización interna de los centros de salud para una mejor utilización de los hospitales y una mayor productividad del trabajo de los médicos.

La capacitación de enfermeros y personal paramédico en general en obstetricia es otro de los frentes esenciales en un país como Haití, que se caracteriza aún por altos índices de natalidad y de mortalidad materno-infantil.

En materia de modernización del Estado, la línea fundamental de la cooperación chilena se dirige a la organización del Registro Civil, con el fin de regularizar los sistemas de empadronamiento de la población.

Chile desarrolló desde 1990 una alta tecnificación del Registro Civil, en la perspectiva de atender las demandas de poblaciones apartadas en aspectos como la inscripción de nacimientos, matrimonios y defunciones.

Vío Grossi subrayó que el disponer de un efectivo servicio de registro e identificación de la población de un país es indispensable para la calidad de sus estadísticas y la adecuada planificación de los servicios sociales.

"Otra área gruesa de la cooperación es el desarrollo económico: apoyamos a las pequeñas y medianas empresas, ayudamos a una política de atracción de inversiones extranjeras y a mejorar la organización del (estatal) Banco de la República", indicó el director de la AGCI.

Vío Grossi expresó que Chile no sólo debe mostrarse al mundo como un gran exportador, sino que también "tiene que salir a cooperar, a dar solidaridad", sobre todo hacia las naciones más pequeñas y atrasadas del hemisferio.

Este país, que recibió una generosa cooperación internacional para consolidar la restaurada democracia a partir de 1990, inició sus planes de asistencia a América Central y el Caribe en 1993, bajo el gobierno del presidente Patricio Aylwin (1990-94). (FIN/IPS/ggr/ag/ip-if/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe