El representante en India del gobierno en el exilio de Afganistán afirmó hoy que las fuerzas leales al presidente Burhanuddin Rabbani, derrocado en septiembre por las milicias islámicas Talibán, están a poco más de 50 kilómetros de Kabul.
Masood Jalili, aún hoy reconocido por India embajador afgano, confirmó en Nueva Delhi que la resistencia desalojó a Talibán de los pasos de Jebul Siraj, Salang y Gulbahar el miércoles y que ahora se encuentra cerca de la base aérea de Bagram, a unos 50 kilómetros de la capital afgana capturada en septiembre.
Las tropas de Rabbani capturaron a altos dirigentes de Talibán, entre ellos al ministro de Información, mullah Mutaqi, dijo Jalili.
El diplomático sostuvo que Rabbani recuperará el poder en la capital, donde, al igual que en las provincias de Herat, Jojan, Blagh y Qundez, ya existe un fuerte malestar frente a las duras normas sociales y religiosas puestas en práctica allí.
En varios puntos del país los comercios cerraron el jueves en protesta contra Talibán, dijo.
"Afganistán no puede ser conquistada a punta de pistola, sino por medio de la negociación", declaró Jalili. Talibán, agregó el diplomático, rechazó reiteradas ofertas en tal sentido de la alianza que respalda a Rabbani.
El representante del gobierno en el exilio describió a Talibán como "superfundamentalista" y sostuvo que la vida de la gente común es penosa. Las mujeres deben soportar las normas más estrictas, que las han dejado "fuera de las escuelas y los lugares de trabajo".
Jalili acusó al gobierno y los servicios de inteligencia de Pakistán de respaldar de forma activa a las milicias musulmanas.
Cuando Talibán conquistó la semana pasada la ciudad de Mazar-i- Sharif, en el norte, los líderes militares estaban acompañados por el embajador de Pakistán en Kabul, militares paquistaníes y algunos bengalíes, aseguró el diplomático.
Muchos de los invasores en Mazar-i-Sharif no podían hablar ninguno de los idiomas afganos, agregó. Las fuerzas de Rabbani recuperaron la ciudad el miércoles, luego que la población rechazó varias órdenes de Talibán.
Jalili también fustigó a Arabia Saudita y Emiratos Arabes Unidos, los dos países que, junto con Pakistán, reconocieron a Talibán como gobierno en Afganistán.
El diplomático afgano afirmó que las milicias fundamentalistas no deben ser condenadas solo en lo que refiere al respeto por los derechos humanos, sino también porque representan una amenaza a la seguridad de los países de la región.
"India ha respaldado con claridad y fuerza al gobierno del (derrocado) presidente Rabbani y lo reconoce como legítimo. Creo que lo seguirá haciendo", añadió.
Pero funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de India han manifestado de forma reservada que estaban preparados para llegar a algún tipo de acuerdo con Talibán si eso es necesario.
Jalili minimizó las consecuencias de la defección de un alto representante de Rabbani en la embajada de Afganistán en Estados Unidos.
Talibán está demasiado ocupado por lograr que el Comité de Acreditaciones de la Organización de Naciones Unidas le conceda el asiento del país en el foro mundial, explicó.
La expulsión de Talibán del norte de Afganistán fue el primer gran retroceso de las milicias desde que comenzó su espectacular operación para conquistar Afganistán hace dos años, que culminó en septiembre pasado con la captura de Kabul.
Talibán se constituyó en seminarios islámicos en Pakistán durante la dominación soviética de Afganistán, y su misión, dicen sus líderes, es limpiar al país de los señores de la guerra e imponer un estricto modo de vida basado en la religión. (FIN/IPS/tra-en/mu/an/mj/ip/97