Bangladesh es uno de los 48 países más pobres del mundo y el de mayor densidad demográfica, pero realizó grandes avances en cuanto a la situación de la infancia.
Uno de los primeros 20 países en ratificar la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de la Infancia en 1990, Bangladesh había cumplido para 1995 todas las metas establecidas en el documento para mediados de la década, excepto las relativas a la nutrición.
Cada aldea está vinculadas a los servicios de salud del gobierno y casi todos los habitantes del medio rural pueden conseguir agua potable a menos de 150 metros de sus hogares, un objetivo que muchos países en desarrollo más ricos no pudieron lograr.
Bangladesh también cumplió con sus metas de inmunización. Más de 75 por ciento de los niños están protegidos contra las enfermedades que se pueden evitar mediante vacunación, mientras que en 1985, sólo dos por ciento había sido vacunado contra el sarampión.
"El progreso de Bangladesh ha sido asombroso", dijo Rolf C. Carriere, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
"Al comenzar por los niños, sin esperar al crecimiento económico, se pueden hacer avances verdaderos, rápidos y duraderos en el alivio de la pobreza", dijo Carriere.
Esta semana, un comité de 10 miembros revisa en Ginebra el grado de cumplimiento de Bangladesh del compromiso asumido ante la Convención.
El panel, junto con una delegación del Ministerio de Asuntos de la Mujer y la Infancia, analiza este lunes y martes dos informes del gobierno de Bangladesh que incluyen información legislativa, judicial, administrativa y estadística sobre el cumplimiento de las metas de la Convención.
"En estas reuniones, dialogamos con el gobierno para ver la forma en que los estados implementan los objetivos de la Convención. No tienen la intención de avergonzar a las autoridades", explicó Gopalan Balagopal, de UNICEF.
Las naciones que hayan ratificado la Convención deben presentar un informe inicial sobre el estado de su población infantil antes de los tres años de haber adherido a la misma. Bangladesh demoró cuatro años, pero de todos modos, lo hizo antes que India, su vecina de Asia meridional.
En audiencias preliminares realizadas en Ginebra, en enero, el comité recibió información de UNICEF, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Foro Shishu Adhikar, una agencia coordinadora de 70 organizaciones no gubernamentales que trabajan en asuntos de la infancia.
UNICEF reconoció que el gobierno de Bangladesh había obtenido "logros notables", pero advirtió que "no hay lugar para la complacencia".
"Bangladesh demostró notables avances en desarrollo social y el ambiente político del país es decididamente positivo hacia los niños, …pero los retos que le esperan son importantes", previno.
El gobierno de Bangladesh respondió 59 preguntas que se le realizaron en la audiencia preliminar en enero, y en Ginebra, responderá otras interrogantes que le puedan plantear los miembros del comité. Las consideraciones de éste serán divulgadas este martes.
"El proceso es muy útil, ya que otorga mayor peso político a las cuestiones relacionadas con la infancia y crea mayor comprensión del gobierno ante los derechos de los niños", expresó Gopalan de UNICEF.
UNICEF está a favor de la asistencia internacional para el desarrollo de Bangladesh y pretende que el gobierno apoye las campañas para promover los derechos de la infancia, fomente la participación de los niños en la toma de decisiones y modifique las leyes que los afectan.
Por ejemplo, la Política Nacional para la Infancia de 1994 acepta el concepto del "mejor interés del niño", pero UNICEF señala que ello no se refleja en las leyes de Bangladesh que, en su mayoría, datan de la época colonial.
Aunque el gobierno prohibió el trabajo infantil, las leyes siguen siendo anticuadas y contradictorias, y los mecanismos de inspección laboral son débiles, según la agencia.
"Se necesita una legislación fuerte, que una a las diversas leyes de la infancia", dijo Naila Sattar, abogada asesora de UNICEF.
La reforma de las leyes es considerada prioritaria por el Consejo Nacional del Niño, creado en 1995 para controlar las actividades relativas al bienestar de la infancia.
El organismo lanzó un Plan Nacional de Acción que impuso objetivos para fines de siglo, incluyendo la protección de los derechos legales de los niños y niñas.
El gobierno de Dacca reconoció el papel de las organizaciones no gubernamentales (ONG) al otorgarle un cariz humano al desarrollo de Bangladesh, donde algunas de las mayores ONG del mundo están trabajando junto con las autoridades. (FIN/IPS/tra-en/an/mu/aq-ml/pr-dv/97