BANGLADESH: Pobreza no es única razón de desnutrición infantil

Hace seis meses, Nur Mohammad, de un año de edad, padecía desnutrición grave al igual que otros millones de niños y niñas en Bangladesh, uno de los países más pobres del mundo.

Nur tenía una salud muy precaria hasta que su madre lo llevó al centro de nutrición del gobierno en Bhajandanga, un poblado 150 kilómetros al sur de Dacca.

El Centro de Nutrición Comunitario (CNC), creado el año pasado por un programa gubernamental financiado por el Banco Mundial para combatir la desnutrición, suministró alimentos suplementarios a Nur y educó a su madre sobre cuáles son los mejores alimentos para su hijo.

En seis meses, el peso del bebé aumentó, dijo la madre, que en el CNC aprendió a controlar el crecimiento del niño y a continuar amamántandolo, suplementando su dieta con otros alimentos.

La mitad de los 120 millones de habitantes de Bangladesh viven en la extrema pobreza, mientras que 93 por ciento de los niños menores de cinco años sufren de desnutrición y enfermedades derivadas como anemia y bocio.

La mayoría de los bebés nacen con un peso menor al normal, ya que sus madres sufren de desnutrición crónica.

En 1994, el gobierno comenzó a entregar suplementos alimenticios a 400.000 mujeres pobres de zonas rurales. Ahora, los niños menores de cinco años son beneficiados por el Programa de Nutrición Integrado de Bangladesh (PNIB), agencia de UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).

Incorporado hace seis años en seis subdistritos, el PNIB tendrá una duración de cinco años. Para el año 2000, el gobierno espera cubrir a 40 de los 460 subdistritos.

El programa se propone reducir la desnutrición entre mujeres y niños mediante la seguridad alimentaria en el hogar, cambios de comportamiento relacionados con la alimentación y el control de crecimiento.

Por primera vez en Bangladesh, la pobreza no es vista como la única razón para la desnutrición. "Las encuestas nos revelan que más de 60 por ciento de los niños desnutridos provienen de hogares con alimento suficiente para todos los integrantes", argumentó Rolf Carriere, representante de UNICEF.

"Prácticas inadecuadas con respecto a la alimentación, salud, higiene y desarrollo psicosocial son responsables de la desnutrición, que se puede subsanar rápidamente sin necesidad de mayor desarrollo económico o el aumento de la producción de alimentos", sostuvo.

En el subdistrito de Sadar en Faridpur, las madres forman fila seis días a la semana para reunirse con la promotora comunitaria de la nutrición, entrenada por el PNIB para alentar a las mujeres rurales a asistir a sesiones de educación en salud, planificación familiar, inmunización, sanidad y ambiente.

Las mujeres son las principales beneficiarias del programa, que no sólo educa sobre cuestiones de la salud sino que pretende aliviar la pobreza al asesorarlas sobre actividades que generan ingresos como huertas, avícolas y cría de ganado, para las cuales se otorgan préstamos.

Las autoridades sostienen que el PNIB aumentará la supervivencia de los niños en Bangladesh, lo que reducirá las tasas de nacimiento y mejorará la salud de la mujer.

En los lugares donde se realiza el programa, los planes de control del crecimiento y alimentación cubren a casi todas las madres y niños que visitan los centros en forma regular, dijo Yakub Patuary, asesor del proyecto.

Cada mes, los niños son pesados y su progreso se anota en tablas que sus madres aprenden a llenar. El programa de alimentación suplementaria también cubre a embarazadas y mujeres que amamantan.

Las autoridades prevén que el centro de nutrición se convierta en un centro comunitario, donde las mujeres se reúnan regularmente para discutir no sólo problemas de nutrición sino otros relacionados con el bienestar general.

"El PNIB es mucho más importante que el puente de Jamuna que se está construyendo a un costo de 400 millones de dólares. Será un hito en el desarrollo de Bangladesh", declaró Pierre Landen Mills, jefe de la delegación del Banco Mundial en el país, que financia al puente y al proyecto de nutrición.

Basado en las experiencias de programas de nutrición que tuvieron éxito en India, Indonesia y Tanzania, el PNIB tiene un costo de 67,3 millones de dólares.

La Agencia Internacional de Desarrollo (IDA), el brazo de créditos blandos del Banco Mundial, prestó la mayor parte, 59,8 millones, mientras que el resto lo aportó el gobierno. UNICEF, que elaboró el programa, contribuyó con asistencia técnica.

"El PNIB reúne a los mejores expertos mundiales en nutrición del gobierno, las organizaciones no gubernamentales, el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud y UNICEF", dijo Carriere.

UNICEF informó que, aunque hubo grandes progresos relativos a la inmunización, agua potable, planificación familiar y mejoría de la posición de la mujer y los niños en la sociedad, la situación de desnutrición grave sigue igual como lo era en 1990 en Bangladesh.

Cada año, medio millón de niños mueren debido a complicaciones derivadas de la desnutrición, 30.000 niños quedan ciegos por falta de vitamina A y 56 millones de personas sufren de bocio debido a la falta de yodo.

La mortalidad materna también es muy alta ya que 50 por ciento de las jóvenes se casan antes de cumplir los 15 años y 20 por ciento ya están embarazadas a esa edad.

Bangladesh, signatario de la Convención de las Naciones Unidos sobre Derechos del Niño, se comprometió a proteger el derecho de la infancia a la salud, la educación y la alimentación, entre otros.

UNICEF afirma que el gobierno intenta cumplir su compromiso mediante iniciativas para combatir la desnutrición como el PNIB, que es la mejor forma de llegar a los hogares más vulnerables del país. (FIN/IPS/tra-en/ti/an/aq-ml/dv/97

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