El Santo Sudario, la tela de lino que se cree cubrió el cuerpo de Cristo cuando lo bajaron de la cruz, se salvó milagrosamente de un incendió que destruyó la capilla y la cúpula de la catedral de Turín, una joya de la arquitectura del Renacimiento.
Las llamas también destruyeron parcialmente el lindante Palacio Real, construido en 1646, donde poco antes habían cenado el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, el canciller de Italia Lamberto Dini y el presidente honorario y accionista mayoritario de la empresa FIAT Gianni Agnelli.
Se trata de una tragedia no sólo para Italia sino para todo el mundo, afirmó Annan.
El incendio, cuyos mutlimillonarios daños no han sido aún precisados ni su origen determnnado, destruyó totalmente la capilla donde hasta hace poco se encontraba la caja de plata donde estaba el Santo Sudario, que no sufrió daño alguno.
El símbolo de la cristiandad había sido retirado de la Capilla, que estaba siendo sometida a trabajos de restauración.
Los bomberos lograron romper unos gruesos cristales blindados de la caja de plata que protegía la reliquia y que desde 1995 se hallaba detrás del altar mayor de la Iglesia, ante el peligro que pudiera ser destruida por el eventual derrumbe de la cúpula.
El incendio tiene una gravedad similar, desde el punto de vista histórico y cultural, al que destruyó totalmente la Fenice de Venecia, el 29 de enero de 1996, el templo de la lírica mundial.
El Santo Sudario se encuentra ahora en un lugar secreto y seguro, quizás en un monasterio.
Este es el tercer incendio en 400 años del cual se salva este lino en el que se observa la imagen de un hombre crucificado, albergado en la catedral de Turín desde 1578 .
En 1694 fue colocado en la Capilla, hoy destruida, obra de Guarino Guarini iniciada en 1668 y considerada de las más hermosas del arte barroco. La Catedral fue construida entre 1491 y 1498 por voluntad del cardenal Domenico Della Rovere.
Los bomberos lograron extinguir las llamas recién esta madrugada, a las 05:30 (03:30 GMT), tras más de cinco horas de combate.
Miles de personas llegaron en la hasta la catedral, en el centro de la ciudad, y aplaudieron largamente cuando los bomberos sacaron el Santo Sudario.
En lágrimas, el arzobispo de Turín, Giovanni Saldarini, custodio del Santo Sudario, calificó el incendio como una "tragedia".
El alcalde de la ciudad, Valentino Castellani, dijo que se trata de una "terrible catástrofe".
Agnelli comentó, con optimismo y sentido histórico: "hemos vistos tantos daños últimamente, bombardeos, ciudades destruidas, como Varsovia, totalmente destruida y reconstruida, que estoy seguro que la Catedral y el Palacio Real serán reconstruidos rápidamente y bien".
El Palacio Real fue edificado a mediados del siglo XVII por voluntad de la duquesa Cristina de Savoya. Primero ofició de sede de los duques de Savoya, después de los reyes de Cerdeña, hasta 1859, y posteriormente de los monarcas de Italia hasta 1865.
El vicepresidente del gobierno y ministro de Cultura, Walter Veltroni, se hizo presente este sábado en el lugar del incendio.
En Turín, se espera que la reconstrucción del Palacio pueda concluir antes de fin de año, ya que en 1998 se llevará a cabo una gran exposición sobre el Santo Sudario, con presencia del Papa.
El diario La Stampa de Turín formuló un llamamiento a todo el mundo a colaborar financieramente para la reconstrucción de la Catedral y del Palacio Real.
El Santo Sudario ha recorrido un largo camino desde Palestina, que para los creyentes se inicia con la Resurrección de Jesús.
Tres científicos que han estudiado la reliquia, que mide 4,36 metros por 1,10, excluyeron que haya podido cubrir el cuerpo de Cristo y señalaron que habría sido construido en la Edad Media.
El arzobispo Saldarini podría disponer nuevas investigaciones, ya que la Iglesia considera que esos científicos utilizaron una metodología incorrecta. (FIN/IPS/jp/dg/cr/97)
