Grupos ambientalistas se sumaron en Tailandia a la campaña de defensores de los derechos humanos contra el tendido de un conducto de 670 kilómetros para la importación de gas natural de Birmania.
La protesta de los ecologistas siguió a la aprobación del proyecto de Yadana, que tendrá un costo total de 1.200 millones de dólares y cubrirá en Tailandia un tramo de 270 kilómetros.
La Autoridad de Petróleo de Tailandia (PTT) está a cargo del conducto en territorio tailandés, y el gas a adquirirse a Birmania alimentará una central de energía de 4.600 megavatios en Ratchaburi.
La Dirección Ambiental Nacional dio su visto bueno el mes último al plan presentado por la PTT, que está presionada por los plazos señalados en el contrato con la compañía estatal birmana Exploración de Petróleo y Gas de Myanmar.
Según los términos del contrato, la PTT pagará una fuerte multa si el gasoducto no fuera habilitado en junio de 1998.
La población de la localidad de Kanchanaburi teme por su seguridad, ya que el gasoducto será tendido sobre una falla geológica en la frontera entre Tailandia y Birmania, advirtió Pinan Chotirosserani, presidenta del Club de Mujeres por la Conservación.
"No confiamos en la PTT. Nunca nos dio información completa sobre el proyecto", dijo Pinan a la prensa, para explicar su oposición a la obra.
Pinan también encabezó una carta de protesta contra el proyecto enviada por habitantes de Kanchanaburi al primer ministro Chavalit Yongchaiyudh.
Suraphol Duangkhae, vicesecretario general del Fondo de Vida Silvestre de Tailandia, destacó que la PTT fue autorizada a construir el gasoducto sin tenerse un adecuado estudio de impacto ambiental.
El estudio ambiental realizado en 1996 fue rechazado dos veces por la Oficina de Política y Planeamiento Ambiental, debido a su falta de información sobre las consecuencias sobre el bosque y la fauna en la zona de las obras, de 26 kilómetros de longitud por 20 a 80 metros de ancho.
El gasoducto será tendido en un área de rica diversidad biológica, donde tienen asiento parques nacionales y sitios declarados patrimonio de la humanidad.
Allí se cuentan 120 especies de mamíferos terrestres, que equivalen a 45 por ciento del total de Tailandia y 33 por ciento de las registradas en el sudeste de Asia.
La sección tailandesa del gasoducto de Yadana pasará por la zona sísmica de la cordillera de Tennaserim, advirtió la organización no gubernamental TERRA. El gasoducto atravesará tres veces la falla geológica de Tres Pagodas, que se encuentra en esa zona.
TERRA destacó que entre 1902 y 1987, la masa terrestre a ambos lados de la falla de Tres Pagodas se desplazó 32 centímetros en direcciones opuestas.
Así mismo, el Departamento de Meteorología de Tailandia registró desde 1983 a 1988 seis terremotos con epicentro cerca de la ruta propuesta por PTT para el gasoducto y de magnitud entre 4,1 y 4,5 grados en la escala de Richter.
Los activistas observaron que el deslizamiento de tierra provocado por terremotos o la erosión podría dañar el gasoducto, con el consiguiente peligro para las localidades cercanas.
El proyecto de Yadana es también resistido por organizaciones de derechos humanos y el movimiento por la democracia en Birmania.
Un tribunal federal de la ciudad de Los Angeles, Estados Unidos, aceptó en marzo una demanda contra las compañías petroleras Unocal y Total, que operarán el gasoducto de Yadana. Los demandantes se presentaron como víctimas de violación de derechos humanos en Birmania.
Unocal replicó que el asunto escapaba a la jurisdicción estadounidense, pero su alegato fue rechazado.
Los litigantes solicitaron al tribunal que ordene a las empresas petroleras la suspensión de las obras del gasoducto y que indemnicen a las víctimas de supuestos abusos durante su construcción.
Pese a las críticas, Birmania y Tailandia están decididas a mantener el proyecto. Para Birmania, el gasoducto significará un ingreso anual de 400 millones de dólares y para Tailandia, el gas será una fuente vital de energía. (FIN/IPS/tra-en/kd/aq-ff/en/97